Gente muy mal vestida
Uno de los peores sufrimientos del verano no son los ruidos, los mosquitos o el calor, sino lo mal vestida que va la gente. Y ojal¨¢ desapareciera esta tortura en oto?o pero ni a¨²n con la mejor temperatura mejora. Tanto calentarse la cabeza en nuevas asignaturas (Programaci¨®n, ahora) para formar a las nuevas generaciones y no surge en las escuelas una clase donde se ense?e a vestir con gracia.
Y no es cuesti¨®n de dinero, precisamente. Una emisora de televisi¨®n, Canal de Casa, que no s¨¦ hasta donde puede llegar pero que se ve incluso en Santa Pola del Este, muestra c¨®mo arreglarse con encanto sin necesidad de gastar mucho. No son pues los escasos ingresos la causa de esta terrible fealdad popular sino el poco o inexistente criterio para elegir la ropa. Incluso los pintores espa?oles, habituados a tratar con el color, son incapaces a menudo de proporcionarse un aspecto consecuente con la belleza de sus cuadros.
El atuendo textil, como la pintura, el cine o la m¨²sica, posee un lenguaje propio y de rotundo valor art¨ªstico. Un valor musical, literario, pict¨®rico, medicinal y po¨¦tico. As¨ª lo demuestra con creces una joven gallega, Laura Opazo, en el programa televisivo De casa. La emisi¨®n incluye decoraci¨®n y arquitectura interior, artes que no por ser consideradas menores universitariamente son poco importantes para mejorar la excelencia de la vida. Y no gastando m¨¢s.
El atuendo textil posee un lenguaje propio y de rotundo valor art¨ªstico
Precisamente el espacio de Laura Opazo hace ver c¨®mo apa?arse con feminidad, ingenio y atractivo siempre por menos de 50 euros. Este es el importe l¨ªmite que se impone su Moda reto. Y el reto, escogiendo blusas, gafas, zapatos, vestidos de bajo precio, se desarrolla visitando no s¨®lo mercadillos sino tiendas muy ¡°cucas¡± a las que sirven peque?os fabricantes y dise?adores que cumplen hoy en el sector de la moda lo que las peque?as y primorosas editoriales en el sector del libro.
Estas editoriales no s¨®lo realizan sus publicaciones con todo esmero sino con originalidad, sea escogiendo t¨ªtulos o g¨¦neros mixtos. Y casi lo mismo, o exactamente, sucede con las tiendas Peseta, Kling, Pepita Grillo, Herself, Parfois Outlet u Opticalia que se examinan en Moda reto.
Hagan la prueba. Si¨¦ntense en una terraza y vean desfilar a la supuesta variedad de gentes normales. El malestar que se experimenta no llega de los humos de los coches o del bochorno del cielo o de la suciedad del pavimento sino principalmente de la marea inhumana que desprende la monstruosa est¨¦tica de los ciudadanos vestidos. ?Est¨¦tica? M¨¢s bien cochambre del estilo, miseria de criterio, muchedumbre de basura que no si¨¦ndolo desnuda se vuelve un oscuro monumento no ya del mal gusto sino de su correspondiente sabor aciago y de su nauseabunda raci¨®n para la vista.
Babelia
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