La dama sin armi?o
Un an¨¢lisis del cuadro de Leonardo asegura que al principio lo pint¨® sin el animal El genio a?adi¨® una criatura m¨¢s peque?a que finalmente modific¨®
La dama del armi?o no ten¨ªa armi?o. Al principio, el c¨¦lebre cuadro de Leonardo da Vinci mostraba a la joven Cecilia Gallerani sin el animal en su regazo. Es lo que asevera el ¨²ltimo an¨¢lisis en profundidad del ingeniero franc¨¦s Pascal Cotte, quien ya estudi¨® con su L.A.M (una m¨¢quina capaz de sacar im¨¢genes de 240 millones de p¨ªxeles) La Gioconda y La bella princesa. De hecho, su trabajo contribuy¨® a atribuir definitivamente la segunda obra a Leonardo. De ah¨ª que sus an¨¢lisis hayan obtenido cierta credibilidad e Il Corriere della Sera publica hoy el veredicto de su ¨²ltimo estudio.
Los resultados ya han sido entregados al pr¨ªncipe Czartoryski, due?o de la obra, que se custodia en Cracovia. As¨ª, resulta que La dama del armi?o fue en su origen un retrato m¨¢s convencional, aunque tuviera ya desde el principio esa pose y esa mirada tan poco habitual, hacia un lado, hacia ¨Cseg¨²n algunas hip¨®tesis- un amante que entrar¨ªa de repente en la habitaci¨®n. Curiosamente, el mismo an¨¢lisis desvela que Gallerani pas¨® de no tener ning¨²n armi?o a contar con dos.
Cotte descubri¨® una primera versi¨®n del armi?o, mucho m¨¢s peque?a y con una cola negra, que yace escondida debajo de la pintura, invisible al ojo humano pero no a la lupa de millones de p¨ªxeles del ingeniero franc¨¦s. La hip¨®tesis del experto es que fuera el duque Ludovico Sforza, de quien la quincea?era Gallerani fue amante, el que pidi¨® a Leonardo una modificaci¨®n del animal. As¨ª, el armi?o final gan¨® m¨²sculos y tama?o: ¡°El duque era un hombre de poder, ambicioso, dif¨ªcilmente pod¨ªa verse reflejado en esa criatura delicada. Mi interpretaci¨®n es que entonces Leonardo convirtiera el armi?o en un s¨ªmbolo emblem¨¢tico, como se hace con leones, dragones y salamandras. Lo agrand¨® y lo hizo m¨¢s musculoso, poderoso, valiente¡±.
A favor de la teor¨ªa de Cotte jugar¨ªa tambi¨¦n el hecho de que el soneto que el poeta Bernardo Bellincioni, que a la saz¨®n resid¨ªa con los Sforza, dedic¨® a la obra no cita en ning¨²n momento al armi?o. El ingeniero franc¨¦s sostiene adem¨¢s que Leonardo modific¨® la mano derecha de la joven, precisamente debido a la aparici¨®n del armi?o. Entre otros cambios, el an¨¢lisis a?ade que la vestimenta de la joven gan¨® algunas decoraciones y perdi¨® varios lazos por el camino.
La dama del armi?o es una de las obras m¨¢s conocidas de Leonardo. Fue pintada hacia 1490 cuando el genio trabajaba al servicio del duque Sforza, en Mil¨¢n. El cuadro pertenece a la familia polaca Czartoryski desde que, a principios del siglo XIX, el pr¨ªncipe Adam Jerzy lo adquiriera, probablemente en Italia. A lo largo de la historia ha sido objeto de varias controversias, sobre todo respecto a la identidad de la mujer retratada. En realidad, mucho se ha debatido tambi¨¦n sobre el animal: ?gardu?a? ?hur¨®n? ?Comadreja?. Finalmente, se concluy¨® que era un armi?o. Mejor dicho, dos.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.