La fuerza del coraz¨®n
Para el oyente, las baladas rom¨¢nticas son dardos certeros en la diana de su coraz¨®n
Si de algo anda sobrada la m¨²sica popular ¡ªaqu¨ª y en todas partes¡ª es de canciones de amor. Y por algo ser¨¢: para el oyente, las baladas rom¨¢nticas son dardos certeros en la diana de su coraz¨®n; historias que evocan historias. Para el m¨²sico, el amor (junto con su ant¨ªtesis, el desamor) es el fertilizante principal de su escritura. El amor, no descubrimos nada, inspira.
Pero, cuidado: hay canciones de amor y canciones de amor.
Las que recoge este CD son, lisa y llanamente (y parafraseando a Serrat), las m¨¢s bellas historias que la m¨²sica espa?ola tuvo y tendr¨¢. Una soberbia selecci¨®n que demuestra que el amor no siempre es blando, ni ?o?o, ni cosa de adolescentes, ni recurso f¨¢cil, ni un c¨²mulo de lugares comunes. Re¨²ne a consumados especialistas en la materia, como Alejandro Sanz, Jos¨¦ Luis Perales, Camilo Sesto o Pablo Albor¨¢n. Pero tambi¨¦n a artistas que se han arrimado a la tem¨¢tica amorosa de forma ocasional, como Joaqu¨ªn Sabina, Rev¨®lver o V¨ªctor Manuel. Incluso a int¨¦rpretes que pusieron sus robustas voces a tramas perge?adas por otros, caso de Roc¨ªo Jurado, Isabel Pantoja, Roc¨ªo D¨²rcal y Mal¨².
Hay obsequiosas promesas de amor juvenil y declaraciones de amor maduro; fechadas en la d¨¦cada de 1970 y en el siglo XXI¡ ?Y qu¨¦ distintas! Incluso dos canciones hom¨®nimas no pueden ser m¨¢s diferentes: Solo pienso en ti, de V¨ªctor Manuel, narra el noviazgo ver¨ªdico de dos discapacitados; Solo pienso en ti, de C.R.A.G., pura ficci¨®n, describe a un pintor embelesado con su modelo.
En realidad, todas estas canciones tienen una sola cosa en com¨²n: celebran las mariposas en el est¨®mago.
Alejandro Sanz
La fuerza del coraz¨®n (Alejandro Sanz)
Alejandro Sanz 3
Warner Music, 1995
Primer corte del disco que sirvi¨® de puente entre el h¨¦roe para adolescentes y el ¨ªdolo adulto de ventas estratosf¨¦ricas, La fuerza del coraz¨®n es un himno al poder del amor, descrito como un torbellino m¨ªstico que todo lo puede. El coraz¨®n, poner el coraz¨®n en algo, es lo que nos hace crecer y superar adversidades. ¡°No hay nada en este mundo que nos llene y nos mueva tanto como el amor¡±, explica Alejandro Sanz. ¡°Algunas de las luchas m¨¢s importantes que ha librado el ser humano han sido por amor. El amor se ha sobrepuesto a prejuicios, leyes injustas, mandatos religiosos impuestos por el hombre, rechazos y condenas de todo tipo¡ El amor ha sobrevivido a todos los obst¨¢culos que se le han puesto, y las personas son capaces de poner en riesgo todo, incluida la propia vida, por amor. A esa energ¨ªa le dediqu¨¦ esa canci¨®n¡±.
C¨¢novas, Rodrigo, Adolfo y Guzm¨¢n
Solo pienso en ti (Rodrigo Garc¨ªa)
Se?ora azul
Hispavox, 1974
Pr¨¢cticamente ignorado en su momento, el primer disco de este inigualable cuarteto es hoy un reivindicado cl¨¢sico. Lo mismo que una de sus mejores canciones, Solo pienso en ti: la original¨ªsima historia del pintor enamorado de su modelo que, incapaz de avanzar en su cuadro, sospecha que si ella sigue acudiendo a su inactivo taller es porque siente lo mismo que ¨¦l.
¡°Refleja una situaci¨®n de amor diferente¡±, explica su autor, Rodrigo Garc¨ªa. ¡°Siempre he intentado salirme de los cauces trillados. Es una ficci¨®n que nace de mi inter¨¦s por la pintura, como aficionado. Ten¨ªa en mente cuadros como La Venus del espejo, de Vel¨¢zquez, o los retratos de Julio Romero de Torres¡±.
Entre las versiones m¨¢s conocidas de esta oda a la belleza de la mujer est¨¢n las de Miguel Bos¨¦, Amistades Peligrosas y Enrique Urquijo a d¨²o nada menos que con Jackson Browne, ¡°una de las m¨¢s conseguidas¡±, concede Rodrigo.
?lex Ubago con Amaia Montero
Sin miedo a nada (?lex Ubago)
?Qu¨¦ pides t¨²?
DRO, 2001
¡°Me muero por conocerte¡¡±, dice el estribillo de esta acalorada letra que plasma como pocas la desesperaci¨®n del enamorado que a¨²n no ha dado el primer paso. Ubago la compuso a los 19 a?os, en su ¨¦poca de universitario, pensando en una compa?era de clase. ¡°Era lo que sent¨ªa en ese momento¡±, reconoce. ¡°Vi a esa chica en mi clase, pero yo no la conoc¨ªa. La historia es bonita, porque luego fue mi novia durante un tiempo y supo que exist¨ªa esa canci¨®n y que estaba escrita para ella¡±. Con un corte italiano evidente (¡°ten¨ªa mucha obsesi¨®n con una canci¨®n que se llama Margarita, de Riccardo Cocciante, y est¨¢ muy inspirada en ella¡±), Sin miedo a nada fue el gran ¨¦xito de su primer disco, gracias, en parte, a la fuerza del d¨²o con Amaia Montero. ¡°Le propuse colaborar y fue ella quien eligi¨® esta canci¨®n. Amaia la llev¨® a otra dimensi¨®n¡±.
Roc¨ªo Jurado
Como yo te amo (Manuel Alejandro)
Se?ora
RCA, 1979
Aunque la fruct¨ªfera relaci¨®n entre Roc¨ªo Jurado y Manuel Alejandro ¡ªy, por ende, la transformaci¨®n de la folcl¨®rica en baladista pop¡ª hab¨ªa empezado tres a?os antes con la notable A que no te vas, para la pel¨ªcula La querida, y en 1978 ¨¦l ya le hab¨ªa compuesto un disco casi entero (De ahora en adelante), no fue hasta el sensacional Se?ora cuando la brillantez del binomio sali¨® a relucir en su plenitud. Esa obra maestra conten¨ªa hitos de la canci¨®n ligera como Ese hombre, Se?ora, Algo se me fue contigo, Amores a solas y, por encima de todas ellas, este canto al amor desmesurado: Como yo te amo. Con esta colecci¨®n de temas pop en la maleta, Roc¨ªo ya estaba preparada para conquistar Am¨¦rica.
La canci¨®n no solo pas¨® a la historia por su voluptuosa grandiosidad, sino por ser la causa de un distanciamiento entre Roc¨ªo Jurado y Raphael que dur¨® d¨¦cadas. Por alguna raz¨®n, casi al mismo tiempo que el tema lleg¨® a manos de la Jurado lo hizo a las de Raphael, que tambi¨¦n lo grab¨®. Raphael ya era una celebridad en M¨¦xico, y el enorme ¨¦xito de su versi¨®n all¨ª tuvo la consecuencia indirecta de entorpecer la aventura americana de Roc¨ªo (hasta el punto de que en M¨¦xico Como yo te amo es considerada una canci¨®n de Raphael). ¡°Se la escrib¨ª a Roc¨ªo Jurado¡±, refrenda el propio Manuel Alejandro, ¡°pero ella nunca tuvo el tir¨®n tan grande que ha tenido siempre Raphael en Am¨¦rica¡±. En 2005, seis meses antes de la muerte de Roc¨ªo Jurado, ambos se juntaron para cantarla por primera vez a d¨²o en el especial de televisi¨®n Roc¨ªo¡ siempre. ¡°Me emocion¨® mucho [cantar] con Raphael¡±, declar¨® ella tras la grabaci¨®n. ¡°Fue un reencuentro. Tenemos mucha fe el uno en el otro¡±.
Joaqu¨ªn Sabina
Y sin embargo (Sabina / Varona-Sabina-De Diego)
Yo, mi, me, contigo
BMG Ariola, 1996
Cuando Joaqu¨ªn Sabina se anim¨® a hacer una canci¨®n de amor, ten¨ªa que ponerle un ¡°pero¡± al asunto, o un ¡°sin embargo¡±. ¡°De sobra sabes que eres la primera¡±, empieza diciendo la letra, ¡°y sin embargo un rato cada d¨ªa, ya ves, te enga?ar¨ªa con cualquiera¡±. No, el amor seg¨²n Sabina no pod¨ªa ser casto ni virtuoso ni fiel: ante todo, Y sin embargo exuda sinceridad. A ritmo de bolero con un toque de rock; o como el m¨²sico argentino Charly Garc¨ªa, invitado en la grabaci¨®n del ¨¢lbum, la defini¨® cuando Sabina se la puso: ¡°Un bolero de Mark Knopfler¡±. ¡°Nos gust¨® mucho c¨®mo qued¨®¡±, dice Antonio Garc¨ªa de Diego, coautor de la m¨²sica, ¡°porque son dos lenguajes que est¨¢n muy bien fusionados¡±. El p¨²blico se identific¨® con su enfoque canalla. ¡°Es una canci¨®n de todos, de ellas y ellos¡±, prosigue Antonio. ¡°Las t¨ªas la hacen muy suya y los t¨ªos se ven reflejados en ella¡±.
V¨ªctor Manuel
Solo pienso en ti (V¨ªctor Manuel San Jos¨¦)
Soy un coraz¨®n tendido al sol
CBS, 1978
Solo pienso en ti, el tema que abr¨ªa el disco con el que V¨ªctor Manuel se reinvent¨®, cuenta la verdadera historia de Mariluz y Antonio, una pareja formada en una residencia para discapacitados en Cabra, C¨®rdoba. ¡°Haciendo tiempo antes de un concierto¡±, recuerda, ¡°le¨ª en el diario C¨®rdoba un reportaje sobre esta residencia donde conviv¨ªan discapacitados de ambos sexos que fabricaban muebles, forjas¡ Y se empezaban a formar parejas como la de Mariluz y Antonio, que al terminar su tarea se agarraban de la mano y paseaban por el jard¨ªn. Sobre esa imagen constru¨ª la canci¨®n¡±. Con el tiempo, V¨ªctor lleg¨® a conocer a Mariluz y Antonio, hoy casados y con tres hijos.
Una canci¨®n ¨²nica, a la vez de amor y con la carga de sensibilidad social propia de un cantautor, que fue n¨²mero uno en la primavera de 1979 y es considerada por muchos su obra maestra. ¡°Ha crecido con los a?os¡±, admite.
Jos¨¦ Luis Perales
Te quiero (Jos¨¦ Luis Perales)
Nido de ¨¢guilas
Hispavox, 1981
El ¨¦xito de Jos¨¦ Luis Perales como compositor se debe en gran medida a su inusitada habilidad para ponerse en la piel de quien tiene que cantar. Pero ?qu¨¦ ocurre cuando es ¨¦l el int¨¦rprete? ¡°En el momento de escribir una canci¨®n, el autor se plantea contar con m¨²sica sus propias experiencias, lo que la hace autobiogr¨¢fica, o ser el narrador de la historia de otros, lo que marca una gran diferencia¡±, comenta. En Te quiero ¡ªla declaraci¨®n de amor m¨¢s simple y directa en idioma espa?ol¡ª opt¨® por plasmar sus afectos m¨¢s ¨ªntimos. ¡°Yo fui el protagonista de esa historia de amor en la que las im¨¢genes o las met¨¢foras utilizadas forman parte de ese sentimiento que inspira el amor hacia la otra persona¡±.
Te quiero consolid¨®, adem¨¢s, la imagen de un nuevo Perales, resultado de la urgencia de las discogr¨¢ficas por modernizar el sonido de los cantautores. Para ello, ya en su anterior disco (Tiempo de oto?o, 1979) el indispensable Rafael Trabuchelli hab¨ªa cedido parte del trabajo de producci¨®n a Danilo Vaona; un productor y arreglista italiano, veintea?ero y muy al tanto de los nuevos sonidos que llegaban del Reino Unido y Estados Unidos (empezaba a implantarse el sintetizador). Sirva de ejemplo el inicio de este tema, una audaz introducci¨®n de guitarra el¨¦ctrica, arpegios siderales de teclados y on¨ªricos violines que remite a grupos de rock de moda entonces como la Electric Light Orchestra. ¡°El trabajo de Danilo Vaona fue fundamental para acompa?ar este texto¡±, reconoce Perales.
Esta canci¨®n sigue siendo uno de los estandartes en la carrera de Jos¨¦ Luis Perales, y su estribillo (¡°te quiero, eres el centro de mi coraz¨®n¡¡±) forma ya parte de la memoria colectiva.?
Camilo Sesto
El amor de mi vida (Camilo Blanes)
Sentimientos
Ariola, 1978?
En 1978, el p¨²blico juvenil herv¨ªa ya con Tequila, proliferaban cochambrosos festivales de rock urbano y hac¨ªa furor el ¡°sonido disco¡±. Sin embargo, nada de esto pareci¨® afectar ¡ªal menos todav¨ªa no¡ª a Camilo Sesto, cuya popularidad segu¨ªa en m¨¢ximos hist¨®ricos: sus viajes a Am¨¦rica, sus relaciones sentimentales, sus rivalidades¡, todo eso era materia de debate permanente en las revistas musicales y del coraz¨®n. Camilo respondi¨® con uno de sus discos m¨¢s vendidos: Sentimientos. Inclu¨ªa esta introspectiva balada de amor desgarrado. ¡°Por lo que m¨¢s quieras no me arranques de ti¡±, clama el amante atribulado ante la sola idea de quedarse sin los favores de su amada. De una duraci¨®n inusitada (cinco minutos y medio), y con un ritmo excepcionalmente lento, la canci¨®n vest¨ªa un complejo arreglo casi sinf¨®nico de Ren¨¦ de Coupaud, teclista de Alcatraz y colaborador de Albert Hammond, Donna Hightower, Joan Baptista Humet, Camilo Sesto y otros solistas en los setenta.
¡°Cuando Camilo me ense?¨® la melod¨ªa y percib¨ª ese aire especialmente rom¨¢ntico y sentido¡±, recuerda De Coupaud, ¡°enseguida me vino a la mente una orquestaci¨®n a medio camino entre la m¨²sica cl¨¢sica de los nacionalistas rusos y las fanfarrias de moros y cristianos del Alcoy natal de Camilo¡±. El arreglo incluye secciones de cuerda y metales, sintetizador, coros femeninos y hasta unas inconfundibles campanas ¡°como remate a un tema grandilocuente¡±. Y a?ade: ¡°Aun hoy, cuando lo escucho me parece que ha aguantado bien el paso del tiempo. Que ha aguantado el tir¨®n¡±.
A Camilo le conmovi¨® el resultado. ¡°La noche que est¨¢bamos grabando las campanas¡±, prosigue Ren¨¦, ¡°mi mujer fue al estudio a recogerme y le pregunt¨® a Camilo: ¡®?C¨®mo va?¡¯. ?l le mostr¨® el brazo y dijo: ¡®Tengo los pelos de punta¡±.
El preciosismo del arreglo exigi¨® una escrupulosa labor en la mesa de mezclas; al menos todo lo escrupulosa que las mesas anal¨®gicas de aquellos a?os permit¨ªan. ¡°Hab¨ªa que aprenderse de memoria todos los niveles¡±, cuenta Joaqu¨ªn Torres (excomponente de Los Pasos), ingeniero de sonido y guitarrista en la grabaci¨®n. ¡°A veces se necesitaban dos o tres pares de manos para ir subiendo y bajando pistas. Y llega el d¨ªa de la mezcla, la terminamos a las cuatro de la madrugada, y cuando vamos a escucharla, ?la hab¨ªamos copiado a la mitad de velocidad! Tuvimos que repetir la mezcla, intentando acordarnos del nivel de cada instrumento. ?Casi nos da un s¨ªncope!¡±.?
Ana Bel¨¦n
L¨ªa (Jos¨¦ Mar¨ªa Cano)
Rosa de amor y fuego
BMG Ariola, 1989
Con Rosa de amor y fuego Ana Bel¨¦n estrenaba discogr¨¢fica (siguiendo los pasos de su marido, V¨ªctor Manuel, que hab¨ªa migrado de CBS a BMG poco antes) y, como ocurre con los primeros discos de un contrato, en su elaboraci¨®n se puso toda la carne en el asador. Entre otras cosas, eso significaba un ¨¢ngulo m¨¢s sofisticado y un gran esmero en la selecci¨®n del repertorio, y para esto ?qu¨¦ mejor que una canci¨®n de uno de los compositores de Mecano, el grupo pop de esa d¨¦cada? Mecano segu¨ªa en la c¨²spide ¡ªacababan de publicar Descanso dominical¡ª cuando Jos¨¦ Mar¨ªa Cano le pas¨® a Ana Bel¨¦n esta sensual canci¨®n, un delicioso trabalenguas amoroso, mitad bolero, mitad bossa nova, esencial desde entonces en el cat¨¢logo de la solista. (El suntuoso arreglo corri¨® a cargo del pianista Manel Santisteban, colaborador de Mecano y Tino Casal y cofundador de La D¨¦cada Prodigiosa).
En una entrevista a EL PA?S en 1991, Jos¨¦ Mar¨ªa Cano confes¨® que tem¨ªa haber tocado techo con esta composici¨®n: ¡°He llegado a mi cumbre profesional, no creo que sea capaz de hacer cosas mucho mejores¡±, admit¨ªa. ¡°Me doy cuenta de que ya no llamo la atenci¨®n (¡) Desde L¨ªa ya nadie me dice nada, aunque quiz¨¢ el error sea esperar que tiren cohetes¡±. Tras la disoluci¨®n de Mecano, Jos¨¦ Mar¨ªa grab¨® un solo disco en solitario (Josecano, 2000) y hoy es un artista pl¨¢stico de renombre internacional.
L¨ªa ha tenido posteriormente otras lecturas, entre ellas una del propio autor, que la incluy¨® precisamente en su disco Josecano acompa?ada de una bonita dedicatoria a los artistas que tambi¨¦n la han cantado: ¡°Para Ana Bel¨¦n, Julio Iglesias, Mar¨ªa Dolores Pradera y Simone, a quienes esta canci¨®n m¨ªa debe casi todo¡±.
Pablo Albor¨¢n
Solamente t¨² (Pablo Albor¨¢n)
Pablo Albor¨¢n
Trimeca / EMI, 2011
Meses antes de que su primer disco viera la luz, millones de internautas en todo el mundo ya hab¨ªan visto en YouTube un v¨ªdeo de Pablo Albor¨¢n titulado Solamente t¨² (en casa). Kelly Rowland, excomponente de Destiny¡¯s Child (y prima, por cierto, de Beyonc¨¦), hab¨ªa alabado en p¨²blico su dom¨¦stica interpretaci¨®n. De este modo, Pablo Albor¨¢n se convert¨ªa en el mejor ejemplo hasta entonces de una nueva manera de dar a conocer la m¨²sica: v¨ªa Internet, directamente del artista al oyente, sin intermediarios. Cuando su mentor, Manuel Ill¨¢n (descubridor tambi¨¦n de Diana Navarro), por fin le consigui¨® un contrato discogr¨¢fico ¡ªno fue tan f¨¢cil: alguna compa?¨ªa le dio calabazas¡ª, Solamente t¨² termin¨® de eclosionar: en 2011, esta hermosa balada fue la tercera canci¨®n m¨¢s descargada en Espa?a (la primera de un artista espa?ol), y el ¨¢lbum, el m¨¢s vendido en el pa¨ªs.
Rev¨®lver
El roce de tu piel (Carlos J. Go?i)
B¨¢sico
Warner Music, 1993
Aunque los dos primeros ¨¢lbumes de Rev¨®lver tuvieron un ¨¦xito relativo, todo parec¨ªa indicar que Carlos Go?i (que llevaba diez a?os sacando discos con distintos grupos) estaba destinado a ser un m¨²sico maldito de por vida¡ hasta que lleg¨® B¨¢sico. Un trabajo hist¨®rico que sent¨® las bases en Espa?a de los discos unplugged.
El roce de tu piel, estrenada en la grabaci¨®n, iba dirigida a su siguiente disco de estudio, pero su aire rom¨¢ntico ¡ªacorde con un envoltorio ac¨²stico¡ª anticip¨® su alumbramiento. ¡°Con el segundo disco hab¨ªamos hecho una gira ac¨²stica muy larga, y en medio de esa gira compuse esta canci¨®n. En La Coru?a, antes de un concierto¡±, ha declarado Go?i. Conociendo el dato, algunos versos de la letra cobran sentido: ¡°Un vaso de whisky, un hotel diferente¡, una noche de mayo, con el mar a mi lado¡¡±. El dilema amoroso del m¨²sico en la carretera.
Mocedades
Eres t¨² (Juan Carlos Calder¨®n)
Mocedades
Zafiro / Novola, 1973
Eres t¨², medalla de plata en el festival de Eurovisi¨®n de 1973, es una de las pocas canciones espa?olas de cuya existencia el resto del mundo ha tenido realmente conocimiento. Lleg¨® al n¨²mero 9 en la lista del Billboard y fue objeto de m¨²ltiples versiones, incluyendo una adaptaci¨®n al ingl¨¦s (Touch the wind). Esta declaraci¨®n de entrega absoluta (¡°toda mi esperanza eres t¨²¡, todo mi horizonte eres t¨²¡±) naci¨® de la pluma y el piano del desaparecido Juan Carlos Calder¨®n, que sin embargo acab¨® cogi¨¦ndola man¨ªa. ¡°Siempre apareci¨® como su canci¨®n m¨¢s importante¡±, aclara su hija, Teresa Calder¨®n. ¡°Esto a veces le molestaba porque hab¨ªa compuesto otras muchas canciones de las que se sent¨ªa tambi¨¦n muy orgulloso, como T¨®mame o d¨¦jame, que le gustaba especialmente¡±.
Sea como fuere, Eres t¨² naci¨® de la uni¨®n de dos canciones en las que Calder¨®n trabajaba por separado: de una tom¨® el estribillo, y de la otra, el resto. La reiteraci¨®n del t¨ªtulo en la letra no es casual: su autor pensaba que as¨ª se quedar¨ªa mejor en el o¨ªdo de los espectadores eurovisivos que no hablaban espa?ol. Formaba parte del paquete de temas que Calder¨®n envi¨® a Zafiro cuando desde la compa?¨ªa le pidieron material para el festival. La elecci¨®n final era una cuesti¨®n que carcom¨ªa al compositor, que justamente esos d¨ªas fue intervenido de un o¨ªdo. ¡°En la habitaci¨®n del hospital, antes de la operaci¨®n, estaba nervios¨ªsimo, con la cama llena de partituras¡±, recuerda Teresa. ¡°Cuando vinieron a llev¨¢rselo al quir¨®fano, ya en la camilla, le dijo a mi madre: ¡®?Llama a Zafiro y diles que tiene que ser Eres t¨², sin duda!¡¯. La enfermera coment¨®: ¡®?Qu¨¦ barbaridad, este hombre no para de trabajar!¡±.
?Roc¨ªo D¨²rcal
La gata bajo la lluvia (Rafael P¨¦rez-Botija)
La gata
Ariola, 1981
El idilio de Roc¨ªo D¨²rcal con la ranchera ¡ªiniciado en 1977¡ª no impidi¨® que la cantante madrile?a realizara incursiones espor¨¢dicas en otros terrenos desde principios de los ochenta. La primera fue este ¨¢lbum de 1981, para el que su discogr¨¢fica mexicana puso el tim¨®n en manos del compositor espa?ol Rafael P¨¦rez-Botija, especialista en baladas rom¨¢nticas. ¡°La canci¨®n sali¨® pr¨¢cticamente sola, paseando una noche fr¨ªa por el jard¨ªn de mi casa¡±, recuerda P¨¦rez-Botija. ¡°Acababa de venir de Nueva York de ponerme de acuerdo con Roc¨ªo para hacerle el disco el d¨ªa antes de que mataran a John Lennon. Yo, como gran admirador de los Beatles, ven¨ªa muy impactado y supongo que inspirado¡±.
Compuesta expresamente para Roc¨ªo D¨²rcal (¡°tambi¨¦n impactado por ella cuando la conoc¨ª¡±), La gata bajo la lluvia habla de desamparo ante la perspectiva de la separaci¨®n y refleja el conflicto entre dependencia y libertad. Los giros amexicanados de la Se?ora y el arreglo castizo ¡ªojo a la introducci¨®n de organillo¡ª producen juntos un efecto sorprendente. ¡°Aunque casi nadie lo sabe¡±, revela el autor, ¡°la canci¨®n es un chotis disfrazado, y a los madrile?os se les llamaba gatos y gatas¡±. Precisamente la alusi¨®n felina retras¨® el calado de la canci¨®n en M¨¦xico. ¡°All¨ª la gata es como se conoce de forma coloquial y despectiva a la empleada del hogar. Con el tiempo se abri¨® camino¡±.
Y vaya si lo hizo: el tema triunf¨® a ambos lados del Atl¨¢ntico y le abri¨® a su compositor las puertas del mercado americano. ¡°Creo que es una de mis mejores canciones¡±, dice P¨¦rez-Botija, ¡°aunque con Marieta tampoco era dif¨ªcil acertar¡±.
Isabel Pantoja
Hoy quiero confesarme (Jos¨¦ Luis Perales)
Marinero de luces
RCA, 1985
Isabel Pantoja a¨²n estaba de medio luto ¡ªdurante un a?o entero, hasta octubre de 1985, hab¨ªa guardado luto riguroso por la muerte de Paquirri¡ª cuando termin¨® la grabaci¨®n de este disco, alrededor del cual, como es l¨®gico, se hab¨ªa generado una gran expectaci¨®n. Cuando por fin sali¨® a la venta y se conocieron sus canciones, el impacto fue may¨²sculo: Isabel reaparec¨ªa ni m¨¢s ni menos que con un disco que hablaba de p¨¦rdida irreparable, del dolor de una mujer enamorada. Su tema m¨¢s emblem¨¢tico era Hoy quiero confesarme, compuesto, como el resto del ¨¢lbum, por un inspirado Jos¨¦ Luis Perales. ¡°Despu¨¦s de la muerte de su marido¡±, comenta Perales, ¡°cualquier canci¨®n que escrib¨ª para ella ten¨ªa inevitablemente un punto de contacto con ese acontecimiento. Pero las canciones siempre est¨¢n sujetas a la libre interpretaci¨®n de la gente¡±.?
Mal¨²
Blanco y negro (Armando ?vila-Mar¨ªa Bernal-Aitor Garc¨ªa-Jules Ramllano)
Guerra fr¨ªa
Sony Music, 2010
El amor en sus distintas tonalidades ha sido tem¨¢tica recurrente en la carrera de Mal¨². Ya en 2000 promet¨ªa en EL PA?S: ¡°Siempre cantar¨¦ canciones de amor (¡) Es un sentimiento muy ligado a la m¨²sica o a la forma que yo tengo de sentirla¡±. Y lo ha cumplido: diez a?os despu¨¦s de aquellas declaraciones lograba un fenomenal ¨¦xito con Blanco y negro, una potente balada que aborda un cl¨¢sico de las relaciones amorosas: aquello de que ¡°los polos opuestos se atraen¡± o lo de ¡°ni contigo ni sin ti¡±. ¡°Es un tema al amor universal¡±, describe Mal¨², ¡°que serv¨ªa de carta de presentaci¨®n de un disco que fue el principio de los cambios, sobre todo en la forma de contar las cosas de una manera mucho m¨¢s optimista¡±. El tema, firmado por sus colaboradores de M¨¦xico ¡ªel disco se grab¨® all¨¢¡ª, gan¨® el Premio 40 Principales a la mejor canci¨®n de 2010.
Babelia
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