Siempre ganabas en el casino de Wigan
El Casino de Wigan fue la gran meca del 'northern soul'
El ¡°soul del norte¡± es un estilo sobrevenido, uno de esos subg¨¦neros definidos y cartografiados por coleccionistas curiosos y espabilados comerciantes de discos. En la base, un extra?o fen¨®meno: chavales del norte de Inglaterra, herederos del estilo de vida mod, que se desplazaban los fines de semana hasta discotecas ¨Ca veces, enormes- que pinchaban la m¨²sica soul m¨¢s bailable y m¨¢s desconocida. Se trataba de temas r¨¢pidos, generalmente hechos a la sombra de las f¨®rmulas de Motown, en la Am¨¦rica m¨¢s industrializada.
Semejante anomal¨ªa social pas¨® desapercibida para la prensa musical londinense. S¨ª despert¨® la curiosidad de Tony Palmer, director de documentales musicales, que en 1977 viaj¨® al Casino de Wigan para intentar averiguar qu¨¦ les impulsaba a recorrer centenares de kil¨®metros para bailar desde la medianoche hasta que amanec¨ªa.
El reportaje caus¨® furia, tanto entre los vecinos de Wigan como entre los amantes del northern soul: Palmer yuxtapon¨ªa el hedonismo juvenil con im¨¢genes de la decadencia de lo que fue gran centro textil y minero. El programa fue un ¨¦xito de audiencia y, para el resto de Inglaterra, supuso una sorpresa: en vez de seguir la pauta de los publicitados punks londinenses, los habituales del Casino viv¨ªan para la noche del s¨¢bado.
Eran hijos de la clase trabajadora, sin programa pol¨ªtico ni voluntad revolucionaria. El look tampoco excitaba a los cazadores de tendencias: patas de elefante, camisetas sin mangas, zapatos para deslizarse por la pista (ayudados por dosis generosas de talco). Casi todos llevaban un bolso con mudas de ropa: conven¨ªa cambiarse a lo largo de seis, ocho horas bailando.
Las drogas sol¨ªan ser anfetaminas: se mascaba chicle para disimular sus efectos. Habitualmente, locales como el Wigan Casino no serv¨ªan alcohol. ?Sexo? A veces, al amanecer, cuando los mochuelos se dispersaban rumbo a un refugio. El p¨²blico era desproporcionadamente masculino; abundaban los coleccionistas de discos que grababan las sesiones con aparatosos casetes, que compraban o cambiaban piezas raras, que incordiaban a los DJs para enterarse de sus ¨²ltimos hallazgos.
Gracias a esos pinchadiscos, se ha hecho una asombrosa taxonom¨ªa de la inmensa producci¨®n de soul alborotado que nunca lleg¨® a entrar en listas estadounidenses. En bastantes casos, a mediados de los setenta, aquellos discos consiguieron ventas respetables en el Reino Unido y ofrecieron una inesperada carrera tard¨ªa a artistas que ya hab¨ªan olvidado aquellos temas que grabaron a las ¨®rdenes de productores oportunistas.
- THE MVPs Turnin' my heartbeat up
- MORRIS CHESNUT Too darn soulful
- LORRAINE CHANDLER I can't hold on
- VAN McCOY Soul improvisations Pts. 1 & 2
- TAJ MAHAL (Ain't that) a lot of love
- PAUL ANKA I can't help loving you
- REPARATA & THE DELRONS Panic
- OTIS BLACKWELL It's all over me
- LITTLE RICHARD I don't wanna discuss it
- LARRY WILLIAMS & JOHNNY GUITAR WATSON Too late
- THE VIBRATIONS Gonna get along without you now
- HERB WARD Honest to goodness
- AL GREENE & THE SOUL MATES Don't leave me
- THE BANDWAGONS Breaking down the walls of heartache
- THE NITE-LITERS K-jee
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