Sutilezas y dominaciones japonesas
Carlos Vermut compite en San Sebasti¨¢n con su segundo largometraje, ¡®Magical girl¡¯
Hace tres a?os Carlos Vermut (Madrid, 1980) era un nombre conocido en la ilustraci¨®n espa?ola con muy poca experiencia audiovisual: la serie de televisi¨®n Jelly Jamm y un corto, Maquetas, ganador del Notodofilmfest. Hace tres a?os hab¨ªa escrito un guion para un largo y ninguna productora le hac¨ªa caso. Hoy Vermut compite con su segundo filme, Magical girl, en el festival de San Sebasti¨¢n y ¨¦l sigue repitiendo: ¡°Llevo muy poco tiempo en la industria del cine. Ni siquiera intu¨ªa la magnitud de este certamen, S¨ª, soy algo ingenuo¡±.
Cierto, pero desde 2011 a 2014 han pasado varias cosas en la carrera de Vermut. Film¨® Diamond flash autoproduci¨¦ndola y estren¨¢ndola directamente en Internet. Dio la campanada. Se mostr¨® como un creador de atm¨®sferas, mostr¨® unas cartas que claramente le impulsaban a una divisi¨®n superior. As¨ª ha llegado Magical girl, una ¡°pel¨ªcula sobre la dominaci¨®n¡±, un filme que esconde m¨¢s que muestra, que trabaja con la sutileza, algo muy poco com¨²n con el cine espa?ol, y en la que Vermut ¨Ccon m¨¢s presupuesto y actores en su mejor momento como Jos¨¦ Sacrist¨¢n o B¨¢rbara Lennie- deja que se desborde su pasi¨®n japonesa: desde el mismo t¨ªtulo, que homenajea un tipo de tebeo manga, el g¨¦nero mah¨ sh¨jo, a sus ambientes y personajes. ¡°La escrib¨ª en Jap¨®n, y all¨ª mismo este verano he empezado el tratamiento de la pr¨®xima. Me flipa Nagisa Oshima, me fascina ¡®La mujer de las dunas¡¯, de Hiroshi Teshigahara, o los filmes de Kaneto Shind?¡ Me atrae esa defensa de que cada secuencia sea una unidad disfrutable por s¨ª misma, que no tiene que haber transiciones que hagan avanzar la trama. Una pel¨ªcula tiene que ser una experiencia desde que empieza hasta que acaba¡±. Vermut toma aire, se mesa la barba. ¡°Eso en cuanto cine, del que amo su ritmo. Si hablamos de literatura, en Magical girl hay mucho de sus libros de misterio. Y por supuesto Mishima, de c¨®mo convivimos en nuestras obsesiones. Eso en Espa?a solo lo han llevado al cine Bu?uel, por supuesto, Saura y Almod¨®var¡±. Es decir, lo que se esconde y lo que se ve. El sexo, la familia. ¡°El mundo interior y el mundo exterior. Cosas muy japonesas de las que reflexionamos poco en Espa?a, porque parecemos m¨¢s agresivos de los que somos, al contrario que en Jap¨®n. Ellos sufren una represi¨®n sentimental que les lleva a un mundo interior m¨¢s perverso, en el buen sentido, y a una sexualidad m¨¢s interesante para la pantalla¡±. Ah¨ª est¨¢ el magma de Magical girl, ¡°menos cr¨ªptica que la primera¡±. ?Hay falta de sutilidad en el cine espa?ol? ¡°Desde luego, hay una moral absoluta desde el director, y solo algunos pocos creadores no juzgan sus personajes. Lo divertido es que los personajes sean complejos. ?Huyamos de visiones moralistas!¡±.
El cineasta pide vindicar al espectador como ¡°ser inteligente que participa en la creaci¨®n de la pel¨ªcula¡±. Por eso, en Magical girl, el personaje de B¨¢rbara Lennie accede a una habitaci¨®n de la que nunca veremos su interior, como la cajita que porta Catherine Deneuve en Belle de jour, ¡°porque la insinuaci¨®n, el misterio, es mejor que la verbalizaci¨®n del misterio¡±. Incluso le ocurre con los tebeos: ¡°Nunca me gust¨® Mortadelo y Filem¨®n, sino el manga, con su peculiar plasmaci¨®n del tiempo, con su sutilidad y reflejo de cada acci¨®n¡±. As¨ª nacen sus atm¨®sferas, dilatadas, y unas opciones narrativas radicales en el cine espa?ol: el final impacta porque nadie se hab¨ªa atrevido a mostrar algo as¨ª. ¡°El p¨²blico va conociendo a los personajes, comprendi¨¦ndoles, y luego ya cuento lo que yo quiera¡±.
Y la dominaci¨®n, el juego de qui¨¦n tiene el poder y qui¨¦n lo sufre. ¡°A m¨ª me gustaba c¨®mo lo contaba Von Trier en Dogville. En el momento en que puedes conseguir, abusar de esa dominaci¨®n, buscas la justificaci¨®n que no te aleje de ser una persona maja. Todos nos descargamos pel¨ªculas. ?C¨®mo lo legitimamos? Hablando de lo mala que es la SGAE, de lo injusto de las subvenciones¡ En la pel¨ªcula es un detalle al que sin embargo le he dado vueltas, porque me atrae mucho esa faceta del ser humano. Que cada personaje busque su rol, como en la vida: raz¨®n contra emoci¨®n, dominado contra dominador¡±.
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