Las mentes que mueven los hilos

De sus mentes han salido historias que nos obsesionan, que nos hacen so?ar, que nos entretienen, que nos aceleran el ritmo card¨ªaco, nos hacen re¨ªr y nos hacen llorar. Son los padres de seres como Don Draper, Walter White o Nucky Thompson. Son los verdaderos responsables de la nueva edad de oro de las series, las aut¨¦nticas estrellas de la televisi¨®n estadounidense. L¨®gico que los seguidores de las historias por cap¨ªtulos quieran saber m¨¢s sobre los autores de esa droga que les tiene enganchados.

La serie documental Creadores prodigiosos, la primera pensada especialmente para Canal + Series y cuyo primer cap¨ªtulo se puede ver hoy a las 20.00, se adentra en el mundo de los showrunners, los m¨¢ximos responsables de las ficciones televisivas. ¡°Si una serie fuera un tren, ellos ser¨ªan la locomotora¡±, explica Miguel Salvat, director de Canal +. ¡°Tienen poder total sobre todo, desde la trama y el guion hasta cualquier aspecto de la producci¨®n. Cada vez se habla m¨¢s de ellos y quer¨ªamos contar el origen de algunas de las series que ofrecemos¡±.

En los ¨²ltimos a?os, sus nombres y sus rostros se han hecho m¨¢s identificables para el gran p¨²blico. No es un fen¨®meno nuevo. Como apunta Salvat, autores como David E. Kelley (Boston Legal, Ally McBeal) o Steven Bochco (Canci¨®n triste de Hill Street, La ley de Los ?ngeles) ya eran conocidos y reconocidos en los a?os 80 y 90. ¡°Pero les cortaban las alas los productores ejecutivos de los canales¡±. El punto de inflexi¨®n, como en tantas otras cosas, estuvo en Los Soprano. ¡°David Chase fue capaz de decir que no a un mont¨®n de ¨®rdenes que le dieron y dej¨® claro que ¨¦l ten¨ªa el poder¡±.

Las seis entregas que arrancan hoy se centran en seis de los nombres del momento en la televisi¨®n estadounidense: Matthew Weiner (Mad Men), Jenji Kohan (Orange is the New Black y Weeds), Aaron Sorkin (El ala oeste de la Casa Blanca, The Newsroom, Studio 60), Terence Winter (Boardwalk Empire), Vince Gilligan (Breaking Bad) y Louis C.K. (Louie). Seis personalidades muy distintas cuyo trabajo queda reflejado a trav¨¦s de declaraciones propias, de personas que han trabajado con ellos y de cr¨ªticos estadounidenses. Salvat destaca diferentes aspectos de cada uno de ellos: ¡°Weiner es un tipo superdetallista, perfeccionista hasta la enfermedad. Kohan ha creado series tremendamente rompedoras. Sorkin es m¨¢s t¨¦cnico y muy, muy ambicioso. Winter es muy s¨®lido, quiz¨¢ el m¨¢s cercano de todos ellos al cine cl¨¢sico. Gilligan, al lado del resto, es un corderito, el m¨¢s normal de trato y el que mejor relaci¨®n tiene con su equipo de guionistas, pero tambi¨¦n es un genio. Louis lo hace todo ¨¦l solo y consigue un producto muy personal¡±.

En Creadores prodigiosos, adem¨¢s de conocer mejor la personalidad de los responsables de las series, salen a la luz detalles de la forma de trabajar en las salas de guionistas. ¡°Destacan dos cosas: que ah¨ª se realiza un trabajo coral al servicio del showrunner, que tiene mucho m¨¢s poder del que se piensa la gente, y que cada serie es un mundo totalmente diferente. No tiene nada que ver la forma en la que trabajan en Breaking Bad con la de Louie. Pero en todos los casos hay detr¨¢s una gran disciplina y un liderazgo de hierro¡±. Un mundo bastante diferente al de la ficci¨®n espa?ola, como apunta el director de Canal +. ¡°Aqu¨ª hay menos gente y, sobre todo, con una libertad de acci¨®n menor que en Estados Unidos, donde cuentan con mucha mayor tradici¨®n¡±.

Muchos serieadictos saben vincular r¨¢pidamente cada t¨ªtulo con su creador, conocen sus caracter¨ªsticas, su estilo, sus tics... Los responsables de las series han salido de la sombra y ahora se disputan con los actores la etiqueta de estrellas televisivas. Y con esa mayor visibilidad tambi¨¦n entra en juego la vanidad, como explica Salvat. ¡°Es un factor muy importante. Michael Mann o David Lynch son excelentes profesionales que han dejado que cosas de fuera de su profesi¨®n afectasen a su trabajo. Lo que est¨¢ claro es que las mejores series son aquellas en las que el showrunner ten¨ªa clara la historia de principio a fin antes de empezar. Los temas de vanidad ah¨ª ya importan menos. Pero tambi¨¦n tienen que creerse que son grandes estrellas. Hollywood es un mundo basado en eso. La vanidad tambi¨¦n puede tener un lado positivo¡±.