El toro ya no es el rey
Fracaso sin paliativos de los toros de Hermanos Garc¨ªa Jim¨¦nez en la Maestranza
No est¨¢ claro si alguna vez lo fue, pero es cierto que el toro de hoy no es el protagonista de la fiesta. El rey -el que alguna vez debi¨® ser entronizado, venerado y respetado como tal- no es m¨¢s que un comparsa y una triste caricatura de s¨ª mismo. Si no fuera as¨ª, la corrida de Hermanos Garc¨ªa Jim¨¦nez no se hubiera lidiado en la feria de San Miguel de Sevilla, en este autodenominado santuario de la tauromaquia que cada d¨ªa baja un pelda?o m¨¢s de su bien ganado prestigio.
¡®Aun regalada, esta corrida es cara¡¯, comentaba un vecino, desencantado y desesperado un d¨ªa m¨¢s ante el p¨¦simo juego de los toros. ?Cu¨¢l habr¨¢ sido el precio pagado por la empresa Pag¨¦s al ganadero por estos toros? Hay quien pensaba en el tendido que habr¨ªa sido un regalo, compensado, sin duda, por el dudoso honor de lidiar en la Maestranza (dudoso, claro est¨¢, despu¨¦s del fracaso cosechado). Bueno, pues aunque haya sido un regalo, la corrida ha salido cara. Y lo ha sido porque ha servido para aumentar el dolor de quienes a¨²n sue?an con el toro bien plantado, bravo y de encastada nobleza; y lo ha sido porque ha acrecentado la decepci¨®n y la tristeza de quienes todav¨ªa suspiran con una emocionante tarde de toros.
Pero esta fiesta est¨¢ en manos de quienes est¨¢, que ser¨¢n los aut¨¦nticos culpables de su aireada desaparici¨®n m¨¢s pronto que tarde; y nunca, para su desconsuelo, ser¨¢ por causa de los antitaurinos, que son otros los enemigos que pululan dentro del espect¨¢culo con el ¨²nico objeto de finiquitarla.
En suma, que la corrida de los Hermanos Garc¨ªa Jim¨¦nez estuvo mal presentada, careci¨® de fuerzas, de bravura, de casta, de codicia¡ No quiso comerse a nadie (es decir, que fue tontuna), pero fue la ant¨ªtesis del toro. Claro est¨¢ que no se pic¨®, y parte del p¨²blico (?ay, p¨²blico sabio de la Maestranza¡!) aplaudi¨® a los montados por ello. Algunos ejemplares parecieron borrachuzos, otros se rajaron descaradamente en el tercio final, y todos embistieron de mala gana porque en aquel preciso momento no ten¨ªan nada mejor que hacer.
G. Jim¨¦nez/Moral, Del ?lamo, Galv¨¢n
Toros de Hnos. Garc¨ªa Jim¨¦nez, mal presentados, flojos, mansos, sosos, descastados y nobles.
Pepe Moral: tres pinchazos y estocada (ovaci¨®n); metisaca y estocada baja (silencio).
Juan del ?lamo: pinchazo y estocada (silencio); pinchazo, estocada trasera y un descabello (silencio).
David Galv¨¢n: estocada trasera (silencio); pinchazo y estocada _aviso_ (palmas).
Plaza de la Maestranza. 27 de septiembre. Primera corrida de la feria de San Miguel. Media entrada.
Con material tan desechable, qu¨¦ pueden hacer tres j¨®venes con aspiraciones de ser alguien destacado vestido de luces. Poco, muy poco, no m¨¢s all¨¢ de mostrar voluntad, buenas maneras, decisi¨®n y entrega.
Esa fue la tarjeta que ense?¨® Pepe Moral, henchido de ¨¢nimo y buenas maneras despu¨¦s de las fatigas que le ha hecho pasar el maldito destino. Moral quiere cambiar el suyo y volvi¨® a decir que sabe torear con capote y muleta. Apunt¨® su buen estilo a la ver¨®nica, y dej¨® claro que siente el toreo, que no sale, como tantos, a dar pases, que corre la mano con templanza, y que su toreo tiene hondura, clase y gusto. As¨ª lo hizo ver ante su primero, el de m¨¢s clase de la tarde, al que mulete¨® por ambas manos con reposo y mejor empaque. Con el otro, un toro rajado y sin una gota de calidad, se justific¨®.
Del ?lamo lo intent¨® con todas sus fuerzas de principio a fin; pero ni tuvo oponentes, ni su tarde fue la m¨¢s entonada. Acobardado fue el primero y tullido el quinto, y el diestro se entreg¨® con un toreo acelerado, superficial y en l¨ªnea recta que pas¨® desapercibido incluso para los que aplaud¨ªan a los picadores por no picar.
Y Galv¨¢n es otro muchacho con serias aspiraciones. Le sobra el valor, posee la t¨¦cnica suficiente y pisa terrenos comprometidos. Apunt¨®, incluso, que sus maneras son de torero hondo, pero no tuvo opciones ni con el apagado tercero ni con el sexto, de muy corta embestida.
En fin, que la corrida -aun cuando haya salido gratis- era un regalo envenenado; y algo peor: el negro presagio de que esta fiesta se est¨¢ desangrando y los responsables solo ocupan su tiempo en echarles las culpas a los antitaurinos.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.