La vida p¨®stuma de Jes¨²s Franco

¡°Dirigir una pel¨ªcula no es ser Einstein, Dostoievski, Dal¨ª, Picasso o Goya. Es una profesi¨®n de showman. No creo que ni el m¨¢s maravilloso director sea m¨¢s importante que un buen organizador de espect¨¢culos¡±, afirma Jes¨²s Franco en Ll¨¢male Jess Redux, el documental de Carles Prats que llega a las pantallas coincidiendo con el estreno de Revenge of the Alligator Ladies, la pel¨ªcula p¨®stuma que el prol¨ªfico director de Gritos en la noche (1962) dej¨® inacabada y que ha terminado su compa?ero de juegos y actor fetiche Antonio Mayans.

As¨ª, poco m¨¢s de un a?o y medio despu¨¦s del fallecimiento de Franco, se completa una de las filmograf¨ªas m¨¢s inabarcables del cine espa?ol con una pel¨ªcula de ficci¨®n, que tiene una rocambolesca historia detr¨¢s, y con la versi¨®n definitiva de un documental que captura la complejidad del personaje. El recuerdo sigue felizmente vivo: en abril Filmoteca Espa?ola dedic¨® un ciclo a su trabajo y el sello Tema ha lanzado la colecci¨®n de DVD In¨¦ditos de Jes¨²s Franco. En el Festival de Toronto, Peter Strickland, autor de Berberian Sound Studio (2012), estren¨® su ¨²ltimo trabajo, The Duke of Burgundy, subrayando su deuda con el cine psicosexual de Franco.

Mayans llevaba 20 a?os sin trabajar a las ¨®rdenes de Franco cuando, en febrero de 2012, recibi¨® una inesperada llamada del cineasta: ¡°Cre¨ªa que me iba a ofrecer algo, pero no. Llamaba para decirme que su compa?era Lina Romay hab¨ªa muerto, que estaba solo y que fuese inmediatamente a verle a M¨¢laga. Me lo encontr¨¦ en silla de ruedas y sin saber qu¨¦ hacer. Me di cuenta de que la ¨²nica manera de sacarle de ese marasmo era ponerle a rodar otra vez. Record¨¦ que el productor Ferran Herranz hab¨ªa reunido dinero para hacer un documental sobre su figura y decid¨ª convencerle para invertir eso en una nueva pel¨ªcula¡±. El resultado fue Al Pereira vs. Alligator Ladies (2012), donde Mayans retomaba a uno de los personajes m¨¢s emblem¨¢ticos en la filmograf¨ªa de Franco, rodeado de un grupo de actrices desnudas que desafiaban su moralidad y se burlaban de su hombr¨ªa crepuscular. ¡°Nos pasamos quince d¨ªas escribiendo una serie de guiones, pero, al empezar el rodaje, Franco pas¨® por completo y se dedic¨® a improvisar¡±, a?ade Mayans.

Como en sus mejores tiempos de viejo zorro de la serie Z, Franco hab¨ªa prometido a su productor llovido del cielo dos filmes por el precio de uno. ¡°Muri¨® diez d¨ªas despu¨¦s del estreno en salas de la pel¨ªcula, dejando montado el esqueleto de la segunda, que consist¨ªa en 50 minutos de metraje con las chicas malague?as en pelotas¡±, recuerda Herranz, ¡°Mayans se sinti¨® culpable y me dijo que, si Jes¨²s me hab¨ªa prometido dos pel¨ªculas, iba a tenerlas. Cogi¨® ese material y lo ha convertido en una locura¡±. Esa locura es Revenge of the Alligator Ladies, que firman Franco y Mayans y que el actor ha transformado en una suerte de exorcismo personal, centrado en el repudio de su entorno familiar a su estrecha relaci¨®n profesional con Jes¨²s Franco. ¡°Mi mujer ha sido celosa en cantidades desbordantes¡±, confiesa Mayans, ¡°pretend¨ªa que las actrices se cubrieran con una bata de boatin¨¦ al terminar las tomas y eso, en los rodajes de Jes¨²s, no sol¨ªa pasar. Decid¨ª integrar en la pel¨ªcula esa tensi¨®n entre mi vida personal y mi labor con ¨¦l¡±. El incondicional de Franco encontrar¨¢ aqu¨ª un valioso tesoro: el resto de espectadores ver¨¢, simplemente, algo aberrante e imp¨²dico.

Para el documentalista Prats, ¡°Franco era una corriente cinematogr¨¢fica en s¨ª mismo. Sosten¨ªa que todo lo que proyectes en una pantalla es cine y lo llev¨® al extremo¡±. Prats planeaba otros proyectos junto a Franco que se quedar¨¢n en el tintero: Dr¨¢cula en Barcelona, sobre la relaci¨®n del cineasta con la Gauche Divinen durante el rodaje de El conde Dr¨¢cula, y un homenaje al Filming Othello de Orson Welles donde Franco iba a comentar frente a una moviola escenas in¨¦ditas de su malograda musa Soledad Miranda. Mayans da testimonio de que el director muri¨® con las botas puestas: ¡°Cuando le dije que, en el estreno de Al Pereira vs. Alligator Ladies, el p¨²blico se lo pasaba en grande cachonde¨¢ndose de la pel¨ªcula, se entusiasm¨® y me dijo: ?Vamos a rodar otras dos! Eran las tres de la tarde. A las siete le dio el ictus y cinco d¨ªas despu¨¦s muri¨®¡±.