La muerte del ¡®booktrailer¡¯

¡°No juzguen un libro por su cubierta¡±. El ir¨®nico eslogan de BookReels, que lleg¨® a ser seg¨²n Publishers Weekly ¡°la MTV de los libros¡±, parece estar hoy, para muchos, volvi¨¦ndose en su contra: los booktrailers o tr¨¢ileres de libros, esos videoclips que hace un lustro explotaron como herramientas de promoci¨®n editorial en Internet, siguen siendo en la actualidad cultivados, pero discutidos. Su influencia y efectividad, debido a la crisis y al abuso de los m¨¦todos fr¨ªvolos o caseros (los hay hechos con el iphone, y los hay con buen presupuesto, pero de verg¨¹enza ajena), no dejan adem¨¢s de languidecer, y autores tan documentados como Javier Calvo consideran que se han convertido hace tiempo en un ¡°espanto¡± y un ¡°g¨¦nero maldito¡±.

Lejos del dorado 2012 en que docenas de cert¨¢menes hoy extintos se autoproclamaban ¡°los Oscar del booktrailer¡± (algunos, como los Moby Awards, auspiciaron la joya del Going West de Maurice Gee), estos ganchos audiovisuales, ofertados por un sinf¨ªn de empresas a precios que van de 50 a 5.000 euros, se han revelado en ¨¦poca de vacas flacas como caros y de dudosa efectividad, hasta el punto de frenar su expansi¨®n en una Latinoam¨¦rica que fue cuna de los ya cl¨¢sicos Imaginantes de Jos¨¦ Gordon. Pertinaz, pese a todo, con su pionero Me gusta leer, lanzado en 2008 con un booktrailer adaptado al acento de Chile o M¨¦xico, el grupo Penguin Random House se mantiene como el l¨ªder del sector en espa?ol, convencido de que, seg¨²n las estad¨ªsticas, uno de cada dos lectores se informa sobre sus t¨ªtulos futuros en Internet, y que una de cada tres de esas consultas acaba en un v¨ªdeo.

El espectacular resultado del historietista Aleix Sal¨®, que acumula ya 5.833.330 visitas con v¨ªdeos-reclamo como Espa?ist¨¢n; de La doctrina del shock, de Naomi Klein, con un booktrailer dirigido por Alfonso Cuar¨®n y al fin convertido en pel¨ªcula; o de La casa de hojas, de Mark Z. Danielewski, cuyo poco comentado booktrailer es un alarde de creatividad, demuestran en cualquier caso que tampoco hace falta ser apocal¨ªpticos. Los power points o pases de diapositivas con citas y un hilo musical a lo Kenny G no apuntan hacia la salvaci¨®n del invento, desde luego, y el hecho de que los booktrailers m¨¢s vistos de YouTube est¨¦n protagonizados por la cantante y actriz Bella Thorne, por el mon¨ªsimo perrito Boo y por dos j¨®venes actores hot que dan vida a los personajes del Rules of Attraction de Bret Easton Ellis, seguramente tampoco.

Pero el humor, el ritmo y la originalidad, bases de todo producto audiovisual, a¨²n esconden sorpresas. Vean si no estos ejemplos: el de Blameless, de Gail Carriger, que nace del making of de una portada; el de las mexicanas Librer¨ªas Gandhi, que no es en s¨ª un booktrailer, pero fomenta la lectura con audacia; y el del reciente, ¨¢cido y expl¨ªcito Thug Kitchen, que cumple como pocos su funci¨®n. ?Dan que pensar? Dec¨ªdanlo, saben c¨®mo: exploren, naveguen y no juzguen un libro por su imagen¡­ se mueva o no.