Pedradas

Para Pablo Iglesias y Podemos es un chollo ser invitado a laSexta Noche con el asunto de las tarjetas de cr¨¦dito opacas de Bankia en boca de todos. Estaba c¨®modo como un vendedor de helados en un abrasador d¨ªa de playa. Insisti¨® en que sus posiciones no distan demasiado de las de la socialdemocracia hace tres d¨¦cadas, pero en el combate cuerpo a cuerpo con el ala m¨¢s hist¨¦rica de la prensa nacional se enfangaron los ¨¢nimos. Es f¨¢cil luchar contra la manipulaci¨®n que lo emparenta con ETA y las mentiras m¨¢s toscas, como esa de que viaja en primera clase desde Bruselas, pero al retarse a los juzgados Eduardo Inda y ¨¦l durante el fragor de la noche reproduc¨ªan la frustraci¨®n que Artur Mas y Rajoy transmiten cuando no son capaces de articular una salida pol¨ªtica distinta a enfrentar a la calle contra los tribunales superiores. Pedradas contra ideas.

Fue Francisco Marhuenda quien adopt¨®, desde la oposici¨®n frontal, un tono respetuoso que sirvi¨®, por una vez, para escuchar algo m¨¢s que dogmatismos y afrentas. Pablo Iglesias asegura, y lo ha repetido en su gira latinoamericana, que los debates televisivos han sustituido al Parlamento. Puede que sea un an¨¢lisis cierto, pero elude que los convocados a ese debate lo hacen por designio de los directores de las cadenas y no por decisi¨®n popular. Y que ese Parlamento responde, en ¨²ltima instancia, al negocio del espect¨¢culo y no a la voz del pueblo expresada en ese derecho a decidir cierto y habitual que consiste en el recuento del d¨ªa de las votaciones. Necesitamos la regeneraci¨®n, pero liderada por los votantes.

Una frase de Pablo Iglesias fue destacada en esos titulares que jalonan ahora toda entrevista de tele resumiendo la esencia de lo que escuchamos. Dec¨ªa as¨ª: ¡°Cuando nosotros gobernemos no habr¨¢ futbolistas que no paguen impuestos¡±. Suena bien, pero a d¨ªa de hoy Messi va a ser juzgado por delito fiscal y la directiva del Barcelona ha de arreglar con Hacienda el fichaje de Neymar y sus despieces mercantiles fraudulentos. Es decir, las leyes y las instituciones espa?olas est¨¢n dise?adas de manera correcta; faltan recursos y personas al mando elegidas por su capacidad y honestidad. Las limitaciones de la democracia residen en las personas, no en las instituciones.