¡°La televisi¨®n es la mejor muestra del cine independiente que ya no existe¡±

El nombre de Billy Bob Thornton lleva a?os unido al de Fargo. No fue parte del filme original de los hermanos Coen como muchos se creen pero ambos fueron compa?eros de viaje en esa revoluci¨®n cinematogr¨¢fica independiente que sacudi¨® Hollywood a mediados de los noventa. Los Coen consiguieron el Oscar al mejor guion original el mismo a?o que Thornton se qued¨® con el de mejor guion adaptado por El otro lado de la vida (Sling Blade). ¡°Y mejor para los dos porque me hab¨ªa pasado toda la temporada pensando c¨®mo ganarles en los Oscar¡±, afirma el actor a este peri¨®dico. Lo dice entre carcajadas, recordando un pasado que poco apuntaba al d¨ªa de hoy, cuando el int¨¦rprete, director y guionista encabeza el reparto de esta versi¨®n para televisi¨®n de la pel¨ªcula de los Coen. Pero como dice, ahora sin risas y algo m¨¢s resignado, es que las cosas han cambiado mucho. ¡°El cine ya no existe como lo conocimos¡±, argumenta, volviendo la vista a ese ¡°tiempo de renacimiento¡± que le toc¨® vivir junto a los Coen o con filmes como Un paso en falso. ¡°Para empezar ¨ªbamos a verdaderas salas donde todos ve¨ªamos lo mismo en lugar de esos multicines de ahora. E ¨ªbamos con los ojos abiertos y ganas de disfrutar. Ahora ya no se presta la misma atenci¨®n¡±, contin¨²a su cr¨ªtica.

¡°Fargo¡¯ es ese punto en el que todos somos peces fuera del agua¡±

Su nueva esperanza tambi¨¦n se llama Fargo, esa serie cuyo preestreno en Espa?a se incluy¨® como parte del Festival de Sitges antes de comenzar su andadura esta noche (22.30) en Canal + Series. ¡°La televisi¨®n es la alternativa. Es la mejor muestra del cine independiente que ya no existe. Al menos en contenido¡±, agrega contento de contar con esta tabla de salvaci¨®n. ?l fue el primero en subirse a esta adaptaci¨®n que se intenta alejar en su trama lo m¨¢s posible del filme que los hermanos Coen dirigieron en 1995. ¡°S¨®lo hemos querido mantener el tono¡±, recuerda el int¨¦rprete del trabajo de Noah Hawley, su showrunner. Hay m¨¢s similitudes, como el a?o en el que transcurre la acci¨®n, 1987, e incluso la trama, relacionada tambi¨¦n con un crimen improbable que tiene lugar en un pueblo perdido en medio de la nieve y donde sus protagonistas m¨¢s que criminales son esperpentos, aunque eso no los hace menos peligrosos. Pero como subraya Thornton, Fargo no es tanto el lugar como un estado mental, ¡°ese punto en el que todos somos peces fuera del agua¡±.

As¨ª se sinti¨® Allison Tolman cuando consigui¨® el papel que m¨¢s se aproxima al que interpret¨® Frances McDormand en el original. Desconocida y desempleada como actriz, lo ¨²nico que ten¨ªa en com¨²n con la serie es que se cri¨® en Chicago, por lo que est¨¢ acostumbrada a las g¨¦lidas temperaturas de Calgary (Canad¨¢), donde rodaron durante cinco meses. ¡°Llevaba una d¨¦cada esperando algo as¨ª y ya hab¨ªa tirado la toalla¡±, se?ala quien lleg¨® a la audici¨®n de la serie el mismo d¨ªa que solicitaba empleo en una imprenta local. Colin Hanks pas¨® por la misma prueba de selecci¨®n a pesar del peso de su apellido. ¡°Es imposible salir de debajo de la sombra de mi padre¡±, se sincera el hijo de Tom Hanks. No lo dice con pesar porque al menos as¨ª puede reservarse para los trabajos que considera buenos, como le sucedi¨® con Fargo. ¡°Nunca hab¨ªa le¨ªdo nada as¨ª. Y eso que Fargo, la pel¨ªcula, fue mi carta de presentaci¨®n al mundo de los Coen¡±, recuerda con admiraci¨®n.

Su sorpresa fue por la calidad, no por el medio. El joven Hanks lleva a?os trabajando en televisi¨®n, incluidas series como Mad Men, y sabe que la televisi¨®n ofrece el mejor veh¨ªculo para contar historias. ¡°Porque como dice Billy Bob Thornton con m¨¢s soltura que yo, ciertas pel¨ªculas como Fargo ya no se encuentran en cine. Sin embargo, te encuentras con estas historias en televisi¨®n y encima tienes 10 horas para contarlas¡±. En el caso de Thornton, esta es la primera incursi¨®n televisiva de la que se siente orgulloso. No esconde sus reparos con el medio porque cuando lo prob¨®, entre finales de los ochenta y principios de los noventa, la televisi¨®n era otra cosa. ¡°No ten¨ªa tanto que ofrecer. La televisi¨®n ten¨ªa las manos atadas por la censura. Ahora hay m¨¢s libertad art¨ªstica que en el cine, donde, por culpa de la edad media del p¨²blico, puedes mostrar a un heroin¨®mano siempre que no fume¡±, rebufa. No le echa la culpa a los estudios. ¡°Si la gente por encima de los 40 no va al cine, ?para qu¨¦ van a hacer pel¨ªculas para un p¨²blico adulto?¡±, a?ade ret¨®rico. A¨²n as¨ª y mientras disfruta de este nuevo empuje en su carrera, Thornton no cree que la televisi¨®n sea su meta. ¡°No todos llevamos en la sangre una serie que dure siete a?os¡±.