Lama de G¨®ngora, una desilusionante encerrona sevillana
El novillero solo cort¨® dos orejas en una tarde que no estuvo a la altura de lo esperado
No resulta f¨¢cil vestir de limpio a un chaval que se atreve con la heroicidad de encerrarse ¨¦l solito con seis novillos en una plaza de la categor¨ªa de la Maestranza de Sevilla. Vaya, pues, de entrada, el sombrerazo de respeto y admiraci¨®n para quien se somete a un tribunal tan prestigioso a las puertas de su alternativa. Por eso, al margen del resultado final, es necesario que quede claro que no todo el que se viste de luces est¨¢ dispuesto a vivir y a sufrir la soledad de tama?o compromiso en plaza de tan grande responsabilidad.
Seis ganader¨ªas/ Lama de G¨®ngora
Novillos de seis ganader¨ªas, muy justos de presentaci¨®n y c¨®modos de cabeza; 1?, de El Parralejo, manso y noble; 2?, de Fuente Ymbro, bravo y encastado; 3?, de Javier Molina, descastado; 4?, de El Pilar, manso y soso; 5?, de Daniel Ruiz, devuelto al partirse un pit¨®n; el sobrero y el sexto, de Luis Algarra, muy nobles.
Lama de G¨®ngora: estocada (ovaci¨®n); pinchazo y estocada (vuelta por su cuenta); pinchazo (silencio); tres pinchazos y un descabello (silencio); estocada (oreja); pinchazo y estocada (oreja).
Plaza de la Maestranza. 12 de octubre. ?ltimo festejo de la temporada. Media entrada.
Hechos los cumplidos a los que obliga la justicia, no ser¨ªa bueno enga?ar a nadie; y el primero que debe saber la verdad ¡ªque la sabe antes que nadie¡ª es el propio torero.
Lama de G¨®ngora cort¨® dos orejas y salv¨® los muebles in extremis cuando la tarde se hab¨ªa deslizado por ese preocupante precipicio del aburrimiento y la decepci¨®n. Se esperaba m¨¢s, mucho m¨¢s, de quien ha concitado la ilusi¨®n de la afici¨®n sevillana y se presenta para el pr¨®ximo a?o como una de las fundadas esperanzas del toreo de pellizco. Pero Lama desilusion¨®, no estuvo a la altura deseada, y a pesar de que se enfrent¨® a un lote de novillotes comodones, con las mejores hechuras para embestir y todos del muy apreciado encaste Domecq, se mostr¨® como un torero fr¨¢gil, poco cuajado, con pocos mimbres, con una corta tauromaquia, que torea bien, pero dice poco, que da muchos pases, pero ayunos de hondura; y que lo hace todo muy despegado y con muchas prisas; y que las tandas resultan muy cortas, un visto y no visto, y que no tore¨® con la mano izquierda, lo que es pecado mortal, que el capote en sus manos fue un manojo de intentos bald¨ªos¡
Recibi¨® a su primero de rodillas en la puerta de chiqueros, muy diligente, pero se desinfl¨® en una faena de muleta con poco mando a un muy noble oponente. Brill¨® m¨¢s la movilidad encastada del bravo segundo que el toreo de Lama, sin ajuste ni empaque. Se justific¨® ante los deslucidos tercero y cuarto, y se enrabiet¨® cuando se anunci¨® la salida del quinto y solo hab¨ªa dado una vuelta al ruedo por su cuenta. Hasta cinco largas cambiadas de rodillas le dio al sobrero que hu¨ªa de su sombra, y destac¨®, despu¨¦s, en algunos redondos que tuvieron menos enjundia que lo que hac¨ªan notar sus muchos partidarios. Mat¨® bien y se le concedi¨® el primer trofeo de la tarde. Volvi¨® a la puerta de chiqueros en el sexto, luci¨® en un quite por garbosas chicuelinas y busc¨® el triunfo con renovada ilusi¨®n. Son¨® la m¨²sica mientras el novillo embest¨ªa con calidad y Lama lo muletaba, otra vez, despegado y sin sosiego. Pinch¨® y le ahorr¨® a la presidenta el mal trago de decidir un doble trofeo que en modo alguno mereci¨®.
En fin, que la tarde no fue redonda. Ya se sabe que encerrarse con seis toros, aunque sean novillos muy viene escogidos, es una loter¨ªa que te encumbra o pasa factura. Ojal¨¢ Lama de G¨®ngora sea protagonista de una alternativa de categor¨ªa y pueda demostrar que su desilusionante gesta sevillana no fue m¨¢s que un mal sue?o.
Decepci¨®n en Las Ventas
Con un tercio de entrada se celebr¨® la ¨²ltima corrida de la temporada en la plaza madrile?a. Se lidiaron toros de Palha, desiguales de presentaci¨®n, descastados y desclasados. El balance de los toreros fue el siguiente: S¨¢nchez Vara, silencio en su lote; Guerrita Chico, que confirm¨® la alternativa, silencio tras aviso y silencio, e Israel Lancho, silencio en ambos.
Babelia
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