Jos¨¦ Guerrero, cien a?os de aquel pintor granadino en Manhattan
El Centro Guerrero y La Alhambra muestran dos exposiciones del artista
En los primeros d¨ªas de noviembre de 1949, el pintor Jos¨¦ Guerrero (Granada, 1914 - Barcelona, 1991) llegaba a Nueva York reci¨¦n casado con una periodista de la revista Life, Roxane Whittier Pollock. Hijo de una humilde familia granadina, Guerrero hab¨ªa vivido becado en Madrid, Roma y Par¨ªs y disfrutaba de una incipiente fama como artista. Pero su inmersi¨®n en la capital mundial del arte y la forma de entender la pintura de los expresionistas abstractos a base de manchas y colores puros le produjo tal impacto que nunca volver¨ªa a ser el que era. Guerrero pas¨® a formar parte del movimiento art¨ªstico americano por excelencia: el expresionismo abstracto, junto a Pollock, Motherwell, De Kooning o Rothko. Es una etapa que se prolonga entre 1950 y 1966 y que bajo el t¨ªtulo de The presence of Blackengloba el centenar de obras con que Granada celebra el centenario del artista.
Se trata de una retrospectiva, abierta hasta el 6 de enero, centrada en su etapa americana, la que le situ¨® en las cotas m¨¢s altas, pero tambi¨¦n la menos investigada y conocida. Organizada en colaboraci¨®n con Acci¨®n Cultural Espa?ola, a partir del 22 de enero se podr¨¢ ver en la Casa de las Alhajas de Madrid y el 7 de mayo en la Fundaci¨®n Su?ol de Barcelona.
Form¨® parte del expresionismo abstracto junto a Pollock, Rothko...
Comisariada por la directora del Centro Jos¨¦ Guerrero, Yolanda Romero, y el coordinador de exposiciones del museo, Francisco Baena, se muestran en dos sedes un centenar de obras (lienzos, grabados y dibujos y algunos ¡°frescos port¨¢tiles¡±) de las que una gran parte no se han visto casi nunca en p¨²blico ya que han sido prestadas por colecciones privadas. Junto a estas piezas, se intercalan documentos, fotograf¨ªas y escritos que explican c¨®mo fueron aquellos a?os en EE UU para el artista andaluz.
El recorrido empieza en la capilla del Palacio de Carlos V de La Alhambra. All¨ª se exhibe una selecci¨®n de obras de finales de los cuarenta. Ah¨ª est¨¢n el negro de las mujeres enlutadas, las cruces de los cementerios de las que nunca acabar¨ªa de desprenderse o los arcos que adornan las celos¨ªas de los patios del palacio Nazar¨ª. Tambi¨¦n se puede ver una muestra de sus primeros grabados, procedentes de la colecci¨®n de la familia Guerrero, y los ¡°frescos port¨¢tiles¡±: paneles en los que integraba pintura y arquitectura insertando uralita, ladrillos refractarios o bloques de cemento en la obra.
El Centro Guerrero, depositario de 60 cuadros m¨¢s el archivo del artista, ofrece un recorrido cronol¨®gico. En Europa hab¨ªa conocido a los maestros de la vanguardia (Matisse, Picasso, Gris, Mir¨®, Klee). ¡°Pero cuando conoce el expresionismo abstracto¡±, cuenta Romero, ¡°la conmoci¨®n fue formidable. ?l ha escrito que cada vez que ve¨ªa una de esas obras, cargadas de manchas y de los colores puros que persegu¨ªa, ten¨ªa que salir a respirar a la ventana¡±.
Varias circunstancias hicieron que Guerrero se integrara entre los grandes que mandaban en Nueva York. Pronto se interes¨® por ¨¦l James Johnson Sweeney, director del Guggenheim, que le compr¨® obra y le introdujo en exposiciones colectivas y su primera individual frente a Mir¨®. Por otro, la gran galerista de los expresionistas abstractos, Betty Parsons, no dud¨® en incluirle en su n¨®mina junto a Rothko, Pollock, Still o Newman. En Espa?a, su galerista fue Juana Mord¨® y solo en los ¨²ltimos a?os de su vida, Carles Tach¨¦. Lo que pinta en esta etapa son lienzos de gran formato llenos de color como Black Cries, dedicado al nacimiento de su hija Lisa. Llegan despu¨¦s obras en las que muestra signos claros de cambio, gracias al uso de colores provocativos sumados a formas dram¨¢ticas, en los que el negro ocupa protagonismo y que es reflejo de su estado de ¨¢nimo; su estabilidad se derrumb¨® ante la muerte de un amigo, lo que le llev¨® a psicoanalizarse cuatro a?os. Despu¨¦s del tratamiento viaja en solitario a Espa?a y decide que vivir¨¢ entre su pa¨ªs de origen y EE UU, pero con la base en tres lugares: su cortijo de Frigiliana (M¨¢laga), Cuenca (colabora con el Museo de Arte Abstracto) y Madrid.
Babelia
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