Banana Yoshimoto: ¡°Los japoneses han ido perdiendo la fe en s¨ª mismos¡±
La escritora traza un recorrido por sentimientos en su nuevo libro 'Un viaje llamado vida'
¡°Siento algo de pudor por el hecho de que los lectores me conozcan a trav¨¦s del ensayo, pues mi dedicaci¨®n principal es la novela, pero, por supuesto, estoy contenta¡±, afirma la escritora Banana Yoshimoto (Tokio, 1964) sobre Un viaje llamado vida, una colecci¨®n de ensayos donde el movimiento (hacia otros pa¨ªses o entre la rutina cotidiana) es el eje de cada texto y que se acaba de publicar en Espa?a. El libro, editado por NHK en 2006, lo ha lanzado Satori Ediciones, especializada en cultura japonesa y que ha inaugurado con este volumen una colecci¨®n en la que se apuesta por nombres destacados de la joven literatura nipona como Fuminori Nakamura y Misumi Kubo.
Yoshimoto irrumpi¨® en el mundo literario en 1987 con Kitchen (Tusquets), una sorprendente primera novela (con tecnolog¨ªas, crisis personales y cocina como tel¨®n de fondo) escrita cuando a¨²n era estudiante y que le report¨® importantes premios. Kitchen ha sido llevada al cine en dos ocasiones y otras dos pel¨ªculas con guion de Yoshimoto, basados en sendas novelas suyas, se estrenan este a?o en Jap¨®n: Umi no futa y Shirakawa yofune.
Con m¨¢s de una docena de novelas y varios ensayos, es, junto con Haruki Murakami, la figura de la literatura japonesa contempor¨¢nea m¨¢s conocida fuera de su pa¨ªs. Sus obras, donde prima el existencialismo urbano, han sido traducidas a m¨¢s de 20 lenguas y, aunque habitualmente pasa bastante tiempo entre la publicaci¨®n en Jap¨®n y su traducci¨®n al espa?ol, llegan con regularidad ante sus seguidores de aqu¨ª.
Mahoko Yoshimoto (que emplea el seud¨®nimo Banana porque le gustan las flores de banano ¡°por su belleza andr¨®gina¡±), es remisa a conceder entrevistas. Pero en este caso accedi¨® a responder v¨ªa correo electr¨®nico, dando las gracias lo primero de todo. Aunque hubo una cuesti¨®n que evit¨®, ¡°por pudor¡±, seg¨²n sus editores. Se trataba de su opini¨®n sobre la relevancia de las mujeres en la literatura de su pa¨ªs. Cosas de la irremediable discreci¨®n japonesa¡
La escritora opina que ¡°hoy en d¨ªa el arte y el romanticismo han desaparecido del coraz¨®n de los japoneses¡±, y por eso, est¨¢ trabajando ¡°en una novela centrada en esa idea¡±.
El arte y el romanticismo han desaparecido del coraz¨®n de los japoneses"
En Un viaje llamado vida se mueve por pa¨ªses y lugares a trav¨¦s de los sentimientos. En un momento dice que ¡°el aire seco de Egipto es ideal para enjugar bien el coraz¨®n h¨²medo de los japoneses¡±. Banana Yoshimoto sabe perfectamente de lo que habla y en qu¨¦ se manifiesta esa humedad del car¨¢cter nip¨®n: ¡°El clima ejerce una gran influencia en los seres humanos. En Jap¨®n, las casas se descomponen r¨¢pidamente. Hace mucho bochorno en los d¨ªas de verano en los que apenas sopla la brisa. Por eso, la gente se irrita y se pone nerviosa. Sin embargo, mientras estuve en Egipto, el aire era tan seco que apenas sudaba y no me hac¨ªa falta cambiarme de ropa cada poco. Por lo tanto, recuerdo que mi estado de ¨¢nimo era claro, completamente definido, en blanco y negro, sin matices de gris, es decir, sin ambig¨¹edad¡±.
P. ?El contacto con otras culturas le ha influido en la percepci¨®n de su identidad japonesa?
R. Los japoneses, poco a poco, han ido perdiendo la fe en s¨ª mismos. Actualmente existen numerosas reglas que han pasado a considerarse cosas de sentido com¨²n aun siendo completamente absurdas. Cosas como que la temperatura de la leche que damos a los beb¨¦s tiene que estar a unos grados determinados, ni uno m¨¢s ni uno menos, o que los padres deben ir vestidos con unas prendas muy concretas para acompa?ar a sus hijos en el examen del ingreso, o que si alguien no limpia la parte de calle desde la entrada de su casa hasta la entrada de su vecino caer¨¢ mal entre la gente del barrio por su ego¨ªsmo. Admito que estas cuestiones funcionan muy bien en Jap¨®n pero no lo hacen as¨ª en el resto del mundo. Entrar en contacto con otras culturas me hizo replantearme todo esto y as¨ª comenc¨¦ a pensar qu¨¦ aspectos me interesaba conservar o descartar. En cierto modo tambi¨¦n me hizo pensar c¨®mo quiero ser vista por los dem¨¢s.
P. ?Ha viajado por Espa?a?
R. S¨ª, una vez y por un corto per¨ªodo de tiempo, pero es un pa¨ªs que me encanta. Me gust¨® mucho el ambiente de principios de verano y c¨®mo la ciudad comenzaba a animarse al atardecer. El Museo del Prado me impresion¨® tanto que quise permanecer all¨ª horas y horas. Y, naturalmente, ?me encantan las tapas! ?Podr¨ªa alimentarme a base de tapas todos los d¨ªas!
P. Hace constantes referencias a las cosas que le disgustan de la vida en Tokio, ?tiene una relaci¨®n amor-odio con la ciudad?
R. Es muy triste para m¨ª ser testigo de c¨®mo Tokio, mi ciudad natal, se va convirtiendo en una ciudad cada vez m¨¢s aburrida. Sin embargo, aunque me aleje de ella, creo que amar¨¦ Tokio para siempre. Creo que ese sentimiento hacia Tokio arraig¨® en mi coraz¨®n durante mi infancia. El Tokio de cuando yo era peque?a era excepcionalmente hermoso, especialmente en oto?o y en invierno. Era tan hermoso como un sue?o.
P. ?Por qu¨¦ cree que Tokio y en general Jap¨®n, sigue fascinando tanto a los gaijin o extranjeros?
R. ?Podr¨ªa ser por la limpieza, la seguridad, la esmerada y delicada hospitalidad, la comida econ¨®mica a pesar de ser muy elaborada...? Con un poco de ingenio, uno puede disfrutar por poco dinero de un viaje maravilloso. En realidad, los extranjeros son m¨¢s h¨¢biles que los japoneses a la hora de actuar, de moverse y de gestionar las cosas. Por eso mismo descubren muchos lados buenos de Jap¨®n de los que nosotros mismos, los japoneses, no nos damos cuenta. Tambi¨¦n, aunque carezca del dinamismo de las ciudades, la naturaleza es hermosa y hay numerosos paisajes delicados.
En una escena en la que han de comer, los personajes se relajan y adquieren de repente el toque humano"
P. Domina la novela, pero ?se siente c¨®moda con el ensayo como g¨¦nero literario?
R. Considero el ensayo no como actividad principal sino secundaria, y por tanto, abordo la tarea de escribir un ensayo disfrutando, como cuando montas un puzzle o juegas a un juego. Lo voy construyendo seg¨²n lo que me pide y acorde a su fin.
P. ?C¨®mo ve el papel de las mujeres en Jap¨®n?
R. Me da la sensaci¨®n de que la mujer japonesa est¨¢ asumiendo considerables excesos. Trabajar fuera de casa durante muchas horas igual que los hombres, hacer las tareas dom¨¦sticas; adem¨¢s tienen que estar guapas, tener hijos¡ Me parece muy duro. Intentan hacer todo lo que pueden esforz¨¢ndose al m¨¢ximo, lo cual es admirable pero tambi¨¦n muy estresante.
P. El desastre del terremoto y el tsunami ha influido en los escritores y artistas. ?Le ha influido a usted?
R. En aquel momento me atormentaba pensando hasta qu¨¦ punto podr¨ªa actuar para prestar mi ayuda de forma directa. Sin embargo, al no tener ning¨²n familiar directo ni amigos en la regi¨®n de T¨hoku, decid¨ª expresarlo en forma de novela. Creo que el hecho de haber llevado a cabo esta intenci¨®n despu¨¦s de haberme preocupado, me hizo crecer en gran medida.
P. Desde sus inicios, en sus obras hay constantes referencias a la comida. ?Es un buen material literario?
R. Como escritora siento que, en una escena en la que han de comer, los personajes pierden el estado de extrema tensi¨®n, se relajan y adquieren de repente el toque humano. Considero que es muy importante describir ese momento y atrapar su humanidad.
P. En Jinsei no tabi wo yuku habla de su hijo. ?Ser madre le ha cambiado su percepci¨®n o su actitud como escritora? ?No le ha apetecido adentrarse en el mundo de los cuentos y las historias infantiles?
R. Creo que en realidad siempre he escrito f¨¢bulas porque entiendo precisamente que la realidad no es como un cuento de hadas. Quiero nutrir la parte hermosa del coraz¨®n de los lectores y de este modo sanarlos, aliviarlos. Al haberme convertido en madre, siento que esa responsabilidad, y la consciencia de la misma, se han intensificado. Para m¨ª es muy importante ense?ar a mi hijo el poder de so?ar y al mismo tiempo de lo terrible que puede llegar a ser la realidad.
P. Su literatura ha sido traducida a muchos pa¨ªses y lo mismo ocurre con Murakami, pero no pasa lo mismo con otros autores japoneses contempor¨¢neos. ?Por qu¨¦ cree que a¨²n se tarda tanto en editar en Occidente obras japonesas?
R. Quiz¨¢ sea porque son pocos los autores que poseen una singularidad decisiva y que adem¨¢s posean una larga carrera. Pero hay numerosos buenos escritores en Jap¨®n tambi¨¦n. Espero que sus excelentes obras sean publicadas en breve.
P. En su libro afirma que quiere acumular much¨ªsimos recuerdos en su vida. ?C¨®mo le gustar¨ªa que los lectores la recordaran como escritora?
R. No me importa que se olviden de todo, de mi cara y de mi nombre. Pero cuando alguien se encuentre con problemas en su vida, cuando sufra, me gustar¨ªa que alguna de mis frases le viniera a la mente, le aliviara. Simplemente quiero dejar tras de m¨ª las novelas que sean as¨ª.
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