¡®El juez¡¯: duelo intergeneracional en Hollywood
Robert Duvall y Robert Downey Jr. libran un combate interpretativo de altura

Pocos nombres devuelven el buen cine a la memoria como el de Robert Duvall. El Padrino, donde era el hijo adoptivo de Vito Corleone, o Apocalypse Now, en la que gobernaba sobre el olor a napalm en las ma?anas, son grandes ejemplos de esa d¨¦cada de los setenta que tanto se a?ora en la actualidad. Un tiempo en el que actores secundarios como Duvall ten¨ªan tal presencia que el peri¨®dico The New York Times le describi¨® como el ¡°Laurence Olivier americano¡±. Duvall no est¨¢ de acuerdo. ¡°Nada ha cambiado desde aquellos a?os. Y las hubo buenas. Coppola, Scorsese¡ Pero en la d¨¦cada de los setenta tambi¨¦n se hicieron malas pel¨ªculas¡±, afirma con la seguridad de quien ya tiene 83 a?os y lo ha vivido todo. ¡°?Por qu¨¦ iba a echar de menos el cine de aquellos tiempos? Si vas a seguir en activo, si sigues haciendo esto porque te gusta, ?para qu¨¦ echar de menos lo que hiciste? Tu mejor trabajo ser¨¢ el siguiente, ?no?¡±. Su llaneza es imbatible. Algo sordo, sus movimientos son comedidos aunque fluidos. Se cuida. Pide un plato de fruta con frutos secos de desayuno, buenos para la pr¨®stata, y una tortilla de clara de huevo, con menos colesterol y todo prote¨ªna. Como Duvall, seis candidaturas, un oscar, y adem¨¢s modestia y caballerosidad. ¡°Con todos los que trabajo es lo mismo: ¡®Has hecho esto y lo otro¡¯, me dicen. No s¨¦ que contestar porque es rec¨ªproco. Yo tambi¨¦n aprendo de ellos¡±.
?Por qu¨¦ iba a echar de menos el cine de aquellos tiempos? Si vas a seguir en activo, ?para qu¨¦ echar de menos lo que hiciste? Tu mejor trabajo ser¨¢ el siguiente, ?no?¡±
En El juez, que se estrena ma?ana en Espa?a, Duvall encarna al padre de Robert Downey Jr. en un drama familiar donde ambos actores lo dan todo. ¡°A eso se le llama ser un actor vers¨¢til¡±, defiende del primer papel dram¨¢tico de su compa?ero en mucho tiempo. Es tambi¨¦n la primera producci¨®n de Team Downey, la compa?¨ªa con la que el int¨¦rprete mejor pagado de Hollywood se quiere alejar de su ¨¦xito en el campo de los superh¨¦roes. No es que Duvall haya seguido la carrera de Downey Jr. De hecho, la primera vez que le vio, ni le reconoci¨®. Est¨¢ m¨¢s interesado en actores como Federico Luppi (¡°?Maestro!¡±), Ricardo Dar¨ªn (¡°De lo mejor en cine o teatro¡±) o Javier Bardem, de quien le exaspera saber que tiene un profesor de interpretaci¨®n: ¡°?Para qu¨¦ necesita un maestro alguien tan bueno?¡±. Nacido en California y afincado en su rancho en Virginia, Duvall tiene buenas razones para saber tanto del cine hispano, ya que est¨¢ casado con la argentina Luciana Pedraza. ¡°Mi mujer me mantiene vivo, la gente joven me mantiene vivo. Trabajar con nuevas generaciones de actores me mantiene la mente alerta¡±, admite este amante del tango.
Sin embargo es dif¨ªcil hablar con ¨¦l sin salpicar la conversaci¨®n con cuestiones del pasado. Por ejemplo, del d¨ªa que casi trabaj¨® en Espa?a haciendo de Don Quijote para Terry Gilliam en uno de sus muchos intentos del cineasta de llevar su versi¨®n de la historia de Cervantes a la pantalla. ¡°Habr¨ªa sido interesante pero este t¨ªo nunca acaba nada¡±, comenta exasperado con la locura del ex Monty Python. De Marlon Brando sus comentarios son maliciosos: recuerda sus excesos de Apocalypse Now, cuando el actor de actores apareci¨® con su Mercedes celeste en medio de la jungla. ¡°Se lo com¨ªa todo¡±, afirma. Trabaj¨® junto a ¨¦l en tres ocasiones y reconoce que para su generaci¨®n, para los Gene Hackman y Dustin Hoffman con los que comparti¨® piso o los ¡°Jimmy¡± Caan, ¡°Bobby¡± DeNiro o Al Pacino con los que comparti¨® pantalla, Brando era ¡°el padrino¡± de los actores. ¡°Sin embargo, como pose, no te daba ni los buenos d¨ªas porque sab¨ªa que esperabas su saludo¡±, a?ade ahora divertido. Lo que le enfurece al echar la vista atr¨¢s es el recuerdo de algunos cl¨¢sicos del cine como John Ford que, dice, dirig¨ªan desde el miedo y la superioridad. ¡°Bueno, criticar a John Ford es como acordarte de la madre que pari¨® Hollywood¡±, afirma entre risas. Nunca disfrut¨® con Centauros del desierto.
Brando era nuestro padrino. Sin embargo, como pose, no te daba ni los buenos d¨ªas porque sab¨ªa que esperabas su saludo¡±
Duvall no para. El juez es su ¨²ltimo filme pero este a?o ya estren¨® Una noche en el viejo M¨¦xico a las ¨®rdenes de Emilio Arag¨®n. El actor se rasca la calva intentando entender por qu¨¦ no aceptaron el filme en el Festival de Toronto. ¡°Un energ¨²meno en Los ?ngeles la puso verde, era alguien que nunca estuvo en Texas. A m¨ª me encant¨® el trabajo. Siempre hay alguien al que no le gusta algo¡±, gru?e hilando su conversaci¨®n con ese d¨ªa en el que un director ¡°que luego nunca lleg¨® a hacer nada¡± le elogi¨® por su labor en El Padrino pero le dijo que la pel¨ªcula era ¡°as¨ª, as¨ª¡±.
Duvall es el primero en admitir que no todo lo que ha hecho es bueno pero al contrario que el resto de los actores, que dicen que sus pel¨ªculas son como sus hijos, el int¨¦rprete tiene favoritas, y escoge la miniserie Lonesome Dove -¡°La paloma solitaria¡±, repite en castellano- y su pr¨®ximo filme como director, Caballos salvajes. Y, por supuesto, El juez. ¡°Si aprenden algo de m¨ª, que sea lo bueno. De m¨ª o de quien sea pero que aprendan a disfrutar el viaje que nos lleva de la tinta en la que est¨¢n escritos los personajes hasta su plasmaci¨®n en la pantalla. Deja que el proceso te lleve al resultado en lugar de ir a por el resultado. Ese ser¨ªa mi legado¡±.
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