Los pasos de Francisco Ayala en la tierra
Se edita el ¨²ltimo volumen de sus obras completas: 'Confrontaciones y otros escritos'
Antes que la literatura, la pintura ocup¨® la felicidad futura en la cual se ve¨ªa Francisco Ayala (Granada, 1906-Madrid, 2009). Har¨¢ cinco a?os, el 3 de noviembre, que fallec¨ªa a la edad de 103. Una fecha que se conmemora con el cierre de la colecci¨®n de una obra escrita durante m¨¢s de ocho d¨¦cadas. Y en toda ella el rastro de su sensibilidad por la expresi¨®n art¨ªstica. Son 1.697 p¨¢ginas tituladas Confrontaciones y otros escritos. 1923-2006 (Galaxia Gutenberg/C¨ªrculo de Lectores). Textos heterog¨¦neos y diversos en sus tem¨¢ticas y g¨¦neros, pero unidos por una sola voz que procede desde sus a?os juveniles, impregnada de un siglo XX que promete lo mejor, hasta que poco a poco empieza a salpicarse de grises y peregrinar por tantos ¨¢mbitos de la vida vista desde diferentes lugares, pero, sobre todo, desde el enorme prisma de su propio ser, de un Francisco Ayala vital que nunca pierde su capacidad de asombro y color en la escritura.
Uno, dos, tres, cuatro, cinco, seis y siete vol¨²menes, con este, completan la obra de uno de los escritores e intelectuales m¨¢s importantes de la Espa?a de la ¨²ltima centuria. Un humanista. Un curioso. Un entusiasta. Un amante de la belleza. Un observador. Alguien que va y viene entre el clasicismo y la vanguardia y como si llamara al presente respectivo, seg¨²n se aprecia en estos escritos tra¨ªdos desde medio mundo y creados a lo largo de toda una vida. Pasar sus centenares de p¨¢ginas es como un plano secuencia de la vida de Francisco Ayala que cambia pero que mantiene claro sus pilares intelectuales, creativos y placenteros. La apertura del volumen es clarificadora: dos libros, Historia de la libertad (1943) y Confrontaciones (1972). A ellos le sigue una miscel¨¢nea muy especial: textos de prensa, revistas, art¨ªculos, op¨²sculos acad¨¦micos, conferencias y algunas entrevistas que parecen la periferia en la obra de un gran escritor, pero que, en realidad, son esos latidos esenciales los que formaron lo que ¨¦l fue. Es.
Ayala va y viene entre el clasicismo y la vanguardia y como si llamara al presente respectivo, seg¨²n se aprecia en estos escritos tra¨ªdos desde medio mundo y creados a lo largo de toda una vida.
Un panorama que completaron de viva voz, este jueves, en la Biblioteca Nacional de Espa?a, en Madrid, varios de sus amigos. Recodaron y analizaron su legado Carolyn Richmond, su esposa, a cargo de la edici¨®n de este volumen ("Hay unas mil p¨¢ginas recogidas por primera vez en un libro"); Jos¨¦-Carlos Mainer, prologuista ("Ayala vio el exilio como una oportunidad de buscar otros temas"; y?Santos Juli¨¢, prologuista de otro tomo ("La preocupaci¨®n por la defensa de la libertad es lo que define su obra y le da unidad a este tomo"). Hablaron de este y de los otros seis vol¨²menes: I: Narrativa, II: Autobiograf¨ªa (s), III: Estudios literarios, IV: Sociolog¨ªa y ciencias sociales, V: Ensayos pol¨ªticos y sociol¨®gicos, y VI: De vuelta en casa. Colaboraciones en prensa, 1976-2005 (todos en editados en Galaxia Gutenberg/C¨ªrculo de Lectores).
Recodaron a ese espa?ol que empez¨® a escribir en prensa en 1923, que debut¨® en la novela, en 1925, con Tragicomedia de un hombre sin esp¨ªritu, que la Guerra Civil sorprendi¨® en Chile, que aquel mismo a?o de 1936 vio c¨®mo ejecutaron a su padre y a uno de sus hermanos y encarcelaron a otros dos, que volvi¨® para ponerse al servicio de la Rep¨²blica, que en 1939 viaj¨® al exilio que lo llevar¨ªa hasta Argentina, y a?os despu¨¦s a Puerto Rico y Estados Unidos y, luego, otra vez, a Espa?a, primero en los sesenta, y, ya definitivamente, a finales de los setenta. Escritor, traductor, columnista y acad¨¦mico que leg¨® obras como La cabeza del cordero, Muertes de perro, El fondo del vaso, El jard¨ªn de las delicias, El tiempo y yo, Memorias y olvidos y De mis pasos en la tierra.
Las pr¨®ximas generaciones atender¨¢n m¨¢s a los placeres corporales que a los placeres art¨ªsticos
En su propia voz, recogida en este Confrontaciones y otros escritos, Francisco Ayala se presenta varias veces. En 1965: ¡°Nac¨ª en Granada en el a?o 1906; estudi¨¦ a su tiempo en la Universidad de Madrid y, ya antes de graduarme, hacia 1924 ¨Ces decir, alrededor de los 18 a?os- empec¨¦ a publicar algunos trabajos en peri¨®dicos y revistas¡¡±. Cuarenta y un a?os despu¨¦s, en uno de sus ¨²ltimos textos, escribe: ¡°Nac¨ª el 16 de marzo de 1906 en Granada, Espa?a, y desde entonces he seguido viviendo hasta hoy (18 de septiembre de 2006), por lo tanto durante m¨¢s de cien a?os. Como puede comprenderse, mi experiencia del mundo es muy variada y nada comparable a la experiencia de las generaciones posteriores a la m¨ªa¡¡±.
De su vida y su mirada del mundo en la que se va retratando empieza a dar cuenta en 1923, precisamente, con el arte que lo tent¨®, con uno de los pintores de su regi¨®n: ¡°Romero de Torres derrama por sus pinceles el alma de Andaluc¨ªa. S¨ª, ¨¦l encarna el alma triste de Andaluc¨ªa, con todos sus tintes melanc¨®licos y sus matices delicados. De la otra Andaluc¨ªa. Porque hay dos Andaluc¨ªas¡¡±.
La influencia del s¨¦ptimo arte sobre mis escritos viene a sumarse a la presencia de toda la historia de las artes en la sucesi¨®n de mis obras desde la ¨¦poca de la vanguardia hasta ayer mismo
Es el comienzo del viaje de un viajero por la vida y el mundo que mira, siente, piensa y escribe de teatro (¡°Las pr¨®ximas generaciones atender¨¢n m¨¢s a los placeres corporales que a los placeres art¨ªsticos¡±); de la sinceridad (¡°Acaso si dej¨¢ramos asomar a nuestra conciencia la luz de la sinceridad, solo alumbrase un precipicio adornado por la Naturaleza en sus orillas, en sus rocas; y en el fondo¡?nada!¡±); de la cr¨ªtica (¡°desechemos el orgullo y la cobard¨ªa. Todo se puede hacer con honradez, constancia¡ y un poco de apasionamiento¡±); de cine (¡°Nuestro mundo est¨¢ lleno de sugestiones cinematogr¨¢ficas; nuestro lenguaje, de alusiones¡±); del arte (¡°La influencia del s¨¦ptimo arte sobre mis escritos viene a sumarse a la presencia de toda la historia de las artes en la sucesi¨®n de mis obras desde la ¨¦poca de la vanguardia hasta ayer mismo¡±).
Creadores de todo tipo no faltan: Andr¨¦ Gide (¡°Vencedor de los a?os, sincroniza su vida con el ritmo acelerado de las juventudes¡±); George Orwell (¡°Apunta hacia las realidades b¨¢sicas que prestan a nuestro tiempo su peculiar y no siempre grata fisonom¨ªa¡¡±); Chaplin (¡°Es un hombre de talento y un hombre de trabajo. Adem¨¢s, es el m¨¢s grande de los humoristas. Tres motivos para estar serio¡¡±); Cervantes, Juan Ram¨®n Jim¨¦nez, Max Weber, T. S. Eliot, Thomas Mann, Vel¨¢zquez...
Escribo para beneficio de los posibles y eventuales interesados en la interpretaci¨®n del presente hist¨®rico
Entremedias, asaltos existenciales y profesionales: ¡°?Qu¨¦ ser¨¦ yo?, ?Para qui¨¦n escribimos?, ?Por qu¨¦ escribo?¡±. Preguntas, respuestas. La cotidianidad que se convierte en pensamiento y arte. Las de un autor que aspir¨® a plasmar su visi¨®n del mundo con variedad de temas ¡°para beneficio de los posibles y eventuales interesados en la interpretaci¨®n del presente hist¨®rico¡±. Con la Guerra Civil al fondo, con el franquismo al fondo, con Am¨¦rica Latina al fondo, con Espa?a al fondo, con la cultura al fondo¡ Y todo, a la vez, al frente.
Una vida acompa?ada por el rumor del agua que corre por la Alhambra en sus a?os adolescentes. Donde iba a leer o a estudiar. Es el mundo ayaliano que suma cerca de 10.000 p¨¢ginas. La literatura fue su manera personal de vivir, o como el propio Francisco Ayala escribi¨®: ¡°de vivir de este particular sujeto que soy yo¡±.
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