Diario de un inadaptado
Durante 25 a?os Pessoa trabaj¨® en lo que puede leerse como la gran novela de Lisboa
Aunque al frente del Libro del desasosiego figura el nombre de Pessoa, sabemos que lo escribieron dos heter¨®nimos suyos, Vicente Guedes y Bernardo Soares. ?Eran necesarios? ¡°Crear otro Yo que sea el encargado de sufrir por nosotros, de sufrir lo que hemos sufrido¡±, dir¨¢, y esa es exactamente la puerta del sue?o, la que traspasan los ni?os que juegan solos para formar de la propia costilla de su soledad su compa?era, la vida. Y la vida como es, es tal como se sue?a: ¡°Hay criaturas que sufren por no haber vivido en la vida real con el se?or Pickwick y haber estrechado la mano del se?or Wardle. Soy uno de ellos. He vertido sobre esa novela l¨¢grimas verdaderas, por no haber vivido en aquel tiempo, con aquella gente, gente real¡±.
Y as¨ª fue como Pessoa concibi¨® este libro ¨²nico, escrito a lo largo de 25 a?os. Se lo encomend¨® a Guedes, primero, y luego a Soares, gentes reales como Pickwick, para que sufrieran por ¨¦l su incontenible tristeza, su ¡°infortunio nato¡±. Y Soares, un oscuro auxiliar contable en la Rua dos Douradores, decide so?ar su vida, que tanto se parece a la vida real del propio Pessoa, empleado gris, atento y sensitivo como Baudelaire (Mi coraz¨®n al desnudo le consuela de su desasosiego), insobornable y orgulloso como Nietzsche (?no es Pessoa, ¡°predicador de la renuncia¡±, un Zaratustra de la Baixa? Es ¡°un error doloroso¡± dividir la humanidad en clases: adaptados o inadaptados, eso es todo). As¨ª es como convirti¨® su Libro del desasosiego en el diario de un inadaptado. Todos los que escriben un diario lo son, pero nunca nadie habr¨¢ mirado con mayor delicadeza aquella Lisboa cosmopolita y provinciana, la de los pobres hombres, poetas, o barberos, empleados o rentistas que ¡°tienen como yo su futuro en su pasado¡±. Si los encontramos tan valiosos hoy, es porque nos parecen m¨¢s que reales, so?ados.
Y sue?a, pero no se enga?a: sab¨ªa que los que le comprendi¨¦semos en el futuro, ser¨ªamos los incomprendedores de los Soares de ahora. No es este un libro que nos ense?e a vivir, sino a algo mucho m¨¢s dif¨ªcil. So?ar, ¡°pero sin ilusiones¡±, de eso se trata: ¡°No he pretendido nunca ser otra cosa que un so?ador¡±. ?De qu¨¦ naturaleza? ¡°Amo los paisajes imposibles y las grandes zonas desiertas de las llanuras donde nunca estar¨¦. (¡) Duermo cuando sue?o lo que no existe; me despierto cuando sue?o lo que puede existir¡±. Parad¨®jicamente, y Pessoa es el parad¨®jico por excelencia, sin la vida real su sue?o no existir¨ªa, de ah¨ª que enalteciendo la vida con su sue?o, enaltezca su sue?o, pero sobre todo la vida.
No s¨¦, se dicen en este libro cosas tan abismales e ¨ªntimas de cada uno de nosotros que cuesta hablar de ¨¦l en p¨²blico. Aunque sea la novela de Soares, el poema de Pessoa, el gran diario de Lisboa¡ es m¨¢s que un libro, es nuestra propia y gris biograf¨ªa, esa que ¨¦l describe como ¡°un trozo roto de algo¡±, consciente de que es mejor eso que no tener ni siquiera el recuerdo de esa fractura.
Libro del desasosiego. Fernando Pessoa. Edici¨®n de Jer¨®nimo Pizarro. Traducci¨®n de Antonio S¨¢ez Delgado. Pre-Textos. Valencia, 2014. 496 p¨¢ginas. 27 euros.
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