Dynamo, fuera de lo com¨²n

Este es un hombre que convierte a los adultos en ni?os, los enga?a, a veces les roba cosas -luego se las devuelve- o les da un mont¨®n de billetes; a veces los asusta y salen corriendo o se caen de culo. Generalmente, sin embargo, los deja con una sonrisa congelada en la cara. Es un hombre que se cuela en las reuniones, las alborota y se va, a veces atravesando los cristales; otras, discretamente, sin que te des cuenta. Llega, te deja con la boca abierta y se esfuma, puede que literalmente. Y no te deja pasmado un tipo espectacular, no. En Espa?a lo llamar¨ªamos escuchimizado, enclenque, un tirillas: menudo, delgado, moreno, de andar cansino, algo encorvado; un tipo que habla tranquilo, con una voz casi adolescente, con el tono de quien no quiere molestar. Eso s¨ª, mira desde unos penetrantes ojos azules incrustados en unas ojeras tan negras como las picas o los tr¨¦boles de las barajas.

Steven Frayne, 31 a?os, conocido mundialmente como el mago Dynamo, parece un tipo normal y afirma serlo. Se presenta en cualquier sitio con sus vaqueros y su sudadera, con sus zapatillas, no dice gran cosa, no llama la atenci¨®n... Y entonces va y mete un m¨®vil en un botell¨ªn de cerveza, camina sobre el T¨¢mesis frente al Big Ben, te convierte un billete de loter¨ªa en un fajo de billetes o te hace escribir tus iniciales en una moneda que luego aparece dentro de una lata de refresco sacada de una m¨¢quina expendedora que est¨¢ cuatro metros m¨¢s all¨¢. Juega con cosas ordinarias para hacer n¨²meros extraordinarios. Esa dicotom¨ªa es su estilo, muy alejado de la pomposidad de otros magos. Nada de ayudantes despampanantes, nada de truenos y columnas de humo, nada de chisteras ni sierras mec¨¢nicas que te corten. Todo muy normal.

¡°Solo quiero hacer magia, sorprender a la gente, pero no espero nada a cambio. Solo compartir ese momento de asombro y largarme a compartir otro momento con otro¡±, afirma en conversaci¨®n? telef¨®nica con EL PAIS. Ni siquiera se queda a escuchar los aplausos. ¡°Aparecer, hacer algo espectacular y marcharme ayuda a mantener la m¨ªstica y el misterio sobre lo que hago¡±, asegura el responsable de Magician Impossible, que estrena su cuarta temporada en Espa?a el 26 de octubre bajo el nombre de Dynamo, el mago (22.00, Discovery Max). El estreno se incluye dentro de una jornada especial que el canal dedica al completo al ilusionismo.

Puede que esa falta de presunci¨®n tenga que ver con sus humildes or¨ªgenes. Hijo de una peluquera y de un se?or que entraba y sal¨ªa constantemente de prisi¨®n, Frayne / Dynamo, el mayor de cuatro hermanos, naci¨® a unos 300 kil¨®metros al norte de Londres, en Bradford, una de esas ciudades industriales brit¨¢nicas ¨¢speras, sombr¨ªas, en las que hay que ser duro. Dada su discreta complexi¨®n f¨ªsica, era frecuente v¨ªctima de los gamberros de su colegio. ¡°Sol¨ªan empujarme, me cog¨ªan y me met¨ªan en cubos y me tiraban colina abajo¡±, recuerda.

Fue su bisabuelo, Ken, quien pr¨¢cticamente le cri¨®, el que le ense?¨® c¨®mo desembarazarse de los abusones y le meti¨® en la cabeza ¡°su pasi¨®n¡±, la magia, cuando ten¨ªa 11 a?os. ¡°Me ense?¨® una t¨¦cnica para hacerles creer que no pod¨ªan levantarme, moverme. Me hac¨ªa s¨®lido como una roca, pegado al suelo. Fue lo primero que aprend¨ª y me ahorr¨® muchos problemas en el colegio. Todav¨ªa lo hago¡±, cuenta. Ese y otros trucos, como el de doblarse el me?ique hasta lo insoportable, le ayudaron a lidiar con los tipos duros, aunque tambi¨¦n contribuyeron a hacer de ¨¦l un solitario, lo cual le dejaba m¨¢s tiempo para practicar sus trucos.

Por si fuera poco, Frayne sufre el llamado s¨ªndrome de Crohn, una dolencia del sistema digestivo que le postr¨® en la cama de un hospital durante meses cuando ten¨ªa 15 a?os. M¨¢s tiempo en soledad para idear y perfeccionar sus habilidades. Su forma de cortar una baraja, dividi¨¦ndola en varios montones sujetos en el aire con varios dedos, apoy¨¢ndose incluso en la barbilla, es una de las muestras de esas horas de entrenamiento, estudio de libros y visionado de v¨ªdeos de magia. Hoy defiende que ha llegado a donde est¨¢ ¡°gracias a 15 a?os de trabajo duro. Mi bisabuelo comparti¨® conmigo su pasi¨®n cuando ten¨ªa 15 a?os. Desde entonces he tomado sus ideas y las m¨ªas y les he dado vida. Han sido a?os de determinaci¨®n, persistencia y fe en mi mismo¡±, defiende.

Una fe que le llev¨® a echarse a la calle, al londinense Covent Garden, a poner en pr¨¢ctica sus habilidades, sorprendiendo a la gente con lo que ¨¦l llama ¡°micromagia¡±, esos trucos sencillos -en apariencia- como adivinar el dinero que llevas en el bolsillo o darle la vuelta a la mitad de un iPhone. Defiende que no son tan sencillos -¡°si no, todo el mundo lo har¨ªa¡±-, pero admite que su intenci¨®n es hacer una magia ¡°sencilla y directa, que pueda ser entendida¡± en cualquier parte del mundo o en cualquier situaci¨®n: ¡°La magia es un lenguaje universal, no importa que no puedas entender mi ingl¨¦s o que no puedas o¨ªrme. Lo que importa es lo que ves. Ver es creer¡±. Paralelamente, empez¨® a colarse en ese tipo de fiestas de las que viven muchas celebridades, sorprendiendo a los VIP y haci¨¦ndose con un creciente cuaderno de notas de recomendaci¨®n que aireaba en la siguiente fiesta para poder actuar ante el siguiente famosete.

La tercera pata de su ascenso fue Internet. Grab¨® su micromagia y empez¨® a subir los v¨ªdeos a Internet, lo que le fue granjeando una cohorte de seguidores. Adem¨¢s, aprendi¨® el manejo de las redes sociales y cuantos recursos online pudieran servir para darse a conocer. Por ejemplo, en 2010, en un concierto de Snoop Dogg, realiz¨® el primer truco basado en Twitter. Resultado: miles de los millones de seguidores del rapero estadounidense comenzaron a seguirle. ¡°A lo largo de los a?os, he aprendido a adaptar mi magia para que sea adecuada para Internet (Internet-friendly). Adoro la red, soy adicto a Twitter y a las redes sociales, por eso intento seguir en la onda y usarlas en mi beneficio¡±, admite.

Con esos mimbres, llega en 2011 Magician Impossible (Dynamo el mago en Espa?a) el programa que le ha catapultado a la fama mundial y que ahora termina. En ¨¦l combina su micromagia con actuaciones m¨¢s espectaculares, como el archifamoso paseo sobre el T¨¢mesis, que termina con Dynamo en una lancha de la polic¨ªa. ¡°No sab¨ªan nada antes del n¨²mero, pero s¨ª en el momento. Tras unas cuantas discusiones y mucha magia, entendieron que no pretend¨ªa hacer da?o a nadie¡±, dice, divertido. Pero no cuenta el truco. Y los famosos, claro. Una marca de identidad de Dynamo y del programa son los rostros conocidos que bizquean ante sus trucos: las bandas Coldplay o One Direction aparecen esta temporada, como antes lo hicieron Kim Kardashian, Demi Moore, Samuel L. Jackson, el futbolista Rio Ferdinand, Ian Brown (cantante de los Stone Roses)...

Acaba Magician Impossible, pero no acaba Dynamo, que parece normal, pero que tiene una ambici¨®n que ¡°crece d¨ªa a d¨ªa¡±. Deja la televisi¨®n para dedicarse a las actuaciones en directo. Pretende ¡°sorprender¡± con un espect¨¢culo distinto a los tradicionales. ¡°Me siento parte de un siglo y tengo que hacer que la magia se mueva y se mantenga en l¨ªnea con la gente del mundo en que vivimos¡±. Y quiere que ese show llegue a ¡°cada uno de los pa¨ªses del mundo. Creo que no se ha hecho nunca, una gira mundial de verdad, para ir a todos y cada uno de los pa¨ªses, no s¨®lo los m¨¢s importantes, todos, y ver a tanta gente como pueda. Si empec¨¦ en Bradford y llegu¨¦ hasta donde estoy, ?por qu¨¦ no el mundo?¡±. Es la siguiente conquista de alguien que se autodenomina "marciano". ?Lo es? "Bueno, soy de Bradford, as¨ª que todo es posible".