Diez a?os, un escorpi¨®n y el Wildlife

Su verborrea es infinita si habla de fotograf¨ªa: objetivos y c¨¢maras, enfoques, exposici¨®n o filtros. Se desenvuelve con ligereza ante cualquier pregunta sobre una imagen. Carlos P¨¦rez Naval naci¨® en Calamocha (Teruel) hace 10 a?os y se ha convertido en el ganador m¨¢s joven de la categor¨ªa juvenil como mejor fot¨®grafo del a?o en el premio que otorga la BBC junto al Museo de Historia Natural de Londres desde hace 50 a?os, el Wildlife. ¡°No solo ese¡±, apunta su orgullosa madre, Eva Naval, ¡°gan¨® el de su categor¨ªa, de menores de 10 a?os, y el de J¨®venes Talentos, que engloba todas las im¨¢genes de ni?os y j¨®venes y que se desvela durante la gala. Fue una sorpresa emocionante¡±.

Carlos lleva m¨¢s de la mitad de su vida d¨¢ndole al disparador de una c¨¢mara. Desde los cuatro a?os. ¡°No lo recuerdo muy bien, pero s¨¦ que las primeras fotos que hice fueron de flores¡±, explica Carlos, levemente abrumado por la avalancha medi¨¢tica que lo envuelve desde la pasada semana, cuando Kate Middleton le entreg¨® el premio en la capital inglesa.

No solo es divertido. Mi padre y mi madre tambi¨¦n hacen fotos y me voy con ellos, pasamos mucho rato juntos con las c¨¢maras

China fue el viaje en el que todo comenz¨®. ¡°La primera c¨¢mara que us¨® fue una compacta con la que sol¨ªamos hacer fotos urbanas. Se la dej¨¦ y le dio por capturar flores, con cuatro a?os¡±, recuerda Eva Naval. Despu¨¦s Rodrigo P¨¦rez, su padre, le pas¨® la r¨¦flex que ¨¦l usaba, una Nikon D200. ¡°Cada vez quiere objetivos m¨¢s grandes, algunos parecen m¨¢s grandes que ¨¦l¡±, r¨ªe la madre. Ahora, Carlos enfoca a trav¨¦s del visor de una Nikon 7100, a la que encaja desde un objetivo Sigma 150-500 hasta un ojo de pez Tokina. ¡°En el coche usa mucho un 200-400 VR Nikon, para estabilizar la imagen¡±, detalla Rodrigo P¨¦rez, quien asegura que ¡°no tiene precio¡± el poder compartir su amor por la fotograf¨ªa y la naturaleza con su mujer y su hijo. ¡°Es lo m¨¢ximo para m¨ª¡±.

Para Carlos es m¨¢s que suerte, es una de las principales razones por las que siempre est¨¢ dispuesto a enfundarse botas y sombrero para salir a hacer fotos: ¡°No solo es divertido. Mi padre y mi madre tambi¨¦n hacen fotos y me voy con ellos, pasamos mucho rato juntos con las c¨¢maras¡±. El norte de Francia, Arizona, India o los campos de Castilla. Para los pies de estos dos profesores de instituto no hay descanso. Inagotables viajeros de los que Carlos ha aprendido a manejar prism¨¢ticos, reconocer p¨¢jaros y no perderse en medio de un monte.

¡°Me encanta la naturaleza. Las ciudades tambi¨¦n, aunque menos¡±, explica. ¡°Los animales de las ciudades est¨¢n m¨¢s acostumbrados a la gente y es m¨¢s f¨¢cil fotografiarlos, en Londres fuimos a algunos parques que ten¨ªan patos, y pude acercarme mucho¡±, cuenta feliz. Casi tanto como en el momento en que pudo capturar a una cr¨ªa de oso en el Parque Nacional de las Secuoyas (California, Estados Unidos) el pasado verano. ¡°No suelo asustarme, aunque siempre tengo cuidado porque obviamente un oso es algo que podr¨ªa atacarte¡±, explica muy serio.

El peque?o adora las pechugas empanadas, jugar al futbito con sus amigos y el taekwondo, ¡°como tantos otros ni?os, es un ni?o normal¡±; y no solo dispara. Selecciona, categoriza y edita su material. ¡°Que es infinito¡±, bromea su padre, quien lo inici¨® en Photoshop. ¡°Le ense?¨¦ lo poco que s¨¦ y en breve se hizo aut¨®nomo. Es una gozada¡±. Carlos puede pasarse horas frente a su ordenador, mirando absorto miles de fotograf¨ªas, aprendiendo nuevas t¨¦cnicas, eligiendo la mejor toma. En realidad, no, Carlos no es un ni?o com¨²n.