Santiago Calatrava: ¡°Hay una campa?a de descr¨¦dito contra m¨ª con fines electorales¡±
El arquitecto se defiende en una entrevista de las cr¨ªticas que rodean algunas de sus obras
¡°?C¨®mo se pueden hacer siete de las m¨¢s grandes estaciones de tren del mundo si, como he o¨ªdo, mis obras son poco funcionales? ?O ser elegido, entre 15 aspirantes, para construir la iglesia griego-ortodoxa de la Zona Cero de Nueva York? Nadie hace algo mal y repite¡±. Santiago Calatrava, valenciano de 63 a?os, es un primer espada en la arquitectura mundial (aunque en Espa?a, algunas de sus obras han generado pol¨¦mica). Es un hombre reacio a las entrevistas; su nerviosismo inicial lo apaga hablando, casi sin tregua y con mucha pasi¨®n, de sus obras, en un encuentro de dos horas con EL PA?S. Lo hace acompa?ado de sus abogados Javier Iglesias Redondo y Francisco Vega Esteban, con los que acaba de mantener una reuni¨®n. No veta ning¨²n tema; habla de las cr¨ªticas que han despertado en Espa?a obras como las de Oviedo, Bilbao o la Ciudad de las Artes de Valencia, que Calatrava atribuye a defectos de ejecuci¨®n y/o a la ausencia del ¡°necesario mantenimiento¡± que requieren creaciones de esa calidad. Hoy comparece ante el juzgado de Castell¨®n que indaga por qu¨¦ la Generalitat le abon¨® 2,7 millones por un proyecto, el Centro de Convenciones, que no se ha ejecutado. Antes que a nadie quiere explic¨¢rselo al juez, pero avanza que cumpli¨® sus ¡°obligaciones contractuales¡±.
Pregunta. La Ciudad de las Artes y las Ciencias se presupuest¨® en 308 millones pero cost¨® 1.282. ?Por qu¨¦?
Me gustar¨ªa dejar claro que no soy arquitecto de ning¨²n partido
Respuesta. El presupuesto de 308 millones se refer¨ªa al primer proyecto conocido como Ciudad de las Ciencias y la Comunicaci¨®n, de hace 25 a?os, y que solo preve¨ªa tres edificios. Tras el cambio de Gobierno en 1994, la Generalitat acometi¨® un cambio dr¨¢stico de programa y, sobre las cimentaciones ya construidas de la torre de comunicaciones, proyect¨® el Palau de les Arts. Se cambi¨® el nombre y se decidi¨® construir un jard¨ªn bot¨¢nico, L¡¯Umbracle, un aparcamiento cubierto, una estaci¨®n de autobuses, dos puentes, una nueva central de energ¨ªa, el ¨¢gora... En conclusi¨®n, las causas del incremento de coste son: el cambio radical de usos en el conjunto y la adici¨®n de nuevos edificios complementarios, urbanizaci¨®n, accesos... Sin olvidar el proceso inflacionista en los costes a lo largo de 20 a?os y con cuatro presidentes distintos.
P. Se dice que en sus obras siempre hay sobrecostes.
R. Desafortunadamente, en Espa?a, donde he trabajado desde hace m¨¢s de 20 a?os sin reparar en colores pol¨ªticos, se ha iniciado una campa?a con una clara naturaleza pol¨ªtica que persigue, a trav¨¦s de mi descr¨¦dito personal, un fin electoral. Me gustar¨ªa dejar claro que yo no soy arquitecto de ning¨²n partido. De ninguno. La Universidad Polit¨¦cnica de Florida ha sido construida, por ejemplo, ajust¨¢ndose al presupuesto previsto, y en el tiempo convenido. Ello se ha logrado, no solamente gracias a la calidad y madurez del proyecto, sino tambi¨¦n a la calidad de la empresa constructora, Skanska Construction, y al eficaz seguimiento del proyecto por parte de la propiedad. El arquitecto no es el ¨²nico responsable de la obra, de su evoluci¨®n, calidad y costo final.
P. El trencad¨ªs del Palau de les Arts se ha despegado a los ocho a?os de su construcci¨®n.
Considero el puente de Bilbao uno de los m¨¢s audaces y bellos
R. Han concurrido diversos factores, todos ellos ajenos a la labor del arquitecto como proyectista y director de obra. Me he comprometido, y en estos t¨¦rminos ha de entenderse mi participaci¨®n en la recolocaci¨®n del trencad¨ªs, a que todas las fases de la obra se lleven a cabo bajo el mayor de los controles. Y la propiedad [la Generalitat] se compromete a que, esta vez s¨ª, el mantenimiento sea el adecuado. La idea es recuperar la belleza del revestimiento original sin coste alguno para los valencianos. Estamos ante un material t¨ªpicamente mediterr¨¢neo que viene siendo usado desde hace ya m¨¢s de 100 a?os. En el Auditorio de Tenerife fue utilizado brillantemente, y m¨¢s de doce a?os despu¨¦s sigue dando brillo a una obra singular expuesta al sol, a los vientos y a los temporales atl¨¢nticos.
P. La cubierta m¨®vil del Palacio de Congresos de Oviedo no se abre.
R. Esta obra qued¨® paralizada en 2008 por problemas financieros de la propiedad. M¨¢s de un a?o despu¨¦s, con el a?adido que entra?a la paralizaci¨®n de una obra, se retomaron los trabajos. Hubo defectos en el proceso de soldadura de determinas piezas de la cubierta m¨®vil, que precisamente puse de manifiesto a trav¨¦s de an¨¢lisis requeridos por m¨ª, y obligaban a establecer un protocolo de actuaci¨®n riguroso. No obstante, la propiedad tuvo la necesidad de inaugurar el palacio. Y se me solicit¨® realizar las adaptaciones necesarias para que la cubierta quedase provisionalmente fija, sin perjuicio de que en el futuro se pudiesen acometer los trabajos para recuperar su movilidad. Dos claros ejemplos de que estas cubiertas m¨®viles funcionan son la Universidad Polit¨¦cnica de Florida y el Museo de Milwaukee, con su cubierta de 70 metros de luz frente al lago Michigan. Es el s¨ªmbolo de la modernidad de la ciudad, y se abre cada 60 minutos en horario de p¨²blico.
P. ?Por qu¨¦ tiene goteras la cubierta de las bodegas Domecq de Laguardia?
R. Durante la ejecuci¨®n de esta obra se produjeron vientos huracanados que causaron graves desperfectos y arrancaron partes de la cubierta que se estaba colocando. Lo m¨¢s adecuado hubiera sido iniciar la cubierta de nuevo, pero por razones de coste se decidi¨® intentar repararla. Esta soluci¨®n no dio buenos resultados, y nos negamos a aceptar la cubierta precisamente porque no garantizaba la estanqueidad. De todas formas, hemos colaborado con la propiedad y la constructora para resolver el problema, y hay un acuerdo satisfactorio para todos.
P. El puente sobre el Gran Canal de Venecia ha suscitado quejas porque los discapacitados no pueden franquearlo y por su peso sobre los extremos, que inicialmente se mov¨ªan.
En la actualidad su estudio desarrolla obras en pa¨ªses como Estados Unidos, Brasil, Suiza y Catar
R. Cuando empezamos a construirlo hac¨ªa m¨¢s de 125 a?os que no se constru¨ªa uno sobre el Gran Canal. Por ¨¦l pasan a diario entre 16.000 y 25.000 personas. Si bien es cierto que inicialmente existi¨® cierta confusi¨®n, ingenieros medidores independientes contratados por el Ayuntamiento de Venecia han confirmado que el comportamiento del puente es el que se asumi¨® durante la fase de dise?o y c¨¢lculo, y que los apoyos de hormig¨®n, tras una corta fase inicial de asiento, no se han vuelto a mover. Adem¨¢s, se proyectaron cuatro plataformas m¨®viles para el desplazamiento de personas con movilidad reducida, a pesar de que el Ayuntamiento defend¨ªa la tesis de que el vaporetto (barco de transporte p¨²blico) es el ascensor horizontal en Venecia para pasar de un lado a otro. Para acceder al vaporetto construimos una rampa que salvaba el desnivel entre Piazale Roma y el vaporetto. Pero el Ayuntamiento encarg¨® la construcci¨®n del ovovia.
P. ?Fue un error proyectar un puente en la lluviosa Bilbao con el suelo de vidrio? La gente resbala.
R. El puente de Bilbao ha servido de ejemplo a otros por su soluci¨®n de tablero curvo, arco inclinado y por su extraordinaria ligereza. Lo considero, entre los casi 50 que he construido, uno de los m¨¢s audaces y bellos. Tiene un pavimento de vidrio laminado trasl¨²cido que recibe la iluminaci¨®n nocturna por debajo. Una de sus caracter¨ªsticas es que la primera capa de vidrio posee una superficie rugosa tratada para ser antideslizante. Tiene m¨¢s de 14 a?os y la capa, l¨®gicamente, est¨¢ gastada por el uso y no ha sido tratada de nuevo. Los m¨¦todos actuales son muy superiores a los disponibles en aquel momento. Le hemos ofrecido nuestro apoyo al Ayuntamiento. He usado este material en el puente de James Joyce de Dubl¨ªn y en el de Redding en California, sin problema.
Tras declarar ante el juez, Calatrava volver¨¢ a Z¨²rich, base de sus creaciones. Ahora est¨¢ enfrascado en ocho nuevas obras en EE UU, Brasil, Suiza o Qatar, donde proyecta un t¨²nel/puente de 13 kil¨®metros de largo que entra y sale del mar. ¡°Estamos concluyendo la estaci¨®n multimodal de la Zona Cero y nos ha sido encargada la construcci¨®n de la iglesia griego-ortodoxa de San Nicol¨¢s, lo que demuestra que Nueva York est¨¢ satisfecha de muestra contribuci¨®n hasta hoy¡±. Tambi¨¦n Canad¨¢, que acaba de premiarle por su puente de la Paz en Calgary.
Babelia
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