Ad¨¢n, Eva y el l¨¢ser de diodo
Los concursantes del programa de citas de Cuatro van en cueros, s¨ª. Pero no precisamente como su madre los trajo al mundo
Si Durero levantara la cabeza y viera ¡ªcinco siglos despu¨¦s de pintar su celeb¨¦rrimo d¨ªptico Ad¨¢n y Eva¡ª a los protagonistas del programa hom¨®nimo de Cuatro, puede que no volviera a palmarla. O, al menos, no por el choque espacio-tiempo. Ver¨ªa hombres y mujeres desnudos, como sus personajes b¨ªblicos, y con los genitales realzados, como ellos, con afeites de distinta naturaleza. Los de los modelos de 1507, camuflados y adornados a la vez con ramas de manzano. Los de aqu¨ª y ahora, camuflados y puestos espectacularmente de relieve a la vez al despojarlos de la coraza del vello p¨²bico. Porque, diga lo que diga la promo, en Ad¨¢n y Eva, el concurso, m¨¢s que en pelota picada, ellos y ellas van en pelota pelada.
Los concursantes del nuevo programa de citas de Cuatro van en cueros, s¨ª. Pero no precisamente como su madre los trajo al mundo. El 100% de los siete concursantes vistos hasta ahora ¨Ccuatro hombres y tres mujeres?¨C en este espacio de b¨²squeda de pareja supuestamente a pelo ¡ªsin maquillaje, estilismo, trampa ni cart¨®n ninguno¡ª, salen con toda una producci¨®n encima. Todos se han sometido a un proceso de depilaci¨®n integral, probablemente mediante l¨¢ser de diodo, el m¨¦todo m¨¢s solicitado hoy en los centros de belleza que proliferan hasta en el ¨²ltimo rinc¨®n del ¨²ltimo barrio marginal del pa¨ªs, sobre todo en esas latitudes. Aparecen, ellos y ellas, desprovistos de todo rastro de pelo en el cuerpo salvo de cuello para arriba. Ah¨ª, s¨ª, se sueltan la melena.
Alguno de los varones lleva barbas m¨¢s o menos recortadas o hirsutas, y cabelleras m¨¢s o menos salvajes o domadas a tijera. Pero lo m¨¢s parad¨®jico es, quiz¨¢, lo de alguna de ellas, que se sirve de extensiones capilares para poder cubrir sus pechos con la resultante cascada de pelo mientras luce el monte de Venus completamente al raso. Si algo ha quedado claro con este programa, m¨¢s all¨¢ de que hay gente para todo, es que el pudor es libre. Que mostrar unos atributos da m¨¢s verg¨¹enza que otros. Y que la depilaci¨®n integral es tendencia absoluta entre los concursantes de realities.
El 80% del millar de personas de entre 20 y 40 a?os que se presentaron al casting del espacio, sabedores de que la desnudez era requisito indispensable para ser elegidos, lleg¨® ¡°depilado de casa¡±, seg¨²n fuentes de Eyeworks, la productora del formato. Los finalmente seleccionados no recibieron, aseguran, ninguna sugerencia al respecto, pero el porcentaje de rasurados se mantuvo m¨¢s o menos estable. Veremos, por tanto, hombres y mujeres de pelo en pecho y en pubis en los ocho cap¨ªtulos que quedan por emitir desde la id¨ªlica playa croata. Pero, de momento, ningun velo, por muy natural que sea, dificulta la visi¨®n de los aparatos reproductivos de los concursantes por parte de la audiencia. El misterio, si lo hay, est¨¢ m¨¢s en sus ojos que en sus sexos.
Ya lo sab¨ªa Durero. Hasta en la desnudez total hay artificio, pose y voluntad de estilo. Ya pueden desga?itarse Madonna, Cameron D¨ªaz o Pen¨¦lope Cruz con que el vello es bello. Aqu¨ª y ahora, triunfa la alopecia selectiva. Ante semejantes extremos, quiz¨¢ la virtud est¨¦, como dijo Arist¨®teles, en el t¨¦rmino medio. Ni tanto, ni tan calvo.
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