Jos¨¦ Manuel Blecua: "La situaci¨®n econ¨®mica de la RAE es dram¨¢tica"
El director de la Academia, a punto de expirar su mandato, alerta sobre la gravedad de los recortes en la instituci¨®n creada hace tres siglos
Jos¨¦ Manuel Blecua (Zaragoza, 1939) es un hombre acechado por la filolog¨ªa. Hijo, hermano, padre y ¨¦l mismo feliz mec¨¢nico de palabras ¡ªes catedr¨¢tico em¨¦rito de Lengua Espa?ola en la Universidad Aut¨®noma de Barcelona¡ª, inicia ahora una gira por Am¨¦rica para presentar la 23? edici¨®n del Diccionario de la lengua espa?ola, la obra que hace tres siglos justific¨® el nacimiento de la Academia. Elegido en 2010 como su director, en su etapa han coincidido alegr¨ªas ¡ªla celebraci¨®n del tricentenario¡ª y pesares: un radical recorte del Estado que ha noqueado las cuentas de la casa. Asegura con cierta picard¨ªa que todav¨ªa no ha sopesado qu¨¦ har¨¢ el 11 de diciembre, cuando se vote la nueva junta de gobierno.
Tijeretazo del 59%
Desde 2008, ¨²ltimo presupuesto confeccionado antes de la crisis, la subvenci¨®n del Estado a la RAE ha ca¨ªdo un 58,78%.Los primeros ejercicios fueron muy dif¨ªciles, pero la instituci¨®n cape¨® el temporal. En 2013, sufri¨® una disminuci¨®n dr¨¢stica.
2008: 3.928.000 euros.
2009: 3.928.090.
2010: 3.721.080.
2011: 3.886.800.
2012: 3.122.500.
2013: 1.904.600.
2014: 1.618.910.
2015: 1.618.910.
Pregunta. ?Satisfecho con el Diccionario?
Respuesta. Ha salido una edici¨®n digna. No pod¨ªa ser menos despu¨¦s del tiempo que hab¨ªamos dedicado, casi 13 a?os. Siempre te queda pensar que a lo mejor se podr¨ªa haber hecho alguna cosa m¨¢s, no alguna cosa menos, pero realmente est¨¢ bien.
P. Se presenta como el m¨¢s panhisp¨¢nico, pero desde Am¨¦rica hay voces que critican el gran peso de lo espa?ol.
R. Claro; es que no hay que olvidar que el Diccionario es un producto hist¨®rico. No en vano son 23 ediciones. Queda una herencia de una visi¨®n de lo espa?ol muy reducida a la pen¨ªnsula y las islas. Se plante¨® en un encuentro que tuvimos recientemente con los directores de Am¨¦rica.
P. ?Qu¨¦ le reprochan?
R. Que tiene una minuciosidad para las zonas de Espa?a que no existe para la descripci¨®n de Am¨¦rica.
P. En una entrevista dijo: ¡°Si algo no est¨¢, pero lo utilizan Garc¨ªa M¨¢rquez y Vargas Llosa, us¨¦nlo sin miedo¡±. ?Los hablantes pueden vivir sin diccionarios?
R. Perfectamente, claro que s¨ª.
P. Son los fil¨®logos los que no pueden vivir sin ellos.
R. Exacto. Es lo que dec¨ªa don Antonio Machado, que los griegos existieron para que vivi¨¦ramos los profesores de Literatura.
P. Hay cierta confusi¨®n sobre la funci¨®n del Diccionario.
R. No es una pel¨ªcula ni una foto de la realidad; es simplemente un modelo que construye un ling¨¹ista para dar cuenta de los hechos l¨¦xicos m¨¢s relevantes, pero no de todos. Por ejemplo, las que est¨¢n bien construidas no tienen que estar, como los adverbios en -mente; el hablante los construye y entiende perfectamente. El Diccionario es un modelo; por eso lo que no est¨¢ se puede utilizar con toda tranquilidad.
P. Han cambiado la definici¨®n de ¡°franquismo¡±. Ha pasado de ¡°movimiento pol¨ªtico y social de tendencia totalitaria (...)¡± a ¡°dictadura de car¨¢cter totalitario impuesta en Espa?a por el general Franco (...)¡±. ?Por qu¨¦?
R. Se discuti¨® mucho. Despu¨¦s de un par de plenos, el franquismo fue definido como dictadura.
P. ?Cu¨¢l era el punto de fricci¨®n?
R. Los plenos son secretos. S¨®lo se pueden consultar las actas 20 a?os despu¨¦s.
"Yo no creo que sea el ¨²ltimo Diccionario en papel"
P. ?Ser¨¢ el ¨²ltimo en papel?
R. Esa es una pregunta que nos hacemos todos. Tengo un vecino que le ha comprado un Diccionario a cada hijo porque cree que ser¨¢ el ¨²ltimo en papel. Si decimos esto, creo que venderemos m¨¢s, pero no lo s¨¦. Es muy dif¨ªcil hacer predicciones. Es la miseria del historicismo; s¨®lo pueden mirar hacia atr¨¢s, no hacia adelante. Yo no creo que sea el ¨²ltimo.
P. ?C¨®mo les han afectado los recortes?
R. Nos han afectado mucho y nos siguen afectando. La Academia ten¨ªa un presupuesto equilibrado, formado al 50% por subvenci¨®n del Estado y el otro 50% por la venta de libros, derechos de autor, el patrocinio o la Fundaci¨®n pro-RAE. Adem¨¢s, el Gobierno del presidente Zapatero hab¨ªa considerado el Diccionario hist¨®rico como proyecto de Estado y lo subvencionaba y hab¨ªa otra partida en los Presupuestos para el mantenimiento del edificio, que no es ninguna broma. Lo que ha ocurrido es muy simple: el Estado ha recortado la subvenci¨®n de 3,6 a 1,6 millones, ha desaparecido la consideraci¨®n del Diccionario hist¨®rico como proyecto de Estado, se ha suprimido el mantenimiento del edificio y han desaparecido los derechos de autor puesto que el Diccionario est¨¢ en Internet. Los patrocinios ya no son tan generosos, aunque gracias a la Fundaci¨®n pro-RAE vamos tapando ese d¨¦ficit. La Academia tiene dos edificios: un centro de estudios en la calle Serrano y este [su sede en la calle Felipe IV, tambi¨¦n en Madrid], tiene casi un centenar de trabajadores, dos compa?¨ªas de limpieza y dos compa?¨ªas de seguridad porque la biblioteca de este edificio no se puede dejar. Son factores que hacen que sea muy dif¨ªcil el mantenimiento de la Academia. Por otra parte, hay que considerar que en un momento tan dif¨ªcil para la sociedad espa?ola, con un paro tan elevado, no ser¨ªa justo que estuvi¨¦ramos por la calle pegando gritos cuando tenemos la misma subvenci¨®n que tiene la Biblioteca Nacional. Esta es la situaci¨®n real.
P. Es dram¨¢tica.
R. Exacto. Es dram¨¢tica. No tiene muchos comentarios posibles.
P. ?Tienen dinero para sobrevivir el a?o que viene?
R. S¨ª, porque se ha aprobado una subvenci¨®n de 2,5 millones de euros de la Fundaci¨®n pro-RAE, pero si siguen las condiciones econ¨®micas y no se encuentra una posibilidad de hacer eficaz que las 43 millones de personas que entran al Diccionario en Internet, por un camino o por otro, suponga una contrapartida econ¨®mica... Porque cada vez cuesta m¨¢s hacer diccionarios. Adem¨¢s, hemos puesto en la web todas nuestras obras y todos sus materiales. Por una parte, la Academia sigue con su obligaci¨®n de estar al servicio de la naci¨®n, como dice la c¨¦dula de creaci¨®n del siglo XVIII, y, por otra, las dificultades son reales. No hay que hacer muchos c¨¢lculos para ver que un ama de casa normal encontrar¨ªa muy dif¨ªcil mantener esta situaci¨®n.
"No hemos dejado proyectos en la cuneta"
P. ?Han tenido que dejar proyectos en la cuneta?
R. No, no hemos dejado ninguno. Hemos procurado mantener todos los proyectos, pero reducidos.
P. ?Cu¨¢l es su opini¨®n sobre esos recortes a instituciones y pol¨ªticas culturales?
R. Hay problemas que est¨¢n antes, que son la educaci¨®n, la investigaci¨®n y la sanidad. Cuando hay casi seis millones de parados ser¨ªa una falta de solidaridad que reivindicara para cosas que no son imprescindibles para el desarrollo de la sociedad.
P. Usted sucedi¨® a V¨ªctor Garc¨ªa de la Concha, que permaneci¨® 12 a?os en la RAE. ?Se plantea llegar a tanto?
R. Hombre, ?por Dios! ?Que yo soy muy mayor! Tendr¨ªa que hablarlo conmigo mismo, pero yo no creo que Dios me d¨¦ vida para ello. V¨ªctor fue una suerte para la casa. Las circunstancias fueron muy distintas, pero realiz¨® una labor magn¨ªfica.
P. ?Y de seguir otro periodo?
R. Lo tendr¨ªa que consultar. Esto no se ha atrevido todav¨ªa mi mujer a preguntarlo.
P. ?Pero ya tiene una decisi¨®n tomada?
R. A lo mejor, s¨ª.
P. Si quiere, puede decirlo.
R. Hombre, lo de los 12 a?os, ?desde luego no! ?Usted sabe las horas que se pasan aqu¨ª? Menos cinco d¨ªas que tom¨¦ en agosto, ni un solo d¨ªa de vacaciones. Esta casa tiene much¨ªsimo trabajo. No he decidido nada. Queda mucho, m¨¢s de un mes. La votaci¨®n es el 11 de diciembre.
P. ?Sobrevivir¨¢ la RAE otros 300 a?os?
R. Sin ninguna duda. Lo que no ser¨¢ es la RAE que hemos conocido; ser¨¢ otra. En cada momento ha sido distinta. La Academia de don Juan Valera no es la Academia panhisp¨¢nica de V¨ªctor Garc¨ªa de la Concha.
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