?Por qu¨¦?
Los partidos no se limpian por dentro ni se remodelan, sino que cambian de lugar el mobiliario, hasta que ya es tarde y cae una imputaci¨®n, un delito, otro asombro
Al genial actor Alberto Sordi, cuya fama de taca?o rebasaba los l¨ªmites de Italia, los periodistas sol¨ªan preguntarle por qu¨¦ no se casaba. Y su respuesta era formidable: ¡°?Acaso pretende que meta a una desconocida en mi casa?¡±. Los dirigentes del Partido Popular est¨¢n tratando de hacer creer, tras una semana negra de detenciones por corrupci¨®n, que su gran defecto es no haber escuchado a Sordi, y haber permitido que se llenara su sede de grandes desconocidos. La m¨¢s lamentable escenificaci¨®n de la trampa dial¨¦ctica estuvo protagonizada por Esperanza Aguirre, que el lunes sinti¨® asco por la corrupci¨®n y neg¨® conocer a ciertos alcaldes imputados, pero el martes supimos que no solo conoc¨ªa y trataba, sino que hab¨ªa promocionado.
Tiene raz¨®n Soraya S¨¢enz de Santamar¨ªa al tratar de desligar la corrupci¨®n dentro del partido con la labor del Gobierno. As¨ª lo hizo el viernes tras el Consejo de Ministros y se entendi¨® lo que quer¨ªa decir. Pero esa corrupci¨®n no habr¨ªa sido posible de no haber alcanzado esas personas poder institucional y cargos de gobierno. En el caso de Granados, tras perder la confianza de Aguirre por razones que entonces eran obvias para cualquier persona informada, la organizaci¨®n del partido le coloc¨® en el Senado, instituci¨®n a la que han desprestigiado ellos convirti¨¦ndola en un dep¨®sito residual. Los partidos no se limpian por dentro ni se remodelan, sino que cambian de lugar el mobiliario, hasta que ya es tarde y cae una imputaci¨®n, un delito, otro asombro.
Los espa?oles se preguntan por qu¨¦ pasa esto. Y lo hacen a trav¨¦s de los medios de comunicaci¨®n, que canalizan el descontento aunque finalmente lo aplacan con sobredosis de histeria. Hemos llegado a rozar la verdad del caso Granados gracias a los papeles de Herv¨¦ Falciani sacados de un banco suizo. No hay labor de vigilancia dentro de los partidos, sino de ocultaci¨®n, y en el caso de la red G¨¹rtel y B¨¢rcenas, hasta destrucci¨®n de pruebas. ?Por qu¨¦? Porque si se quisiera hacer limpieza de verdad caer¨ªa la c¨²pula del Gobierno actual, tras a?os de convivencia conyugal en la sede del partido reformada con dinero negro. As¨ª que escucharemos disculpas, ejercicios de contrici¨®n y prop¨®sitos de enmienda. Pero limpieza, denuncia y desenmascaramiento a¨²n no toca.
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