El pr¨®ximo DRAE advertir¨¢ de las palabras ofensivas
Una asociaci¨®n de mujeres gitanas se concentra ante la instituci¨®n en protesta por la inclusi¨®n de una definici¨®n "racista" e "hiriente"
No habr¨¢ cambios en el Diccionarioque acaba de salir a la calle ni en su futura versi¨®n digital a comienzos de 2015, pero el secretario de la Academia, Dar¨ªo Villanueva, anunci¨® ayer que en la pr¨®xima edici¨®n (la 24?) se incorporar¨¢ una f¨®rmula ¡ªa¨²n por definir¡ª que permita aclarar al lector que algunas acepciones son despectivas y ofenden a alg¨²n colectivo. Los usos desde?osos que los hablantes utilizan seguir¨¢n recogidos en la obra porque su misi¨®n es retratar la utilizaci¨®n de la lengua (sea con buenos o malos fines), pero en el futuro se contextualizar¨¢ con un signo de nuevo cu?o, que advierta de ese car¨¢cter denigratorio.
El compromiso fue anunciado ayer por Dar¨ªo Villanueva, despu¨¦s de escuchar las quejas de la Asociaci¨®n de Gitanas Feministas por la Diversidad por la inclusi¨®n de una acepci¨®n de ¡°gitano¡± como sin¨®nimo de ¡°trapacero¡±, a su vez definido como aquel ¡°que con astucias, falsedad y mentiras procura enga?ar a alguien en un asunto¡±, en la 23? edici¨®n, que lleg¨® a las librer¨ªas hace pocas semanas.
Varias representantes de la organizaci¨®n se concentraron por la ma?ana ante las puertas de la instituci¨®n, mientras se celebraba un simposio internacional sobre el futuro de los diccionarios, para ¡°reivindicar el derecho a ser un pueblo respetado¡± y exigir su cambio por una acepci¨®n ¡°no racista, no estereotipada, no humillante, no hiriente¡±. En un comunicado le¨ªdo ante los medios, apelaron al impacto da?ino que esa definici¨®n tiene sobre los escolares gitanos: ¡°Pedimos a la sociedad que se ponga en la piel de una ni?a gitana que lee esta definici¨®n en clase¡±.
Sin embargo, a la salida de su reuni¨®n con Dar¨ªo Villanueva y el vicedirector de la RAE, Jos¨¦ Antonio Pascual, la presidenta de la asociaci¨®n, Carmen Fern¨¢ndez, mostr¨® su satisfacci¨®n por el compromiso de la Academia para buscar una f¨®rmula que ¡°la sociedad sepa que no se puede utilizar¡±. ¡°Nos parece suficiente si aparece en la 24? edici¨®n, entendemos que la RAE no puede destruir los nuevos diccionarios¡±, indic¨®.
Villanueva, por su parte, se?al¨® que ¡°el pr¨®ximo Diccionario podr¨¢ incluir una f¨®rmula integrada para que la sociedad entienda que esas acepciones significan menosprecio¡±. Ser¨ªa diferente a la marca que se utiliza en la actualidad, y estar¨ªa facilitada por las posibilidades que abre la naturaleza virtual que distinguir¨¢ a la pr¨®xima edici¨®n, donde se podr¨¢n incluir enlaces que ayuden a contextualizar el car¨¢cter ofensivo de ciertos t¨¦rminos.
Las quejas de la comunidad gitana hab¨ªan recibido incluso el respaldo de la Defensora del Pueblo, Soledad Becerril, que en su informe anual de 2013 pidi¨® la eliminaci¨®n de las definiciones negativas por considerarlas discriminatorias. La Academia remiti¨® un informe a la Defensora en el que acreditaba que ninguna de esas acepciones ¡°es ajena al uso del espa?ol literario y hablado desde 1500 hasta hoy mismo¡±.
¡°Estamos especialmente sensibilizados con estas cuestiones, pero lo que no har¨¢ nunca la Academia ser¨¢ censurarse. Un diccionario del siglo XXI tiene que ir perfeccion¨¢ndose pero no por la v¨ªa de la autocensura porque acabar¨ªamos haciendo un Diccionario ser¨¢fico de t¨¦rminos bonitos¡±, subray¨® Villanueva, que record¨® otras acepciones que han suscitado protestas en el pasado como judiada (¡°acci¨®n mala, que tendenciosamente se consideraba propia de jud¨ªos¡±, en la versi¨®n 22?), por la que la comunidad jud¨ªa amenaz¨® con llevar a la Academia a los tribunales internacionales por antisemitismo.
Tambi¨¦n la cuarta definici¨®n de la palabra c¨¢ncer suscit¨® protestas entre asociaciones de enfermos: ¡°Proliferaci¨®n en el seno de un grupo social de hechos destructivos¡±. Esto motiv¨® que llevasen su malestar al Congreso para exigir la supresi¨®n de dicha acepci¨®n.
Dar¨ªo Villanueva: ¡°Nos toca la refundaci¨®n¡±
El 23? Diccionario de la lengua espa?ola ser¨¢ el ¨²ltimo de una especie. No est¨¢ claro qu¨¦ le suceder¨¢ pero su armaz¨®n ser¨¢ distinto. Ser¨¢ el primero, despu¨¦s de tres siglos de obras creadas para un mundo anal¨®gico, que se gestar¨¢ desde el medio digital. "Igual que hace 300 a?os los acad¨¦micos hicieron una obra util¨ªsima, ahora nos toca su refundaci¨®n", resumi¨® el secretario de la Academia, Dar¨ªo Villanueva, en la clausura del simposio internacional celebrado durante tres d¨ªas en la casa para analizar el futuro de los diccionarios. "Nos encontramos ante un cambio de paradigma, es una cultura radicalmente nueva. Estamos siempre pensando en la transformaci¨®n digital y no se trata de transformar, sino de crear desde el universo digital", se?al¨® el acad¨¦mico y presidente de PRISA, Juan Luis Cebri¨¢n, en la mesa donde se presentaron las conclusiones, donde tambi¨¦n se detuvo en la principal inc¨®gnita del nuevo modelo: la financiaci¨®n. "Los editores no sabemos c¨®mo se van a comercializar en Internet. La ventaja es que nadie lo sabe".
El simposio ha dejado algunas respuestas en cuanto a contenidos: la introducci¨®n de elementos ajenos al libro en la oferta virtual (audios, v¨ªdeos, im¨¢genes, enlaces...), la necesidad de actualizaciones frecuentes (entre una edici¨®n impresa y la siguiente transcurr¨ªa m¨¢s de una d¨¦cada) y la comodidad en el uso de las herramientas tecnol¨®gicas. Todo ello seguir¨¢ requiriendo algo que subray¨® Pedro ?lvarez de Miranda, director de la actual edici¨®n del DRAE: el rigor cient¨ªfico. ¡°Un diccionario digital no es uno de papel trasladado, pero s¨®lo a partir de un buen diccionario convencional se podr¨¢ hacer un buen diccionario digital¡±.
Babelia
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