¡®On the Road¡¯
El presidente extreme?o ha sido acusado repentinamente de viajar mogoll¨®n de veces en el pasado desde la aridez extreme?a a la calidez canaria a costa del presupuesto del Senado
El personaje se llama Frank Underwood, un sure?o que descubri¨® que el poder era la ¨²nica droga que le interesaba. Due?o de una inteligencia diab¨®lica y c¨ªnica, encontr¨® en la pol¨ªtica el veh¨ªculo ideal para tocar el cielo y mantenerse en ¨¦l. Tambi¨¦n se cas¨® con su alma gemela, sabedores ambos de que todo se puede comprar y vender. Es el protagonista de la serie House of Cards y ese personaje apasionante, temible y repulsivo solo podr¨ªa interpretarlo inmejorablemente el careto, la actitud, el sarcasmo y el talento de un actor como Kevin Spacey. Underwood es el gran urdidor, manipulador y aut¨¦ntico due?o del Partido Dem¨®crata en el Congreso. No precisa de ideolog¨ªa, es amoral, triunfar¨ªa en cualquier ¨¦poca, partido pol¨ªtico y pa¨ªs. No hay que ser un lince para imaginar que sus modelos ser¨ªan Fouch¨¦, Beria y alg¨²n otro extraordinario profesional de la infamia.
Una de las especialidades de este hombre para destruir a los que se sublevan o no controla absolutamente es la filtraci¨®n de mentiras, medias verdades y verdades. Utiliza m¨²ltiples canales, pero siente debilidad por una periodista joven, osada y pragm¨¢tica con la que tambi¨¦n intercambia fluidos adem¨¢s de informaci¨®n y desinformaci¨®n.
?Por qu¨¦ estar¨¦ pensando en pol¨ªtico tan sofisticado cuando aqu¨ª todo es tan cutre? Ya me acuerdo. Es por la noticia de que el presidente extreme?o, ese pepero tan raro que coleguea con los diablos rojos, insin¨²a que podr¨ªa pactar con los b¨¢rbaros que ya pueden pero a¨²n van a poder m¨¢s, no le gusta que su casto y humanista partido ande reformando leyes del aborto y posee heterodoxas opiniones sobre las verdades intocables que proclama la Biblia de su cristalino partido, haya sido acusado repentinamente de viajar mogoll¨®n de veces en el pasado desde la aridez extreme?a a la calidez canaria a costa del presupuesto del Senado, haciendo presunto turismo, como tantos otros de la casta que solo se atrev¨ªan a pecadillos leves.
Y hasta el m¨¢s lerdo intuye que la pu?alada viene de su propia iglesia. Prescindiendo de que el desm¨¢n sea cierto o no, las declaraciones de Monago han sido tragic¨®micas. Lo de ¡°dimitir ser¨ªa una dejaci¨®n de responsabilidades¡± es fatigoso, pero su homenaje a Miguel R¨ªos y a Kerouac con ¡°lo que he hecho yo es vivir en la carretera¡± roza lo pat¨¦tico.
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