Una serie diferente (y espa?ola)
Cuando se camina por el bosque de las series espa?olas puede ir confiado, es raro que te lleves alguna sorpresa. Sota, caballo y rey. Y quien se atreve a moverse y hacer algo diferente, no sale en la foto. Pero parece que las cosas empiezan a cambiar. Para los pr¨®ximos meses, las cadenas espa?olas est¨¢n preparando varios proyectos de series de ciencia ficci¨®n o thrillers (Refugiados, Rabia, El incidente...) que parecen dispuestas a aportar un nuevo color al panorama habitual. Y luego est¨¢n los locos que se atreven a hacer algo totalmente diferente, los que miran fuera, se encuentran con Louie, y dicen: "?por qu¨¦ no?" ?Por qu¨¦ no podemos tener algo parecido aqu¨ª? El resultado de esa aventura/locura es El fin de la comedia, serie de seis cap¨ªtulos que el viernes se estren¨® del tir¨®n en Comedy Central y que se pueden volver a ver de dos en dos hoy y los lunes 17 y el 24 de noviembre.
Creada por Ignatius Farray, Miguel Esteban y Ra¨²l Navarro, la serie se centra en la vida del primero de ellos ¡ªque ejerce como protagonista absoluto¡ª, su d¨ªa a d¨ªa fuera de los escenarios (o sobre ellos, a veces). El humor llega casi sin pretenderlo, de forma natural, con momentos surrealistas, momentos dram¨¢ticos y momentos hasta tiernos, y con esa sensaci¨®n agridulce que te deja pregunt¨¢ndote si igual no deber¨ªas estar ri¨¦ndote de eso. Pero lo haces. As¨ª es la vida.
Lo mejor de El fin de la comedia es el atrevimiento. Sus responsables se liaron la manta a la cabeza para, al menos, intentarlo. Y resulta que encima les ha salido una serie m¨¢s que digna, recomendable y que supone un soplo de aire fresco en el ambiente enrarecido por los vicios de siempre y las limitaciones habituales en la ficci¨®n espa?ola. No vicios y limitaciones de sus creadores y guionistas, ojo, sino de las cadenas que no dejan hacer otras cosas e imponen un modelo en el que se aseguren la m¨¢xima audiencia posible.
El fin de la comedia no es una sucesi¨®n de chistes uno detr¨¢s de otro. Puede que ni siquiera sea para todos los p¨²blicos. Es otra cosa, y le da igual serlo. De hecho, est¨¢ muy orgullosa de serlo, y de que cada cap¨ªtulo te sorprenda con un tono diferente y con personajes odiables y queribles a partes iguales. Y con cosas que a todos nos pueden pasar, como tener un vecino gru?¨®n, o conocer a la chica de tus sue?os mientras compras pepinillos, o viajar a Benavente y terminar en Benarrubia. O igual a ti te pasan cosas incluso m¨¢s raras, solo hay que mirar con los ojos adecuados.
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