La BNE muestra su galer¨ªa de retratos de los premios Cervantes

Elena Poniatowska posa como una sonriente princesa polaco-oaxaque?a. Rafael Alberti emerge del mar con pa?uelo de seda y melena de algod¨®n. Antonio Buero Vallejo estira el brazo izquierdo para acariciar un globo terr¨¢queo. Impecable siempre, Adolfo Bioy Casares mira de refil¨®n un paisaje costero que bien podr¨ªa servir de marco a La invenci¨®n de Morel. Miguel Delibes, sobre un fondo castellano, muestra las dos alianzas de la mano izquierda que evocan la a?oranza por su fallecida esposa. Ana Mar¨ªa Matute observa rodeada de sus historias bajo un lema inspirado en artesanos medievales. Carlos Fuentes est¨¢ oculto tras un velo blanco que le convierte en el autor invisible. Son algunas de las 39 obras de la exposici¨®n Retrato y literatura, inaugurada ayer en la Biblioteca Nacional, donde permanecer¨¢ hasta el 25 de enero.

Los cuadros no han hecho un largo viaje. Habitualmente se exponen en salas y pasillos cercanos al solemne sal¨®n de lectura de la Biblioteca Nacional. ¡°Pero s¨®lo pueden ver estas obras las personas que acuden a investigar y quer¨ªamos mostrar al p¨²blico por primera vez la colecci¨®n, que es un recorrido por lo mejor de la literatura en espa?ol de los ¨²ltimos 40 a?os¡±, se?al¨® Ana Santos, directora de la Biblioteca Nacional (BNE).

Ordenada de forma cronol¨®gica, se abre con un ¨®leo de Jorge Guill¨¦n, primer Premio Cervantes, en 1975, pintado por Carlos Garc¨ªa-Alix muchos a?os despu¨¦s. En 1999, por iniciativa del entonces secretario de Estado de Cultura, Miguel ?ngel Cort¨¦s, se decidi¨® crear la Galer¨ªa de Retratos de los Premios Cervantes con la doble finalidad de homenajear a los escritores e impulsar la creaci¨®n art¨ªstica contempor¨¢nea. Se design¨® la BNE como sede. Una comisi¨®n de expertos proporcion¨® 27 nombres de pintores (entre ellos, Guillermo P¨¦rez Villalta, Herminio Molero, Juan Vida, Carlos Garc¨ªa-Alix, Carlos Franco, Mari Puri Herrero, Rafael Cidoncha o Hern¨¢n Cort¨¦s Moreno) y fij¨® el formato de las obras.

A partir de 2000 desapareci¨® la comisi¨®n y se estableci¨® un procedimiento distinto, que aumenta la disparidad art¨ªstica. Cada premiado elige ahora al autor de su retrato, aunque con una condici¨®n econ¨®mica: la BNE paga como m¨¢ximo 6.000 euros por cada obra. ¡°A pesar de esas dos etapas, yo ser¨ªa incapaz de trazar una l¨ªnea clara entre una parte de la colecci¨®n y la otra¡±, coment¨® el periodista y escritor Jes¨²s Marchamalo, comisario de la muestra, que ha seleccionado el material que acompa?a a los cuadros: libros, manuscritos o cartas.

La ocasi¨®n ha permitido sacar de la c¨¢mara acorazada de la BNE el manuscrito de El Aleph de Borges, uno de los pocos que se conserva del escritor, que sol¨ªa destruir los originales. La instituci¨®n compr¨® el cuento en una subasta en Sothebys en 1985 por 19.000 libras esterlinas (24.234 euros). Entre las curiosidades de la muestra figura un peque?o autorretrato de Gonzalo Torrente Ballester y un dibujo de Jos¨¦ Manuel Caballero Bonald dedicado a Jorge Guill¨¦n.

De las 39 obras, s¨®lo una es ajena a la colecci¨®n p¨²blica: un retrato de Rafael S¨¢nchez Ferlosio cedido por el autor para la muestra. En toda la historia del Cervantes, el escritor ha sido el ¨²nico que se neg¨® a figurar en la galer¨ªa de la Biblioteca Nacional, pero s¨ª acept¨® participar en la exposici¨®n. Su dibujo se diferencia, adem¨¢s, por el formato y el marco. En los ¨²ltimos a?os han entrado en la colecci¨®n algunas fotograf¨ªas, entre ellas las realizadas por Jordi Soc¨ªas y Uly Mart¨ªn a Sergio Pitol y Jos¨¦ Emilio Pacheco, respectivamente, o la que Alan Flores realiz¨® en color a Elena Poniatowska frente a un retablo barroco mexicano.