Fuera del tiempo

En un hermos¨ªsimo cap¨ªtulo del imprescindible Sombras de un sue?o. Diario de rodaje de ¡®Las damas del Bois de Boulogne¡¯, Paul Guth visita el rodaje de una secuencia en exteriores del cl¨¢sico de Robert Bresson. Son los d¨ªas inmediatamente posteriores a la liberaci¨®n y el escritor cae en la cuenta de que el mundo sofisticado que recrea la pel¨ªcula pertenece al pasado: ¡°Lejos ya de ese mundo de antes de la guerra que la luz de un proyector hab¨ªa resucitado, floto entre tinieblas¡±. La ignorancia de la sangre, ¨²ltima pel¨ªcula de Manuel G¨®mez Pereira, con producci¨®n de Gerardo Herrero, adaptaci¨®n del cuarto best-seller del brit¨¢nico Robert Wilson protagonizado por el inspector Javier Falc¨®n, puede proporcionar al espectador la versi¨®n degradada de esa sensaci¨®n que experiment¨® Paul Guth, porque lo que aqu¨ª se convoca es una realidad ¡ªy un modelo cinematogr¨¢fico¡ª fuera del tiempo: un cine espa?ol previo a la crisis, capaz de sacar pecho en el dise?o de producci¨®n, de esculpirse a imagen y semejanza de modelos for¨¢neos ¡ªel thrillerde acci¨®n¡ª y de describir el pa¨ªs como una sucursal tan buena como cualquier otra de la sensibilidad global de la literatura de aeropuerto.

La Sevilla de La ignorancia de la sangre parece emanar del sue?o triunfal de la Expo 92 y tanto el yihadismo como las mafias rusas aparecen como toxinas extirpables en un cuerpo social saludable, vigilado una polic¨ªa hipertecnificada. Quiz¨¢ pueda resultar gratificante comprobar c¨®mo un planteamiento tan anacr¨®nico y ejecutado tan de espaldas a la realidad fracasa minuto a minuto, pero no resulta en absoluto agradable ver c¨®mo buenos actores como Juan Diego Botto, Alberto San Juan y Francesc Garrido se ven condenados a pronunciar frases clich¨¦. La secuencia er¨®tica previa al cl¨ªmax es de traca. La pel¨ªcula, tambi¨¦n.