El gran retratista del siglo XX
Mitos de Hollywood, pintores de vanguardia, iconos de la moda, la c¨¢mara de Cecil Beaton hizo de notario de la cultura y el 'glamour'. Un libro recoge sus legendarios retratos
En el cartel de la exposici¨®n que hace unos meses dedic¨® el Museo Metropolitano de Arte de Nueva York al dise?ador de moda Charles James se pod¨ªa ver un grupo de modelos que parec¨ªan haber quedado suspendidas en el tiempo entre las formas volubles de la moda y las p¨¢ginas de un libro de arte. El autor de la ic¨®nica imagen es el fot¨®grafo Cecil Beaton (1904-1980) que traduc¨ªa a su manera ese ¡°retorno al palacio¡± que significaron los a?os cincuenta para la moda despu¨¦s de la Segunda Guerra Mundial. Un neorromanticismo que impuso el New look de Dior y otros creadores en forma de dictadura estil¨ªstica a la silueta femenina. La moda volv¨ªa a conocer el gusto por la desmesura y la ostentaci¨®n despues de un periodo de austeridad obligada.
A pesar de que hoy en d¨ªa el nombre de Cecil Beaton para muchos, haya quedado relegado en ese pante¨®n selecto del esnobismo del siglo XX, pared con pared con Noel Coward y Cole Porter, los Duques de Windsor y Coco Chanel, la aparici¨®n de un libro, Cecil Beaton. Portraits and Profiles (Frances Lincoln) a cargo de Hugo Vickers, uno de los mejores estudiosos de su obra, nos devuelve su perfil legendario como cronista de un tiempo y de un estilo de vida que nadie mejor que ¨¦l supo traducir: el "toque Beaton" y ese mundo irreal de sofisticaci¨®n y ligereza ba?ado en escenograf¨ªas teatrales y barrocas.
Figuras como Greta Garbo y Marlene Dietrich refuerzan su imagen
de estrellas m¨ªticas
y legendarias gracias
a sus retratos
De la aristocracia brit¨¢nica a los espejos de la moda ¨Ccomo el t¨ªtulo de uno de sus libros m¨¢s conocidos¨C, del Hollywood dorado a los grandes iconos de la cultura, Beaton puso su acento de esteta y creador. Capt¨® con su objetivo algunos de los personajes que colaborar¨¢n en la transformaci¨®n del siglo XX como si fuera el pintor de una corte renacentista. Ejerci¨® de cronista de un mundo, estilizado y exquisito, que solo ¨¦l fue capaz de escrutar. Notario de un periodo de la historia que acabar¨ªa viendo desvanecerse y perecer como los legendarios bailes de mascaras de la jet society que se?alaron la vida social despu¨¦s de la contienda mundial.
Fot¨®grafo, dise?ador, cronista de la moda, escritor brillante, Cecil Beaton, al que Jean Cocteau se?alar¨ªa con su punto de humor e iron¨ªa como "Malice in Wonderland", por su verbo afinado e incisivo, recorre la historia de la fotograf¨ªa del siglo XX, desde los ¨²ltimos destellos del pictorialismo y la obra de un fot¨®grafo como Baron Adolf de Meyer ¨Cjunto con George Hoyningen-Huene, sus dos grandes influencias¨C hasta la nueva generaci¨®n de los sesenta, como un cultivador infatigable de la elegancia y la belleza. Como se?ala Hugo Vickers en su estudio introductorio, Beaton elev¨® el estatus social de la profesi¨®n de fot¨®grafo, que pas¨® de un simple comerciante "a entrar por la puerta principal y quedarse a comer".
Fot¨®grafo no oficial de la familia real brit¨¢nica, Beaton viajar¨¢ a Hollywood en los a?os treinta donde queda deslumbrado por los estudios y sus escenograf¨ªas que compara a la belleza de la arquitectura de las catedrales y que reflejar¨¢ en su estilo fotogr¨¢fico. Figuras como Greta Garbo y Marlene Dietrich refuerzan su imagen de estrellas m¨ªticas y legendarias gracias a sus retratos. Trabaja durante muchos a?os para la revista Vogue. Fotograf¨ªa a los grandes iconos de la moda, Coco Chanel, Diane Vreeland, Crist¨®bal Balenciaga y otros nombres del vadem¨¦cum estil¨ªstico. El estallido de la Segunda Guerra Mundial le lleva hasta el Ministerio de Informaci¨®n brit¨¢nico recorriendo el norte de ?frica, Oriente Medio y la India durante la contienda b¨¦lica. Una de sus fotograf¨ªas con el rostro de una ni?a herida con la cabeza vendada en la cama de un hospital ocupa la primera p¨¢gina de la revista Life. La imagen causa un gran impacto en la opini¨®n americana y en la pol¨ªtica de no intervenci¨®n del gobierno de Roosevelt.
Sus trabajos para el teatro y el cine como dise?ador de vestuario y escen¨®grafo contribuyen a proyectar su imagen de creador aristocr¨¢tico y estilizado. El musical Gigi del d¨²o Lerner y Loewe lo empareja con un director de las caracter¨ªsticas de Vincente Minnelli ¨Cun esteta como ¨¦l¨C en esta adaptaci¨®n llena de fantas¨ªa y joie de vivre del Paris de Colette y la Belle ?poque. Un trabajo que le reporta el reconocimiento de la Academia de Hollywood. Otro tanto ocurre con la direcci¨®n art¨ªstica de otro cl¨¢sico de la comedia musical, My Fair Lady, que su amigo George Cukor adapta para la pantalla. Beaton recrea con deslumbrante maestr¨ªa ese mundo victoriano de su infancia y que de alguna manera le acompa?ar¨¢ a lo largo de su vida. A fin de cuentas, la est¨¦tica de Beaton deb¨ªa m¨¢s al mundo decimon¨®nico de Oscar Wilde que al siglo de Albert Einstein. M¨¢s de un cr¨ªtico se?ala su trabajo art¨ªstico como la parte m¨¢s creativa y destacada de la pel¨ªcula y por lo que ser¨¢ recordada en el futuro. El impacto del dise?o creado por Beaton es recogido por su amigo Truman Capote que para su famoso baile del Hotel Plaza de 1966 se inspira en el estilizado vestuario en blanco y negro de la secuencia de Ascot de My Fair Lady. Para el pr¨®logo del libro The Best of Beaton Capote escribe a prop¨®sito de su mirada creativa: "Su inteligencia visual es de un genio".
M¨¢s all¨¢ de su perfil elitista y cronista de la alta sociedad, de esa imagen de dandi y esnob que le sirve de carta de presentaci¨®n, de retratista oficial de los bellos y privilegiados, Beaton sabr¨¢ profundizar en sus retratos mostrando su naturaleza m¨¢s fr¨¢gil y humana. Las fotograf¨ªas que realiza a una estrella como Marilyn Monroe, descubren la parte m¨¢s sensible y vulnerable del sex symbol deseado por medio mundo. Otro tanto cuando muestra a la escritora Colette como una mujer anciana en la penumbra de su intimidad dom¨¦stica.
Beaton luch¨® toda su vida por ser considerado como un creador y no quedar recluido en su ejercicio de fot¨®grafo, pero parad¨®jicamente ser¨ªa este medio el que le abrir¨ªa las puertas a ese mundo de magia y fascinaci¨®n donde proyectar¨ªa sus dotes creativas. Ejerci¨® de historiador y cr¨ªtico de la fotograf¨ªa. Con la irrupci¨®n de una nueva generaci¨®n de fot¨®grafos de moda, Richard Avedon, Irving Penn, las revistas se abrieron a otros campos creativos y su estilo comenzaba a verse como parte del pasado. Todav¨ªa tendr¨¢ tiempo de conocer y trabajar para la generaci¨®n juvenil que se?alar¨¢ la d¨¦cada de los sesenta fotografiando a la nueva "realeza del pop": Mick Jagger, Jean Shrimpton, Twiggy, Penelope Tree, Andy Warhol, donde su figura de personaje "Old fashion" ofrece un divertido contrapunto con los ¨ªdolos del rock. Uno de los fot¨®grafos de la nueva ola, David Bailey, le dejar¨¢ a modo de tributo un bello documental, Beaton by Bailey donde recrea su atmosfera y paisajes est¨¦ticos con la complicidad divertida del protagonista. Un maestro de la seducci¨®n que como hab¨ªa dejado escrito en uno de sus diarios, hab¨ªa conseguido triunfar en la vida "en un mundo irreal donde todo es diversi¨®n".
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