El Museo del Prado cierra el ciclo de las ¡®Poes¨ªas¡¯ mitol¨®gicas de Tiziano
El museo identifica en una obra de la Colecci¨®n Wellington uno de los seis ¨®leos que el pintor envi¨® a Felipe II para el Alc¨¢zar de Madrid entre 1553 y 1562


El Museo del Prado ha resuelto un enigma de proporciones mitol¨®gicas. La D¨¢nae que obra en propiedad del Duque de Wellington desde las guerras napole¨®nicas es en realidad la que Tiziano pint¨® en 1553 en Venecia para Felipe?II. A esa conclusi¨®n, que supone la identificaci¨®n de la ¨²ltima de las seis Poes¨ªas del pintor, uno de los ciclos mitol¨®gicos m¨¢s famosos de la historia del arte, ha llegado el conservador del Prado Miguel Falomir mientras la obra, cedida por su actual propietario, estaba siendo restaurada en el taller de la pinacoteca madrile?a.
La primera consecuencia de este descubrimiento es que la D¨¢nae de Tiziano que entr¨® a figurar en los inventarios del Prado en 1827 y era uno de los lienzos claves de la colecci¨®n italiana del museo pasa a ser otra cosa: una recreaci¨®n aut¨®grafa hecha unos 10 a?os despu¨¦s y comprada nada menos que por Vel¨¢zquez en 1636 en su primer viaje a Italia. Adem¨¢s de un gesto de honestidad intelectual, la decisi¨®n podr¨ªa contar como otra prueba de que al cuerpo de conservadores de la pinacoteca (y m¨¢s concretamente a Falomir, a quien quiz¨¢ recuerden por el descubrimiento de la Gioconda del Prado) no les tiembla la mano a la hora de emitir sus veredictos cient¨ªficos.
Los frutos de estas pesquisas se muestran a partir de hoy (d¨ªa del 195? aniversario de la fundaci¨®n del museo) en una exposici¨®n titulada D¨¢nae y Venus y Adonis. Las primeras poes¨ªas de Tiziano para Felipe II (hasta el 1 de marzo en la sala 40 del edificio Villanueva). Una cita ¡°peque?a, pero de enorme trascendencia¡±, conf¨ªa Falomir, jefe de departamento de Pintura Italiana. La componen, adem¨¢s de las dos d¨¢naes (la local y la que despu¨¦s viajar¨¢ de vuelta a la Apsley House, en Londres) Venus y Adonis, otra de las seis poes¨ªas pintadas para ser colocadas por Felipe II en el Alc¨¢zar de Madrid.
Un conjunto legendario
- Fue probablemente el propio Felipe?II, cuando a¨²n era pr¨ªncipe, quien encarg¨® en Augsburgo a Tiziano la serie de las Poes¨ªas, que el artista pint¨® entre 1553 y 1562 partiendo de las Metamorfosisde Ovidio y dando rienda suelta a su imaginaci¨®n l¨ªrica.
- Adem¨¢s de las dos que conciden en el Prado, el resto de las Poes¨ªas se hallan en la Wallace Collection de Londres (Perseo y Andr¨®meda), en la National Gallery of Scotland de Edimburgo (Diana y Calixto y Diana y Acte¨®n) y en la Isabella Stewart Gardner Museum de Boston (Rapto de Europa).
Esta ¨²ltima (como la de la colecci¨®n Wellington) ha sido restaurada en los talleres del museo, cuyas iniciativas financia la Fundaci¨®n Iberdrola, por Elisa Mora, que ayer ofreci¨® a la prensa una explicaci¨®n digna de alquimistas sobre las decisiones que la condujeron ¡°a recuperar la pincelada original y la vibraci¨®n lum¨ªnica de Tiziano¡±, que andaba oculta tras los ¡°fondos cubiertos de revestimientos oscuros¡±, los ¡°burdos repintes¡± y los ¡°barnices oxidados¡±. Adem¨¢s de incidir sobre el lienzo se recort¨® el marco de Venus y Adonis para hacer desaparecer una pr¨®tesis parda de 10 cent¨ªmetros que hab¨ªa desplazado hacia la izquierda el eje de la composici¨®n.
Antes, Falomir, que atribuy¨® a Paul Joannides, de la Universidad de Cambridge, el haber sido el primero en aventurar el verdadero valor la D¨¢nae de Wellington, hab¨ªa explicado las diferencias entre las dos obras basadas en el mito de la joven sedienta a la que J¨²piter posee con una fina lluvia de oro. Ambas comparten la belleza de las carnaciones del cuerpo de la chica (que Tiziano obtuvo con una inimitable mezcla de blanco, negro y minio), aunque en la primera, la reci¨¦n atribuida, aparece cubierta con un pa?o de seda, mientras que en la otra, una mano entre las piernas transmite la sensualidad que solo encierran algunos gestos. Tambi¨¦n resultan distintas las viejas que acompa?an las dos escenas, que cambiaron al ritmo que se fue ¡°deshaciendo la pincelada¡± del genio.
Tales diferencias pueden apreciarse en directo por primera vez en dos siglos, el tiempo que hace que Fernando?VII regal¨® al Duque de Wellington la D¨¢nae original en pago por sus triunfos contra las tropas napole¨®nicas; la pintura viajaba en el galdosiano Equipaje del Rey Jos¨¦, que el noble ingl¨¦s intercept¨® a tiempo en 1813.
Para entonces, la imagen, que tuvo el tama?o del resto de las Poes¨ªas, ya hab¨ªa resultado mutilada en su tercio superior por razones de conservaci¨®n. Descripciones antiguas y una copia flamenca revelan que en esa parte, de unos 70 cent¨ªmetros, se inclu¨ªa el rostro de J¨²piter y un ¨¢guila con rayos divinos, elementos que no ha podido recuperar ni siquiera el taller de restauraci¨®n del Prado, que tan acostumbrados tiene a los milagros a los amantes de arte.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
?Tienes una suscripci¨®n de empresa? Accede aqu¨ª para contratar m¨¢s cuentas.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.
Sobre la firma
