La memoria p¨®stuma de Fr¨¹hbeck en ¡®Los diamantes de la corona¡¯

Hace algo m¨¢s de un a?o, el 21 de septiembre de 2013, Rafael Fr¨¹hbeck de Burgos arrasaba en la Zarzuela con su versi¨®n de la Suite espa?ola, op. 47 de Alb¨¦niz. Ese d¨ªa le dijo al director del teatro, Paolo Pinamonti, que nunca hab¨ªa dirigido una pieza desde el foso de la calle Jovellanos. Pinamonti se ofreci¨® a hacer un hueco en la temporada 2014-2015 si el maestro buscaba un hueco. Y Fr¨¹beck lo encontr¨®. "Y as¨ª se plane¨® la producci¨®n de Los diamantes de la corona. Los hombres hacen sus planes, pero la vida sigue su camino. Y el gran maestro Fr¨¹hbeck de Burgos nos ha dejado", explica el director en las p¨¢ginas de un dossier sobre la pieza.

Muri¨® de c¨¢ncer el pasado 11 de junio en Pamplona a los 80 a?os. Fue el director de orquesta espa?ol con mayor prestigio internacional desde Ata¨²lfo Argenta; era titular de la Orquesta Sinf¨®nica de Dinamarca y director em¨¦rito de la Orquesta Nacional de Espa?a; dirigi¨® m¨¢s de un centenar de orquestas en Europa, Jap¨®n, Estados Unidos y Canad¨¢, y su talento fue reconocido en estos dos ¨²ltimos pa¨ªses, donde ha subido al podio de las filarm¨®nicas de Nueva York, Los ?ngeles, Filadelfia y las orquestas sinf¨®nicas de Cincinnati, Boston, Pittsburgh, San Luis, Chicago, Toronto y Montreal. La Zarzuela no pod¨ªa dejar de rendirle homenaje, y todas las representaciones de esta producci¨®n que estar¨¢ en el Teatro Nacional de la Zarzuela hasta el 14 de diciembre, ser¨¢n una forma de honrar su memoria.

Los diamantes de la corona supuso la recuperaci¨®n de una de las partituras m¨¢s importantes de Francisco Asenjo Barbieri con texto de Francisco Camprod¨®n en la temporada 2009-2010. La reposici¨®n, seg¨²n la instituci¨®n, supone una oportunidad de disfrutar de la partitura completa y de la historia de aventuras de una reina-forajida en el Portugal dieciochesco. "A mediados del siglo XIX en Espa?a era frecuente la traducci¨®n o adaptaci¨®n de textos del teatro l¨ªrico franc¨¦s favorecido, sin duda, por el paralelismo existente entre la op¨¦ra-comique y la zarzuela, al compartir la alternancia de partes cantadas y habladas. Los diamantes de la corona representa un ejemplo emblem¨¢tico de la historia de nuestra zarzuela grande y uno de los ¨¦xitos que ayudaron a su consolidaci¨®n".

A pesar de tener una fuente francesa, Les diamands de la couronne, se puede considerar una obra totalmente original, que respira con autonom¨ªa propia en cuanto a desarrollo de la historia y composici¨®n musical, seg¨²n el teatro. En palabras de su director de escena, Jos¨¦ Carlos Plaza, "se trata de un cuento donde aparecen princesas, bandoleros, soldados, monjes, cuevas, palacios¡­ El espectador debe venir al teatro con un esp¨ªritu parecido al de los ni?os, con la intenci¨®n de jugar y divertirse sin parar. La m¨²sica es excelente, los vestidos, propios de verdaderas princesas, y los decorados palaciegos recuperan la tradici¨®n de telones pintados decimon¨®nicos. Y el texto, en verso, no a?ade dificultades, as¨ª que todo parece f¨¢cil y ligero. Un espect¨¢culo con el que se recupera tambi¨¦n algo de nuestra propia infancia".