Las dos caras del genio Miles Davis

Como si se hubieran puesto de acuerdo, dos discogr¨¢ficas reeditan ¨ªntegras sendas sesiones de Miles Davis en directo, en lo que parece un nuevo ataque de necrofilia de la casta discogr¨¢fica. S¨ª, pero¡­

Miles Davis live in Paris recoge el concierto ofrecido por el trompetista y su quinteto en la sala Olympia de la capital francesa en marzo de 1960. Quien busque una versi¨®n en vivo del disco hom¨®nimo va dado. Sobre el escenario, el quinteto avanza a dos velocidades. Coltrane y los dem¨¢s. En su ¨²ltima aparici¨®n sobre un escenario junto a Miles, el saxofonista ¡ªquien ven¨ªa de sentar las bases de su visi¨®n est¨¦tica opuesta a la de Miles en Giant Steps¡ª se erige en promotor de una aut¨¦ntica batalla en el patio de butacas, audible en esta?versi¨®n discogr¨¢fica del concierto. Coltrane explora los l¨ªmites de lo f¨ªsicamente posible en su b¨²squeda de nuevos horizontes expresivos.

Apenas siete meses despu¨¦s, Miles volver¨ªa al mismo escenario con los mismos m¨²sicos, menos Coltrane, sustituido por Sonny Stitt (contenido en Miles Davis in Paris). Inevitablemente, suena hueco, peor todav¨ªa: ortodoxo. Se impone un cambio de tercio.

Miles at the Fillmore, grabado durante las actuaciones del trompetista en Nueva York y San Francisco en abril y junio de 1970, ejemplifica el caracter¨ªstico gatopardismo milesiano: Miles es Miles, incluso a 120 decibelios. Aplicado a su nuevo papel de gur¨² electr¨®nico, el trompetista, que nunca pas¨® de un discreto papel secundario en los escenarios del rock, aparece rodeado de disc¨ªpulos, incluyendo a los j¨®venes Chick Corea y Keith Jarrett, quienes comparten escenario y psicotr¨®picos. Otros tiempos.

?Qu¨¦ se escucha en Miles at the Fillmore? Impide precisarlo la pared de sonido que separa al oyente de los int¨¦rpretes. Dif¨ªcil reconocer las composiciones de origen extra¨ªdas de In a silent way. Para Robert Christgau, la m¨²sica de Miles at the Fillmore, editada en su d¨ªa de forma incompleta y con las piezas identificadas ¨²nicamente por el d¨ªa de la grabaci¨®n, carece de un foco. La versi¨®n funk de Miles tiene menos que ver con sus supuestos modelos que con la "composici¨®n grupal" de Karlheinz Stockhausen y el free jazz, que el trompetista detestaba. ?Qu¨¦ pudo sacar en conclusi¨®n una audiencia para la cual los extrav¨ªos pastoriles de Grateful Dead constitu¨ªan el s¨²mmum de lo musicalmente admisible? La respuesta puede que est¨¦ en el viento.

Miles Davis live in Paris. Fr¨¦meaux & Associ¨¦s (Karonte).

Miles at the Fillmore: The Bootleg Series, Vol. 3. Columbia Legacy.