La guerra antipirater¨ªa se intensifica
El adi¨®s a Seriespepito marca una semana de celebraciones para la industria cultural El sector cifra sus p¨¦rdidas por la pirater¨ªa en 2013 en 1.326 millones de euros
Blanco y negro, como la bandera pirata. Apenas hay grises en esta disputa. A un lado, la industria cultural, que celebra esta semana dos tantos a favor del derecho de autor: el cierre judicial de las p¨¢ginas Seriespepito y Peliculaspepito, que miles de usuarios aprovechaban para llegar a ver gratuitamente obras protegidas, y el comunicado de otra web, Series.ly, que retirar¨¢ ¡°todos los enlaces que infrinjan la ley¡±. Al otro lado, est¨¢n los due?os de estas p¨¢ginas, y los abogados que los defienden. Las argumentaciones de ambos mundos se sit¨²an en las ant¨ªpodas, cada uno cita sentencias que respaldan su actuaci¨®n y, por mucho que algunos aboguen por el di¨¢logo, su voz apenas se oye bajo el silbido de las balas.
Los ¨²ltimos proyectiles alcanzaron la primera l¨ªnea del ej¨¦rcito pirata. ¡°Ha sido una semana muy satisfactoria¡±, relata Carlota Navarrete, directora de la Coalici¨®n de Creadores. Porque los dos due?os de Seriespepito y Peliculaspepito fueron detenidos el martes, acusados de un delito contra la Propiedad Intelectual, y de obtener beneficios por 1.085.000 euros, seg¨²n la Polic¨ªa Nacional. Este peri¨®dico intent¨® contactar por correo electr¨®nicocon uno de ellos, sin respuesta.
Su letrado defensor, Carlos S¨¢nchez Almeida, tacha la cifra de ¡°manipulada¡±, ya que sumar¨ªa todos los ingresos generados por sus clientes. De todos modos, los n¨²meros que maneja la industria en conjunto son mucho m¨¢s altos: la Coalici¨®n de Creadores calcula que la pirater¨ªa provoc¨® p¨¦rdidas al sector cultural por 1.326 millones en 2013.
Series.ly, una red social con cinco millones de usuarios donde se pueden valorar, comentar y enlazar contenidos, era seg¨²n los expertos el siguiente tesoro al que ir¨ªan los bucaneros que visitaban Seriespepito ¡ª1,5 millones de usuarios ¨²nicos en octubre¡ª. Mientras, por cierto, ya se hab¨ªa hundido el buque insignia, Seriesyonkis, que en marzo retir¨® voluntariamente sus enlaces. Tras dos v¨ªctimas, lleg¨® el comunicado de la ¨²nica superviviente.
¡°Hasta ahora hemos dado libertad a nuestros usuarios para compartir enlaces de cualquier fuente de Internet, retirando aquellos sobre los que ten¨ªamos conocimiento efectivo de que infring¨ªan la ley. Con el cambio de legislaci¨®n, s¨®lo podremos mantener los enlaces a p¨¢ginas de las cuales podamos asegurar al 100% que tienen derechos sobre los contenidos, y eso es lo que vamos a hacer¡±, reitera Oriol Sol¨¦, uno de los fundadores de Series.ly. Se refiere, en concreto, a la entrada en vigor en enero de la nueva Ley de Propiedad Intelectual, que endurece sanciones y lucha contra las p¨¢ginas de enlaces. Sol¨¦ rechaza desgranar sus beneficios o su sueldo.
Tanto que, seg¨²n Almeida, ¡°desde enero la actividad de estas webs va a ser m¨¢s dif¨ªcil¡±. Y si cambiase el C¨®digo Penal ¡ªcon castigos de hasta seis a?os de c¨¢rcel¡ª ¡°lo m¨¢s aconsejable ser¨ªa cerrar¡±. He aqu¨ª otra de las decenas de cajas de Pandora. Varios letrados sostienen que hasta ahora los empresarios de p¨¢ginas de enlaces se han movido en un ¡°vac¨ªo legal¡±. Un abogado del otro bando, al que suelen acudir las productoras cinematogr¨¢ficas, no puede estar m¨¢s en desacuerdo: ¡°Desde hace m¨¢s de 10 a?os en Espa?a hay normativas id¨®neas para perseguir estas acciones. No es que algo alegal ahora se vuelva ilegal. Ya lo era antes y lo seguir¨¢ siendo¡±.
Una de las grandes batallas que se ha combatido frente a los jueces es acerca de si un enlace es o no una comunicaci¨®n p¨²blica. Algunos tribunales han considerado que s¨ª, otros que no. La actual Ley de Propiedad Intelectual, a la espera de la nueva, lo define as¨ª: ¡°Todo acto por el cual una pluralidad de personas pueda tener acceso a la obra sin previa distribuci¨®n de ejemplares a cada una de ellas¡±. Y la Ley de 2002 de Servicios de la Sociedad de la Informaci¨®n y de Comercio Electr¨®nico exime de responsabilidades a las p¨¢ginas de enlaces siempre y cuando ¡°no tengan conocimiento efectivo de que la actividad o la informaci¨®n a la que remiten es il¨ªcita o de que lesiona bienes o derechos de un tercero susceptibles de indemnizaci¨®n¡±.
De ah¨ª que los administradores, como ya hiciera Kim Dotcom cuando cerraron su gallina de los huevos de oro, Megaupload, se escuden en que no saben qu¨¦ contenidos enlaza cada usuario. ¡°Un due?o de una p¨¢gina web solo tiene la obligaci¨®n de retirar aquellos enlaces a contenidos que le reclaman los leg¨ªtimos propietarios, y as¨ª lo hemos hecho en m¨¢s de 130 ocasiones, retirando m¨¢s de 12.000 enlaces¡±, defiende Sol¨¦. Precisamente el conocimiento previo as¨ª como el ¨¢nimo de lucro han sido las claves que la industria ha pretendido demostrar en sus reiteradas denuncias.
Los acusados, en cambio, mueven el foco del debate. Citan a los buscadores y las operadoras telef¨®nicas ¡ªNavarrete reconoce que no han colaborado ¡°en absoluto¡±¡ª y contraatacan. Series.ly defiende que ha provisto de millones de visitas a las p¨¢ginas legales y cita un informe interno seg¨²n el cual el 60% de los 50 contenidos m¨¢s seguidos en su web no est¨¢ disponible en Espa?a en ninguna p¨¢gina autorizada.
Precios altos en las salas y las diferencias entre las fechas de estreno en EE?UU y Espa?a son algunas de las explicaciones de la pirater¨ªa, seg¨²n algunos due?os de estas p¨¢ginas. Incluso hay creadores que descartan que los piratas sean el enemigo p¨²blico n¨²mero uno. Entre los que cantan fuera del coro est¨¢ el guionista Sergio Barrej¨®n: "Pongamos un ejemplo hipot¨¦tico. Fulanito es un chaval de Madrid que va al cine todos los fines de semana. Fulanito compra entre 15 y 25 DVD al a?o para ¨¦l, y regala otros tantos en cumplea?os y Navidad. Podr¨ªamos decir que Fulanito es un buen cliente, ?verdad? Si adem¨¢s de comprar todo eso, Fulanito se descarga una peli cada fin de semana... ?De pronto se convierte en un pirata, en alguien que perjudica a la cultura? Yo creo que no".
El discurso del guionista pone en el punto de mira a las operadoras telef¨®nicas, considera "igual de absurdo pretender que la gente pague por todo y pretender conseguirlo todo gratis", rechaza la idea de una pelea Creadores vs Internautas y cuenta como hubiese querido otro ep¨ªlogo para el caso de Dotcom: "Encuentro intolerable que haya un gordo en Nueva Zelanda forr¨¢ndose a base de traficar con contenido que ha costado un dineral hace. Pero no creo que la soluci¨®n sea enviar a Jack Bauer a secuestrarlo. ?No habr¨ªa sido mejor negociar con ¨¦l? El tipo era un ladr¨®n, pero hab¨ªa logrado atraer a mucho p¨²blico. ?Acaso no es ¨¦sa la parte m¨¢s complicada y costosa de nuestro trabajo?".
Desde luego, poco tienen en com¨²n sus palabras con las de Navarrete: ¡°Por supuesto que la industria ha de hacer autocr¨ªtica, pero es casi imposible que haya modelos de negocios mientras se mantenga el gratis total. Las tarifas son otro debate distinto, que no tiene que ver con tu forma de acceder a algo: no te llevas de la tienda una colonia porque no est¨¢s de acuerdo con su precio¡±.
Babelia
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