Tributo de risa para un payaso muerto
Emotivo y divertid¨ªsimo, 'Rhum' conjura en el Teatre Lliure el esp¨ªritu del fallecido clown Monti
Cuentan que cuando el famoso payaso Ramper, que ten¨ªa una vena depresiva, le explic¨® trist¨ªsimo a su colega Alady que preparaba un n¨²mero sensacional y postrero, La muerte de Ramper,en el que tocar¨ªa el xilof¨®n, har¨ªa unas bromas, se subir¨ªa al trapecio y se lanzar¨ªa desde la c¨²pula del circo a las gradas, Alady le contest¨®: ¡°?Ser¨¢ formidable, mat¨¢ndote cada noche durante 15 d¨ªas seguidos te har¨¢s millonario!¡±. Los payasos tienen una forma particular de afrontar la muerte. Cuando Monti (sin la cara pintada Joan Montany¨¨s) se estaba muriendo de c¨¢ncer acudieron al hospital a despedirse de ¨¦l todos los otros grandes payasos catalanes con sus atuendos de clowns. Como para encontr¨¢rtelos en el ascensor a la UCI.
Payaso y muerte, la gran carablanca, hacen una extra?a y turbadora pareja. Un binomio que nos conmueve hasta los huesos. Crear un espect¨¢culo de clowns en torno a un payaso muerto es un verdadero reto. En torno a dos ya resulta una nobil¨ªsima payasada. Eso es lo que es, en la m¨¢s hermosa y generosa de las acepciones, Rhum, el gran, emotivo y divertid¨ªsmo homenaje a Monti que han orquestado un grupo de colegas. El montaje (que gan¨® el martes pasado el premio Zirk¨°lika al mejor espect¨¢culo de clowns) hace temporada estas navidades en un lugar tan proclive a las maravillas (¡°y alguna cagadita¡±, bromean en escena los payasos) como el Teatre Lliure de Gr¨¤cia.
Entre lo mejor de la funci¨®n, el desopilante duelo de carablancas
Cuando Monti se puso enfermo ten¨ªa el proyecto de un espect¨¢culo sobre Enrico Jacinto (!) Sprocani (1904-1953) , en la pista Rhum, un magn¨ªfico augusto que hizo pareja con Pipo y que era amigo del mism¨ªsimo Jacques Tati. A Monti le atra¨ªa ¡ªsin saber que prefiguraba la suya propia¡ª la escena de la despedida de Rhum en el cementerio parisino de Saint Ouen, con todos los grandes payasos de la ¨¦poca en colorida grand parade junto a la fosa. Rhum, el espect¨¢culo, iba a ser un homenaje al Rhum payaso y al oficio, pero result¨® evidente que Monti no lo podr¨ªa protagonizar. Convertidos en Rhum & Cia, cinco payasos bajo la direcci¨®n de Mart¨ª Torras decidieron sacar el proyecto de Monti adelante reconvirti¨¦ndolo adem¨¢s en una celebraci¨®n del propio colega, que falleci¨® en 2013.
El nuevo Rhum, que se pudo ver tres d¨ªas en el festival Grec, coproductor, y est¨¢ desde anoche en el Lliure de Gr¨¤cia hasta el 4 de enero, huye de sentimentalismos f¨¢ciles y ofrece un festivo rosario de n¨²meros desopilantes, incluidos algunos tan cl¨¢sicos como el del espejo roto o el tiro a la diana y otros destinados a los nuevos gustos como el de los cinco payasos convertidos en risibles ba?istas de un ballet acu¨¢tico mientras uno de ellos canta un rap. Las risas son sin duda el mejor tributo para un payaso muerto. (¡°Mi risa est¨¢ hecha de l¨¢grimas¡±, dec¨ªa el gran Grock ¡ªcuyo padre por cierto dej¨® a la familia para unirse a un circo ambulante: a ver si no es para entristecerse¡ª). Y sin embargo, una enorme vena po¨¦tica y l¨ªrica recorre como un r¨ªo subterr¨¢neo el espect¨¢culo. Ya desde que a la entrada de la sala te encuentras un maniqu¨ª con la ropa de Monti. O en el pre¨¢mbulo de la funci¨®n, con el augusto anunciando ¡ªen tono tan sublime como Plutarco la muerte de Pan¡ª ¡°Rhum ¨¦ morto¡± y portando una cajita con el almita del payaso. ¡°No es un espect¨¢culo para nada triste, el 90 % es de re¨ªr mucho, con un par de momentos emotivos¡±, recalca el director.
Los cinco artistas son gente muy curtida y grandes int¨¦rpretes
El hilo argumental de Rhum es la necesidad del grupo de payasos, que malviven en un almac¨¦n, de conseguir a Rhum-Monti, un augusto imprescindible para el trabajo que supuestamente les han ofrecido en el propio Lliure. A las payasas huestes las dirige el se?or Arquetti (Joan Arqu¨¨), un espl¨¦ndido, reverberante carablanca, con la elegancia del hist¨®rico Antonet (!!), otro payaso muerto, y, por cierto, enterrado en el cementerio de Barcelona. A Arquetti lo acompa?an los contraugustos Giuliani (Roger Juli¨¤), Peppino (Pep Juli¨¤) y Wilha (Guillem Alb¨¤), y el se?or Martines (Jordi Mart¨ªnez, t¨ªo de Monti), todo gente muy curtida y grand¨ªsimos int¨¦rpretes que ofrecen un repertorio sensacional de diferentes t¨¦cnicas de payaso, todo un Equipo A de clowns, como dice Arquetti.
Entre los momentos a recordar la impresionante aparici¨®n en una caja de Martines como viejo carablanca polvoriento (Jordi Mart¨ªnez fue el primer carablanca de Monti) y su duelo de carablancas con Arquetti (¡°?solo puede quedar uno!¡±), tras el que lo desvisten de la indumentaria blanca y le obligan a ser el augusto del grupo. Cuando se?ala que no puede hacer de payaso ¡°porque tengo el pie peque?o¡±, le dan los zapatones de Monti.
El momento m¨¢s emotivo es cuando el reticente augusto Martines, convertido en Rhum-Monti, dialoga con una grabaci¨®n de la voz del propio Monti, el payaso muerto transformado en algo as¨ª como el espectro del padre de Hamlet. ?No est¨¢ mal para ser un espect¨¢culo de payasos!. En lo que pod¨ªa ser la apoteosis de la trascendencia salta la frase que nos devuelve a la pista: ¡°Tanto Monti Monti tanto¡±. A subrayar que entre las cosas que dice Monti en off est¨¢ que los payasos de verdad no tienen nada que ver con los pol¨ªticos, aunque estos se crucen la palabra como descalificaci¨®n.
El espect¨¢culo, para todos los p¨²blicos, por supuesto, est¨¢ lleno de gamberradas, bofetadas, bromas, repeticiones, juegos de palabras (¡°una v¨ªctima prupiciatoria¡±, la canci¨®n de ¡°llet i v¨ª¡± ¡ªLet it be¡ª mientras cocinan ), entradas cl¨¢sicas, momentos fellinianos (el desfile con bombo, acorde¨®n y saxo ¡ª¡±?Peppino, saxo, saxo duro!¡±¡ª), m¨²sica en directo e incluso una buen¨ªsima imitaci¨®n del alcalde Xavier Trias a cuenta de la normativa del empleo de animales en el circo.
El final, con la sombra de Monti, inconfundible con su sombrerito, tras una cortina tocando el saxof¨®n a coro con el resto de los payasos es simplemente inolvidable. M¨¢s a¨²n si sabes que el que pone el cuerpo es el maquinista del Lliure Sergi Mart¨ªnez, primo de Monti. De nuevo ¡ªno nos vamos a ir a la calle con el coraz¨®n encogido y ?que viva el circo!¡ª, se deja paso a un ep¨ªlogo humor¨ªstico en el que los clowns hacen m¨²sica con infinitud de objetos, incluidos dos pollos de goma. Risas, risas. Con la nariz roja puesta. As¨ª viven y mueren los payasos.
?
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.