¡°Me duele hacer cine, pero estoy seguro de que no s¨¦ hacer otra cosa¡±
Mike Leigh rueda una brillante semblanza de los ¨²ltimos a?os del maestro William Turner
Durante el rodaje de Mr. Turner, Mike Leigh llam¨® a un amigo. Esta vez, le dijo, la hab¨ªa ¡°cagado de verdad¡±. Resulta que a pesar de su en¨¦rgico car¨¢cter, Leigh duda mucho de su trabajo. Tanto que para el amigo debi¨® de ser un d¨¦j¨¤ vu: ¡°Me respondi¨® que estaba harto de mis lamentos, que ser¨ªa una obra maestra. No estoy seguro del calificativo, de lo que s¨ª estoy seguro es que me duele hacer cine, y que no s¨¦ hacer otra cosa¡±.
As¨ª que Leigh (Manchester, 1943) se ha puesto una vez m¨¢s tras la c¨¢mara, para rodar una biograf¨ªa del pintor J. M. W. Turner, ese hombre que en el ¨²ltimo suspiro, exclam¨® ¡°?El sol es dios!¡±. Era el 19 de diciembre de 1851, y con tama?a declaraci¨®n fallec¨ªa el maestro brit¨¢nico de los paisajes rom¨¢nticos, el hombre que anunci¨® el impresionismo en algunos de sus postreros trabajos, un artista controvertido en su tiempo ¡ªla reina Victoria deploraba sus oleos¡ª.
Para el proyecto Leigh ha estado 15 a?os investigando y buscando financiaci¨®n, puliendo el guion que explica el arte y la personalidad de un tipo m¨¢s que exc¨¦ntrico, cascarrabias y egoc¨¦ntrico: un personaje fascinante que interpreta Timothy Spall ¡ªpremio a la mejor interpretaci¨®n masculina en Cannes¡ª, un habitual del cine de Leigh, un actor que estuvo dos a?os aprendiendo a pintar. ¡°Nunca pens¨¦ en otro, siempre fue Timothy¡±, explica Leigh en la biblioteca de un hotel del Soho londinense, a un par de kil¨®metros de donde el museo Tate Britain, depositario de bastante obra de un pintor que ejecut¨® m¨¢s de 30.000 obras, exhibe una muestra del arte de la ¨²ltima ¨¦poca de Turner.
El cineasta est¨¢ de buen humor, cosa rara en ¨¦l: ¡°?Por qu¨¦ Turner? Bueno, ?por qu¨¦ no? Cualquier cosa y cualquier persona son interesantes. Pero m¨¢s a¨²n Turner. No llegu¨¦ a ¨¦l porque quisiera hacer un filme de pintores, sino porque cuando acab¨¦ Topsy-Turvy, la pel¨ªcula m¨¢s dif¨ªcil de mi vida, record¨¦ que hay pocas cosas tan enormes como la personalidad de Turner, un artista al que descubr¨ª en los sesenta cuando fui a la Escuela de Arte de Camberwell. Es complejo, siente que debe cumplir una misi¨®n que tiene algo de ¨¦pico y espiritual¡±.
?pico y espiritual, y a la vez sucio, tanto f¨ªsica como moralmente, algo muy alejado de sus cuadros. ¡°Yo nac¨ª 92 a?os despu¨¦s de su muerte, e Inglaterra no hab¨ªa cambiado tanto. Muchas casas a¨²n ten¨ªan el cuarto de ba?o, bueno, la letrina, fuera del edificio. Es un producto de su ¨¦poca, pero era genial. Timothy y yo los construimos juntos¡±.
Mr. Turner se centra en los ¨²ltimos 25 a?os del pintor ¡°porque es cuando le ocurrieron las cosas m¨¢s interesantes¡±, asegura su director. Arranca con uno de sus viajes a Pa¨ªses Bajos y explica su amor por su padre, su radicalizaci¨®n art¨ªstica, indaga en su relaci¨®n con las mujeres (¡°Bueno, donde no llegan los estudios ficcionamos la trama¡¤), y le muestra en su explosi¨®n art¨ªstica, en su b¨²squeda de la experiencia que le llevara a sentir de manera m¨¢s viva la naturaleza. ¡°Era hiperm¨¦trope y sufri¨® de cataratas, pero eso solo no sirve para explicar su arte. No sabemos si de verdad se at¨® al m¨¢stil de un barco para inspirarse para Tormenta de nieve, aunque as¨ª se cuenta y as¨ª lo hemos rodado¡±. ?Y su aproximaci¨®n final a la abstracci¨®n? ¡°No, te equivocas, y eso est¨¢ bien desmontado en la exposici¨®n de la Tate¡±. Efectivamente, durante d¨¦cadas se pensaba en Turner como uno de los precursores de este movimiento. Sin embargo, en la Tate los expertos explican que la culpa de ese concepto fue de dar por acabados cuadros de los ¨²ltimos a?os que estaban sin rematar. ¡°Lo que no le quita m¨¦rito en su genialidad de atrapar el momento de la naturaleza¡±, a?ade Leigh, que como cineasta triunfa en capturar a Turner atrapando el esp¨ªritu de la naturaleza. ¡°Puedes hacer una pel¨ªcula de Turner en 16 mil¨ªmetros y en blanco y negro. Pero es que yo quer¨ªa celebrarle. Necesitaba color, naturaleza, pintura¡±, algo complejo y que probablemente sea la raz¨®n de que no haya casi pel¨ªculas sobre ¨¦l. ¡°Si hubiera habido una buena de ficci¨®n sobre ¨¦l, no me hubiera embarcado en este viaje¡±. Para cada detalle en pantalla Leigh se ha inspirado en las acuarelas y oleos de su personaje. ¡°Agradec¨ª esa gu¨ªa, y el uso del digital, que me ha permitido reconstruir paisajes y acontecimientos, como cuando ve c¨®mo remolcan al barco Temerario y siente que all¨ª hay algo¡±. ?Y si Turner fuera producto del famoso a?o sin verano, 1816, cuando las cenizas de la erupci¨®n de un volc¨¢n indonesio cubri¨® los cielos de Europa? ¡°Probablemente tambi¨¦n¡ No le busques explicaciones: era un genio¡±.
Londinense hasta las trancas, Turner sin embargo viajaba a Europa todos los a?os de julio a septiembre ¡ªalgo que no se ve en la pel¨ªcula¡ª hasta seis veranos antes de su muerte. Tomaba notas en un cuaderno, y de enero a abril pintaba para llegar con su obra a tiempo a la exposici¨®n anual de la Academia, acontecimiento que s¨ª se ve en pantalla, con los grandes de su ¨¦poca. Como all¨ª nunca le hubieran aceptado paisajes, sol¨ªa incluir en ellos animales e incluso humanos, que adem¨¢s le serv¨ªan para otra de sus pasiones: contar historias con sus cuadros. ¡°Cada pel¨ªcula que he hecho ha supuesto un viaje de aprendizaje. Me motiva la vida. En eso me siento cercano a Turner. Y con ¨¦l he ido lejos. Me ha llevado, por ejemplo, hasta Goya, una de sus inspiraciones. Su arte postrero es similar, hay una correlaci¨®n entre sus vidas: es indudable. Y le ha pasado como a Turner: solo recuerdo una pel¨ªcula buena sobre ¨¦l, con Paco Rabal. El resto¡ En realidad, he visto muy pocas pel¨ªculas buenas sobre pintores¡±.
Babelia
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