Udo J¨¹rgens, cantautor austriaco

Cuando Udo J¨¹rgens cumpli¨® 80 a?os, en el mes de septiembre pasado, el legendario compositor y cantante austr¨ªaco tom¨® una decisi¨®n que alegr¨® la vida a cientos de miles de sus admiradores en Alemania, Austria y Suiza: inici¨®, bajo el t¨ªtulo En la mitad de la vida, una nueva gira que obr¨® el milagro de agotar las entradas casi al mismo tiempo en que fueron anunciadas sus apariciones.

Hace dos semanas, J¨¹rgens puso fin a la primera etapa de su gira y se refugi¨® en Gottlieben, un id¨ªlico pueblo suizo para recuperar fuerzas y preparar la segunda etapa de su m¨¢s reciente aventura art¨ªstica con la que hab¨ªa vuelto a demostrar su genialidad a la hora de cautivar a su p¨²blico, una proeza que pocos artistas pueden lucir en sus respectivas biograf¨ªas. ?Acaso J¨¹rgen no hab¨ªa escrito una canci¨®n de ¨¦xito que titul¨® La vida comienza a los 66 a?os?

Pero el domingo pasado, cuando el compositor y cantante disfrutaba de un paseo vespertino en Gottlieben, sucumbi¨® a un ataque al coraz¨®n fulminante. La noticia entristeci¨® al mundo de habla alemana. ¡°Ha muerto un grande de la canci¨®n alemana. Sus canciones nos acompa?aron a todos y nos alegraron, pero tambi¨¦n nos consolaron y nos hicieron pensar¡±, se?al¨® el presidente de Alemania, Joachim Gauck, en un mensaje de condolencia dirigido a Jenny, la hija del artista. ¡°Durante m¨¢s de 50 a?os su padre cautiv¨® a su p¨²blico¡±. Por su parte, el canciller austriaco, Werner Feymann, afirm¨®: ¡°Udo J¨¹rgens no solo era un embajador de Austria en el mundo, sino que siempre mostr¨® una postura pol¨ªtica a favor de la democracia¡±.

Es cierto. Durante m¨¢s de medio siglo, J¨¹rgens no solo cautiv¨®, consol¨® e hizo pensar a su p¨²blico, sino que tuvo la suerte de ser admirado por una heterog¨¦nea mezcla de j¨®venes, adultos y miembros de la tercera edad, gracias a una cualidad que lo convirti¨® en una leyenda y que le vali¨® el apodo de ¡°moralista del piano¡±.

J¨¹rgens se convirti¨® en un ¨ªdolo europeo en 1996 cuando gan¨® el festival de Eurovisi¨®n de ese a?o con la canci¨®n Merci Cheri. Fue el comienzo de una carrera apote¨®sica, que convirti¨® al compositor y cantante en el artista m¨¢s aclamado de lengua alemana en el siglo pasado, un hombre que a lo largo de su carrera como cantautor tuvo la virtud de componer m¨¢s de mil canciones y vender m¨¢s de cien millones de discos, un r¨¦cord envidiable.

J¨¹rgens creci¨® y descubri¨® su pasi¨®n por la m¨²sica en el seno de su familia que logr¨® sobrevivir a los a?os oscuros del Tercer Reich recluida en un castillo, propiedad de su familia paterna en Klagenfurt. Fue un autodidacta en el piano y tuvo una formaci¨®n musical en el famoso Mozarteum de Salzburgo, donde descubri¨® sus habilidades con el pentagrama. A los 20 viaj¨® a M¨²nich, donde aprendi¨® a cautivar al p¨²blico. ¡°La gente escucha mis canciones como si estuvieran leyendo un libro o escuchando la banda sonora de una pel¨ªcula. M¨¢s que un cantante soy un narrador de mis canciones¡±, confesar¨ªa a?os m¨¢s tarde, ya encumbrado.

El m¨²sico austriaco tambi¨¦n se comprometi¨® pol¨ªticamente. A lo largo de su vida dio su voto a los candidatos socialdem¨®cratas y cultivo una larga amistad con el austriaco Bruno Kreisky y el alem¨¢n Helmut Schmidt. En 1988 tuvo la visi¨®n de componer la canci¨®n Mosc¨²-Nueva York, donde anunciaba el fin de la Guerra Fr¨ªa. Ese mismo a?o tambi¨¦n critic¨® al Vaticano a causa de su postura contra el aborto.

Pero la m¨¢xima que siempre cultiv¨® a lo largo de su exitosa y larga carrera, tanto en su ¨²ltima gira, como en el pasado, fue siempre la misma: ¡°El p¨²blico debe abandonar contento las salas de concierto¡±", afirm¨® el artista, cuya fama solo en Europa solo puede compararse a la de un cantante todavia en activo: Julio Iglesias.