Cuando los ni?os divierten a los mayores

Si usted tiene un blog en el que comenta la actualidad nacional y no se le ocurre nada, s¨®lo tiene que acudir a la edici¨®n para la Comunidad Valenciana de cualquier diario: es un fil¨®n de disparates y corruptelas. En televisi¨®n ocurre algo parecido: si en el horario correcto no se le ocurre gran cosa, realice un programa con ni?os. Nunca defraudan aunque no arrase en la audiencia. Fuera de clase es un ejemplo m¨¢s. Cinco ni?os de entre cuatro y nueve a?os con David Bustamante de presentador le rellenar¨¢n dignamente durante media hora la muy competitiva parrilla.

Siguiendo al estupendo telegrama que le envi¨® Carlos Barral a Jes¨²s Aguirre al conocer la noticia de su pr¨®xima boda con la duquesa de Alba (¡°primera impresi¨®n: desconcierto. Primera reflexi¨®n: entusiasmo¡±), cabe decir que en este caso el desconcertado es el espectador al contemplar el desparpajo, la desinhibici¨®n infantil, y m¨¢s sobre todo si a¨²n tiene memoria de la torpeza y pudor con los que la ciudadan¨ªa se comportaba frente a las c¨¢maras hace unas d¨¦cadas. Los ni?os de ahora no se cortan de nada y ante nada. Gabriela, por ejemplo, le pregunt¨® a Chenoa ¡ªprimera invitada al programa en el que cada d¨ªa se invitar¨¢ a alg¨²n famoso¡ª si ten¨ªa novio, y antes de que contestara la cantante se acerc¨® a su oreja y le coment¨® secretamente lo que despu¨¦s el presentador revelar¨ªa al p¨²blico: ¡°Dice que el de los rizos no le gusta nada¡±. El de los rizos para los que no son expertos en prensa rosa es David Bisbal. Gabriela demostr¨® m¨¢s tacto que todo el equipo de S¨¢lvame al dec¨ªrselo al o¨ªdo y no a los cuatro vientos. Otro infante contest¨®, l¨®gicamente, a la pregunta de por qu¨¦ conoc¨ªa Argentina: ¡°Por Messi¡±. Ninguno sab¨ªa c¨®mo se llama el ¨¢rbol que produce aceitunas pero hablaban de las tabletas con absoluta normalidad. Hemos tra¨ªdo al mundo a un audiovisual, podr¨ªa ser la conclusi¨®n.

El programa est¨¢ bien pensado. Se incluyen breves intervenciones de un mago (Jorge Luengo) y un chef (Diego Guerrero) que comparten su oficio con los ni?os y detalles que rozan el experimento cient¨ªfico, por ejemplo dejar un vetusto tocadiscos en manos de dos de los protagonistas y comprobar c¨®mo su comportamiento ante lo desconocido no difiere en mucho del que podr¨ªan tener unos primates. En resumen: un buen programa en el que los ni?os divierten a los mayores.