A su manera
Bob Dylan ha cumplido 73 a?os, pero definir su personalidad mantiene su condici¨®n de laberinto. Predecir su rumbo es tan imprevisible como cuando ten¨ªa 20 y pretend¨ªan cargarle con el trascendente fardo de ser la conciencia l¨ªrica de Estados Unidos. Aunque amara las canciones de Woody Guthrie electrific¨® con gran esc¨¢ndalo su arte cuando le dio la gana. Ah¨ª est¨¢n para demostrar que hizo lo que deb¨ªa hacer esas dos joyas tituladas Highway 61 revisited y Blonde on blonde.Siempre ha ido a su rollo y un paso por delante que el resto. Y, por supuesto, manteniendo ¨ªnfimo inter¨¦s por lo que piensen los dem¨¢s de sus virajes. Como mucho, podr¨ªa identificarse sin arrogancia con la frase de Picasso: ¡°Yo no busco, encuentro¡±. Ha sido, es y ser¨¢ ¨²nico. Y su capacidad para hipnotizar al oyente jam¨¢s ha tenido fecha de caducidad. Su obra es tan larga e impresionante que hasta se le pueden perdonar los resbalones. Que han sido pocos.
Hay cientos de m¨²sicos, algunos excelentes y con poderosa voz propia, que han realizado versiones de las canciones de Dylan. Normal. Y si tengo una imagen sublime de la historia del rock es la de un grupo de los mejores cantando junto a Dylan Forever young en las im¨¢genes finales de la vibrante y conmovedora El ¨²ltimo vals.
Y encuentras inspirador y normal que muchos artistas hayan reinterpretado las palabras y la m¨²sica de Dylan. Pero te resulta ins¨®lito que ¨¦l haya decidido hacer sus versiones de un universo ajeno. Leo que en febrero Dylan publica un disco interpretando canciones que Frank Sinatra hizo inmortales. Aunque no las compusiera ¨¦l, con la voz de seda, el estilo en grado superlativo y la seducci¨®n permanente consigui¨® hacerlas suyas y que todos los fascinados oyentes las identific¨¢ramos con el mundo de Sinatra.
Y estoy ansioso por conocer ese experimento. A mi capricho o a mi cursiler¨ªa sentimental le gustar¨ªa que fueran canciones de amor. Dylan ha creado algunas preciosas como Girl from the North Country, I want you o If not to you. Y hablando de esos asuntos gloriosos del coraz¨®n, es muy dif¨ªcil no emocionarse escuchando a Sinatra interpretar Rain in my heart y Strangers in the night. ?Qu¨¦ saldr¨¢ de ah¨ª? Algo muy raro. Ojal¨¢ que tambi¨¦n sea hermoso.
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