El vaquero del aire
El neoyorquino Peter Heller se estrena en la novela con un relato de un mundo asolado por la destrucci¨®n

El estadounidense Peter Heller (Nueva York, 1959) obtuvo en 2012 un ¨¦xito sonado con su primera novela, La constelaci¨®n del perro, que se traduce ahora al espa?ol. Ambientada en un futuro cercano, la acci¨®n nos presenta un mundo asolado por la destrucci¨®n, en donde el Estado ha desaparecido y los seres humanos han vuelto a las andadas. Es decir, con permiso de los optimistas rousseaunianos, a comportarse como lo que son cuando no se les ata cortos: unos lobos para sus semejantes.
En esta distop¨ªa Heller no teoriza ni suscribe expl¨ªcitamente esa tesis. Simplemente nos la muestra con una historia que sucede en Estados Unidos ¡ªfundamentalmente en Colorado¡ª nueve a?os despu¨¦s de que una "gripe aviar africana" haya acabado con media humanidad. La otra media o bien est¨¢ afectada por un mal que deja a las personas escu¨¢lidas e inermes, condenadas a una supervivencia precaria, o se ha echado al monte para sobrevivir.
En esta distop¨ªa Heller no teoriza. Simplemente nos la muestra con una historia que sucede en EE UU
Este es el caso del narrador y protagonista de la historia, Hig, que vive junto a su perro Jasper y otro hombre, Bangley, en las faldas orientales de las Monta?as Rocosas. Gracias al manejo del arsenal que hace Bangley y la pericia como piloto de Hig, los dos hombres se han hecho fuertes en un peque?o aeropuerto y el barrio que lo rodea.
Hig y Bangley se toleran porque se necesitan para defenderse de los grupos de merodeadores salvajes que los atacan con cierta regularidad. De hecho, las situaciones en que se encuentran con otras bandas recuperan las grandes emociones de las pel¨ªculas del Oeste, que son las de Jack London o Cormac McCarthy. Pero la aventura con may¨²sculas no comienza hasta que se produce la muerte del perro y el narrador siente la necesidad de irse volando en su avioneta. Como no pod¨ªa ser de otro modo, habr¨¢ una mujer.
A partir de este momento la historia fluye con un sentido y una intensidad m¨¢s acusados. La distop¨ªa se convierte tambi¨¦n en una novela de iniciaci¨®n, y la emoci¨®n de las aventuras y el lirismo de las descripciones adquieren tintes ¨¦picos y elegiacos. Aunque pueda parecer que Hig es ajeno al conflicto entre su estado salvaje y sus ansias espirituales, en realidad es esa tensi¨®n la que le lleva a abandonar ego¨ªstamente a su compa?ero de armas por un bien mayor. Sus motivaciones responden a la l¨®gica del pionero (que tambi¨¦n es la de Estados Unidos), que consiste en hacer c¨¢lculos y elegir el camino menos malo para atravesar una naturaleza amenazadora y sacralizada. La novela tiene la virtud de invitar a la reflexi¨®n. Se agradece el espejo en que nos muestra nuestro malestar en tanto que individuos que nos sentimos en la obligaci¨®n de construir y proteger una sociedad por la que, al mismo tiempo, nos sentimos aprisionados. Pero se agradece a¨²n m¨¢s que Heller nos lo ense?e en un buen libro de aventuras.
La constelaci¨®n del perro. Peter Heller. Traducci¨®n de Blanca Rodr¨ªguez y Marc Jim¨¦nez Buzzi. Blackie Books. Barcelona, 2014. 314 p¨¢ginas. 21 euros
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