Maldito poeta ruso
Egoc¨¦ntrico, punk, dandi y rom¨¢ntico, el escritor y pol¨ªtico Lim¨®nov vuelve para contar su vida en 'Soy yo, ?dichka'
1.?Es el rey de la primera persona. Eduard convierte su vida en mito, y toda su obra circula alrededor de ello. "La ¨²nica leyenda viva que le interesa es ¨¦l", suger¨ªa Emmanuel Carr¨¨re en Lim¨®nov (Anagrama). Eduard Lim¨®nov es un egoc¨¦ntrico loco que solo sabe hablar de s¨ª mismo, pero lo hace con tal belleza, humor, patetismo y ¨¦xtasis que convierte cada batallita en un momento trascendente. ?dichka tambi¨¦n es un bocazas: no hay escritor m¨¢s petulante y chulo que ¨¦l. Pero a la vez es un tipo honesto, leal y muy generoso. No es un hip¨®crita ni un cobarde, y mucho menos un c¨ªnico. Podr¨¢ arrearles un taburetazo, pero nunca por la espalda, y solo cuando realmente lo merezcan.
2.?Es un rom¨¢ntico. Lo que implica que su primera persona puede ser m¨¢s o menos fiable dependiendo de lo contado. Como Nik Cohn, Lim¨®nov no deja que la verdad se entrometa en una buena historia. Mentiroso compulsivo, cuentacuentos supremo, amante de la visi¨®n ¨¦pica, la hip¨¦rbole y la exageraci¨®n patol¨®gica, ?dichka explica su propia existencia desde el ¨¹ber-romanticismo de un poeta guerrero en plena epifan¨ªa. Importa poco si la vi?eta narrada le deja como un superhombre o un gusano asqueroso: lo crucial, enti¨¦ndanlo, es el impulso. Su voz en Soy yo, ?dichka (Marbot Ediciones) ostenta megaloman¨ªa tiznada de pavor, pasi¨®n-con-demonios, apocamiento que puede tornarse furia esquizoide, odio de clase y hambre por la vida.
3.?Es un dandi. Lim¨®nov ama la ropa. En sus inicios incluso alardeaba de ser un ¡°sastre aut¨®nomo¡±. Aunque hace a?os que Eduard solo maneja un inquietante look Trotsky + mosquetero facial, combinado con tabardos negros de la Armada sovi¨¦tica y pantalones de paraca, en Soy yo, ?dichka le vemos luciendo acampanados blancos, trajes de tres piezas color malva (agh), cazadora de cuero con pajarita (ugh), botines puntiagudos, camisas de chorreras y otros atentados est¨¦ticos contra la salud mental.
4.?Es un punk. Y no solo porque en su etapa neoyorquina fuese fan de Ramones o Talking Heads o porque en su juventud editara fanzines de poes¨ªa. Es un punk porque se limpia las ancas con el canon de la alta cultura, con los popes del establishment, y "no ama las peregrinaciones literarias ni a los barbudos del XIX". Se mofa de la bohemia de su J¨¢rtov natal (y, en Soy yo, ?dichka, de la bohemia rusa neoyorquina), de sus chaquetas casposas y reverencia por los cl¨¢sicos, as¨ª como rechaza la idea underground del fracaso como acto noble.
5.?Es un hombre con biograf¨ªa. S¨ª, su vida es ligeramente distinta a la de, por ejemplo, Martin Amis. ?dichka fue delincuente fallido en J¨¢rtov, airado dandi del underground moscovita, punk ruso en Nueva York que termin¨® sodomizado por un homeless, mayordomo de un multimillonario, celebridad literaria en Par¨ªs, voluntario en la guerra de los Balcanes (?por el lado serbio!), fundador del Partido Nacional-Bolchevique, reo de varias c¨¢rceles, miliciano nasbol en Kazajist¨¢n, convicto por terrorismo y filofascista ocasional, entre muchas y terribles cosas. Quiz¨¢s piensen que est¨¢ como una chota, pero desde luego es de los tipos m¨¢s interesantes que llegar¨¢n a conocer jam¨¢s.
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