¡°Desprecio el mundo literario; es contagioso¡±

Dice una de sus monoton¨ªas: ¡°Sin enemigos, ?qu¨¦ nos queda a los que no tenemos amigos? Por favor, no le digas a nadie que somos amigos¡±. Monoton¨ªa es el nombre que ha escogido Juan Antonio Masoliver R¨®denas para poner ¡°un poco de extravagancia¡± y no llamar ¡°minicuentos o aforismos¡± a las composiciones fragmentadas de su ¨²ltimo libro, El ciego en la ventana (Acantilado). Una obra peculiar y estimulante en la que apenas aparecen enemigos (escritores, estudiosos, cr¨ªticos) como objetos de sus provocaciones de acerado ingenio. ?Se ha domesticado este reputado cr¨ªtico literario, poeta, narrador y traductor?

¡°Antes era m¨¢s agresivo, m¨¢s pesimista, y este libro es m¨¢s comedido. Pero es que tampoco quiero reiterarme. Y tampoco vale la pena tener enemigos. A veces tomo el pelo a alguien y luego nos tomamos una copa¡±, explica Masoliver, que fue catedr¨¢tico de Literatura Espa?ola y Latinoamericana de la Universidad de Westmister de Londres. El mismo se describe en su casa con aspecto descuidado, echado a perder, en la entrevista imaginaria que abre un libro plagado de reflexiones humor¨ªsticas, literarias, er¨®ticas, filos¨®ficas, vitales. ¡°Nac¨ª con la Guerra Civil, pero nac¨ª con humor. Los espa?oles tenemos mucho sentido del humor para re¨ªrnos de los dem¨¢s, pero ninguno para re¨ªrnos de nosotros mismos. Y despu¨¦s de vivir 40 a?os en Inglaterra, he aprendido a re¨ªrme de m¨ª mismo¡±, dice el cr¨ªtico literario de La Vanguardia, barcelon¨¦s de 75 a?os.

¡°Antes era m¨¢s agresivo, m¨¢s pesimista, y este libro es m¨¢s comedido. Pero es que tampoco quiero reiterarme. Y tampoco vale la pena tener enemigos.

Tambi¨¦n hay humor en El Quijote, de Cervantes, y en el Ulises, de Joyce, dos de sus obras referenciales. ¡°Son exponentes del principio de la fragmentaci¨®n, del concepto temporal y espacial. No sabemos c¨®mo fue el pasado de El Quijote ni de Leopoldo Bloom. Son libros con mucha libertad de estructura. Se pasan la vida pensando pero viendo la realidad exterior, confront¨¢ndola¡±. El cr¨ªtico comparte la idea de que El Quijote anticipa la literatura contempor¨¢nea ¨C ¡°con el precedente de La Celestina¡±¡ª, pero no quiere hablar mucho: ¡°Todos los pedantes de este pa¨ªs se pasan el d¨ªa hablando de Cervantes y descubriendo muchas cosas. Yo no descubro nada. Estoy en la l¨ªnea de Monterroso, de la vitalidad y libertad de lectura del Quijote, que lo incluye todo: humor, melancol¨ªa, fracaso; cartas, cuentos¡­¡±.

Augusto Monterroso, guatemalteco de origen hondure?o, es uno de los mejores escritores latinoamericanos, aunque, en su opini¨®n, el ¡°m¨¢s grande¡± de todos fue Juan Rulfo: ¡°Pedro P¨¢ramo y sus cuentos son extraordinarios: mezcla el realismo m¨¢s duro con la intensidad po¨¦tica, el pesimismo, la magia, con todo¡±. De la narrativa actual espa?ola cita a Javier Mar¨ªas, Enrique Vila-Matas o Juan Mars¨¦; de poes¨ªa, a Jorge Manrique, san Juan de la Cruz, Juan Ram¨®n Jim¨¦nez u Octavio Paz. Tampoco el cr¨ªtico es amante de los c¨¢nones literarios: ¡°Son artificiales, demag¨®gicos. Son los gustos de uno, del se?or Harold Bloom, por ejemplo. Las etiquetas y clasificaciones sirven para iniciar a la gente, pero lo importante es destruirlas despu¨¦s¡±.

Nac¨ª con la Guerra Civil, pero nac¨ª con humor. Los espa?oles tenemos mucho sentido del humor para re¨ªrnos de los dem¨¢s, pero ninguno para re¨ªrnos de nosotros mismos. Y despu¨¦s de vivir 40 a?os en Inglaterra, he aprendido a re¨ªrme de m¨ª mismo

Bloom expres¨® en una reciente entrevista en EL PA?S su desd¨¦n por la literatura actual. El cr¨ªtico disiente: ¡°Conozco a gente de mi edad que dice que la pintura buena se ha acabado, igual que la m¨²sica. Y luego les preguntas si conocen a compositores o pintores actuales y responden que no, porque no vale la pena. ?Y c¨®mo lo sabes? Lo de Bloom es arrogancia pura¡±, apunta el escritor, que no se siente a gusto en los llamados cen¨¢culos literarios: ¡°Solo estoy en el mundo literario un momento, por mi profesi¨®n, porque presento mis poemas o porque me invitan a un congreso¡­ Pero yo desprecio el mundo literario: es contagioso, venenoso. Solo se habla de cotilleos¡±.

En otra de sus monoton¨ªas de El ciego en la ventana, el autor llama necio al que ¡°solo sabe caminar con rumbo fijo¡±, al ¡°que solo oye gritos¡± o al ¡°que dice haber le¨ªdo Finnegans Wake¡±. ?No ha le¨ªdo la obra m¨¢s dif¨ªcil de Joyce? ¡°No toda, y la he le¨ªdo acompa?ado de una gu¨ªa que explica las referencias del autor. Hay personas que lo han le¨ªdo bien, como Eduardo Lago, que lo est¨¢ traduciendo, o Vila-Matas. Yo creo que es un genial fracaso literario. Reconozco que su melod¨ªa se aprecia perfectamente. Mi t¨ªo me contaba c¨®mo el escritor le le¨ªa en voz alta el libro, con esa voz tan estupenda y era impresionante, maravilloso. Pero los libros, si no comunican¡­ No puedes estar leyendo un libro de no s¨¦ cu¨¢ntas p¨¢ginas como una sinfon¨ªa¡±.

Masoliver volvi¨® a Catalu?a hace una d¨¦cada. ¡°Me divorci¨¦ y me cas¨¦ de nuevo y fue la ¨²nica compensaci¨®n de mi regreso. Todo lo dem¨¢s han sido decepciones. No se puede centrar la pol¨ªtica en un solo problema, cuando hay much¨ªsimos¡±, sostiene el poeta que no participa del proyecto soberanista catal¨¢n. ¡°He vivido en M¨¦xico, Argentina, Inglaterra, Irlanda¡­ Creer en patrias, y a mi edad, ser¨ªa tr¨¢gico¡±.