Mario Bunge: ¡°El psicoan¨¢lisis y otras seudociencias son da?inos¡±
El pensador y cient¨ªfico argentino publica sus memorias a los 95 a?os. La filosof¨ªa, dice, est¨¢ muy atrasada comparada con las matem¨¢ticas, la qu¨ªmica o la biolog¨ªa
A sus 95 a?os, el fil¨®sofo, f¨ªsico y epistem¨®logo argentino Mario Bunge desayuna escribiendo sobre las ideas que pens¨® la noche anterior. El autor de La ciencia, su m¨¦todo y su filosof¨ªa (1960), La investigaci¨®n cient¨ªfica (1967) y los ocho vol¨²menes de Tratado de filosof¨ªa (1974-1989), entre otros 70 libros, bebe despu¨¦s caf¨¦ y come yogur. Segundo ganador del Premio Pr¨ªncipe de Asturias de Comunicaci¨®n y Humanidades, en 1982, Bunge propuso que EL PA?S lo ganara al a?o siguiente, pero evita las noticias por la ma?ana. Contesta en su casa de Montreal correos electr¨®nicos y lee revistas cient¨ªficas, en especial tres, Science, Nature y American Sociological Review, que recibe en forma gratuita despu¨¦s de superar los 50 a?os de suscripci¨®n. Almuerza las ensaladas y el pan con jam¨®n o salm¨®n ahumado que le prepara su segunda esposa, Marta, 19 a?os menor que ¨¦l, exalumna de un curso de filosof¨ªa en su natal Buenos Aires. Duerme una siesta de no m¨¢s de una hora y despu¨¦s vuelve a trabajar. Sale poco desde que hace cinco a?os se jubil¨® como profesor en la Universidad McGill. A veces va all¨ª a recibir visitantes y exestudiantes. Por la noche mira dos telediarios: "Me interesan, pero son bastante malos: uno es el de la BBC, que antes era bueno, y el otro es el de la NBC, que se ha olvidado del resto del mundo y habla solo de EE UU". Cena liviano y disfruta con su mujer de alguna de las pel¨ªculas que ella compra en DVD.
El capitalismo ha tenido sus m¨¦ritos, pero es moralmente insostenible: la productividad se dobla y los salarios son iguales¡±
En esta rutina diaria ha encontrado tiempo para escribir su vida y resumir su pensamiento en el libro Entre dos mundos. Memorias. Son varios sus universos intelectuales, pero dos los espacios: el de sus primeros 44 a?os de vida en su pa¨ªs y los siguientes 51 en el exilio en EE?UU (1963-1965), Alemania (1965-1966) y Canad¨¢ (desde 1966), una emigraci¨®n que comenz¨® por el temor a un golpe militar que finalmente ocurri¨® cuando ¨¦l lleg¨® a este ¨²ltimo pa¨ªs. "He cambiado bastante de pensamiento", cuenta Bunge mientras bebe un zumo de naranja en el porte?o Caf¨¦ del Lector, al lado de la Biblioteca Nacional. "Cuando era joven ten¨ªa esperanzas en el socialismo autoritario, en la revoluci¨®n, en todo eso. Todas esas esperanzas se evaporaron. Mi actitud hacia la filosof¨ªa marxista ha cambiado mucho. Hice una cr¨ªtica detallada de la dial¨¦ctica, n¨²cleo de la filosof¨ªa marxista. La dial¨¦ctica es confusa y, en el mejor de los casos, falsa. En el peor de los casos, no se entiende", opina Bunge. Ahora se define como "socialista, democr¨¢tico, participativo, cooperativo": "Creo que el capitalismo ha tenido sus m¨¦ritos hist¨®ricos, pero es moralmente insostenible. Por ejemplo, la productividad de todos los sectores industriales se ha duplicado en los ¨²ltimos 50 a?os, pero los salarios se han mantenido constantes. O sea, que se han beneficiado unos pocos. Los ricos se han hecho m¨¢s ricos y los pobres se han quedado igual o peor. Por este lado los marxistas tienen raz¨®n, pero la alternativa que proponen no es viable porque confunden socializaci¨®n con estatizaci¨®n y lo ideal no es que el Estado sea patr¨®n, sino que los trabajadores sean los patrones, que los que trabajan posean y administren sus empresas, un poco lo que ocurre con la pyme familiar".
Bunge ha tenido cuatro hijos en dos matrimonios ¡ªsu segunda esposa ha escrito un ap¨¦ndice de Memorias sobre su vida con ¨¦l¡ª y solo se arrepiente de algunas participaciones en pol¨ªtica: "Mis incursiones en pol¨ªtica fueron todas muy breves, casi todas equivocadas, incluyendo mi participaci¨®n en la Uni¨®n Democr¨¢tica, el frente antiperonista en [las elecciones presidenciales de] 1945". En 1951 cay¨® una semana preso por su oposici¨®n al peronismo. Unos 63 a?os despu¨¦s, el fil¨®sofo y f¨ªsico viene a Buenos Aires y ofrece varias conferencias, incluida una por invitaci¨®n del ministro de Ciencia del Gobierno de la peronista Cristina Fern¨¢ndez de Kirchner, Lino Bara?ao. "No creo que el doctor Bara?ao sea peronista. Est¨¢ haciendo una administraci¨®n muy buena y si hay algo rescatable de los Gobiernos kirchneristas [desde 2003] es el apoyo a la ciencia. Son los primeros Gobiernos de la historia argentina que apoyan a la investigaci¨®n cient¨ªfica", destaca Bunge, aunque despu¨¦s aclara que, tras media vida en el extranjero, ya no comprende la pol¨ªtica argentina. "El peronismo es lo mismo que el catolicismo: se va adaptando a las nuevas circunstancias", razona este pensador ateo con la voz tenue de su edad. De lo que no se arrepiente es de su participaci¨®n en la campa?a en contra de la independencia de Quebec.
Hay seudociencias muy destructoras. Por ejemplo, la astrolog¨ªa es inofensiva. En cambio, hay seudociencias muy da?inas, como la teor¨ªa econ¨®mica est¨¢ndar, o todas las medicinas alternativas"
El centro de la vida de Bunge ha sido la docencia y la investigaci¨®n en una decena de universidades del mundo, incluidas las de Pensilvania y Friburgo. De adolescente le apasion¨® la lectura, el saber y la cr¨ªtica; comenz¨® gradu¨¢ndose en F¨ªsica en la Universidad de La Plata, donde fue alumno del escritor Ernesto S¨¢bato, y poco despu¨¦s incursion¨® en la filosof¨ªa. As¨ª define su legado: "No se limita a la filosof¨ªa y a la ciencia, incluye tambi¨¦n metaf¨ªsica, teor¨ªa del conocimiento, ¨¦tica y filosof¨ªa pol¨ªtica. Mi principal aporte es construir un sistema filos¨®fico con algunas ideas nuevas que no se limitan a comentar las ideas de otros, que es lo que ocurre con los autores de filosof¨ªa. Es una filosof¨ªa nueva caracterizada, primero, por el realismo. El realismo filos¨®fico tiene la tesis de que el mundo exterior no preexiste y existe de por s¨ª, sin nuestra ayuda, excepto lo artificial, los artefactos humanos, y entre los artefactos incluyo a la sociedad, lo hecho por la gente y no por la naturaleza. Segundo, es una filosof¨ªa materialista, es decir, la tesis de que no hay objetos inmateriales, sueltos, desencarnados, todo lo material es real. En particular, las enfermedades mentales son enfermedades del cerebro. Tercero, el sistemismo, o sea, encarar los problemas gordos de manera sist¨¦mica y no fragmentaria, no contentarse con el an¨¢lisis, sino hacer s¨ªntesis. Cuarto, cientificismo. La tesis de que todo lo que se puede conocer se puede conocer mejor usando el m¨¦todo cient¨ªfico, empezando por las ciencias sociales. Por ejemplo, hacer historia o sociolog¨ªa con n¨²meros, estad¨ªsticas". Una vez alguien le reproch¨® en una universidad australiana: "Pero usted est¨¢ comprometido con el paradigma num¨¦rico". "S¨ª, se?or. No es lo mismo una pareja, una aldea de 500 personas o una ciudad de 5 millones. Tienen problemas diferentes", respondi¨® Bunge.
Este porte?o que se ha ganado amigos y enemigos en su vida acad¨¦mica es muy cr¨ªtico con lo que ¨¦l llama seudociencias, asunto que lo obsesiona desde joven. "Hay seudociencias muy destructoras. Por ejemplo, la astrolog¨ªa es inofensiva. En cambio, hay seudociencias muy da?inas, como el psicoan¨¢lisis, la teor¨ªa econ¨®mica est¨¢ndar, todas las medicinas alternativas. Aunque los productos homeop¨¢ticos sean pura agua, la pr¨¢ctica homeop¨¢tica impide que el enfermo se haga tratar en forma cient¨ªfica y entonces la enfermedad prosigue. No tratar una enfermedad es tan malo como tratarla mal. Un c¨¢ncer no va a desaparecer por unas gotitas de agua con colorante", advierte Bunge.
Argentina ser¨¢ el ¨²ltimo reducto del psicoan¨¢lisis. Las Facultades de Psicolog¨ªa est¨¢n dominadas por lacanianos"
En su pa¨ªs, donde a¨²n reina el psicoan¨¢lisis, este hijo de un diputado socialista de antepasados alemanes y de una enfermera inmigrante de un pueblo cerca de Hannover escribi¨® su primer documento contra el pensamiento de Sigmund Freud a los 16 a?os. "Argentina ser¨¢ el ¨²ltimo reducto del psicoan¨¢lisis. Las Facultades de Psicolog¨ªa est¨¢n dominadas por lacanianos. Una vez puse en un libro en franc¨¦s 'charlacanismo' y el corrector puso charlatanismo, cre¨ªa que era un error m¨ªo. No, no lo era", sonr¨ªe el pensador, muy cr¨ªtico tambi¨¦n con su propia disciplina: "La filosof¨ªa est¨¢ muy venida a menos, a diferencia de c¨®mo avanzan la matem¨¢tica, la qu¨ªmica, la biolog¨ªa, la historia con n¨²meros, o cliometr¨ªa. Hay demasiadas c¨¢tedras de filosof¨ªa casi todas ocupadas por comentaristas, especialistas en Kant, Hegel, Spinoza, Descartes, Arist¨®teles, Marx. Ninguno se propone forjar ideas nuevas".
Tambi¨¦n reprocha a los fil¨®sofos morales contempor¨¢neos: "Desde la guerra de Vietnam se han ocupado de problemas espec¨ªficos mucho m¨¢s que antes. Se siguen ocupando much¨ªsimo de problemas de la moral individual, pero los problemas ¨¦ticos principales son los que afectan a grandes n¨²cleos de poblaci¨®n. Por ejemplo, me parece mucho m¨¢s importante el problema de la mala salud en sectores muy grandes o el de la difusi¨®n de la droga, que no se arregla con solo decirles a los chicos que no se droguen, sino que hay que ir a la ra¨ªz, al comercio de la droga. Habr¨ªa que reglamentarlo, en lugar de dejarlo en manos de los delincuentes, como pasa en M¨¦xico y Estados Unidos".
Entre dos mundos. Memorias. Mario Bunge. Gedisa. Barcelona, 2014. 398 p¨¢ginas. 31,90 euros.
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