¡®Livin¡¯ media vida Lohan

A lo largo de Lindsay: una nueva oportunidad, el reality que CosmopolitanTV estren¨® ayer y que protagoniza la actriz m¨¢s turbulenta de la d¨¦cada pasada, se ve a Lindsay Lohan arruinar un rodaje a golpe de pataleta, acosada por los paparazis, llorar a moco tendido al declararse esclava de m¨²ltiples adicciones y anunciar que todo va a cambiar. En fin, hace todo lo que se espera que haga Lindsay Lohan desde que pas¨® de joven promesa a talento diluido en estupefacientes. Sus rasgos est¨¢n tan delimitados que se ha convertido pr¨¢cticamente en un arquetipo. Es de esas actrices que han devenido en personaje.

As¨ª que ver sus subidones y bajones, sus evasiones de la realidad, sus l¨¢grimas y sus caladas no requiere ning¨²n esfuerzo de adaptaci¨®n. Cre¨¦rselo, a¨²n menos. Es m¨¢s, habr¨¢ a quien le d¨¦ grima la intensidad con la que Lohan vive cada escena, devorando caramelos a pu?ados, reclamando cigarrillos y perorando sobre el infierno lis¨¦rgico y medi¨¢tico en el que lleva viviendo seis a?os. No es uno de esos realities plastificados con glamour en el que en cualquier momento puede aparecer una Kardashian.

Pero all¨ª donde la serie es generosa en detalles, es taca?a en trama. El argumento nos pide que nos creamos que Lohan busca reformarse definitivamente. Esto es genial porque permite repasar los titulares m¨¢s pol¨¦micos de la vida de Lohan, que es lo m¨¢s parecido a una carrera que haya tenido ¨²ltimamente. Pero esa historia ya se la ha contado a cientos de periodistas y jueces. Y el final no cambia. Siempre hay un traspi¨¦s antes de la redenci¨®n. Esta conclusi¨®n autodestructiva no est¨¢ en el reality y eso le resta efecto. Para compensar, tiene que aguar sus historias y limar a sus personajes. Es como casi todo en la vida de esta actriz: una oportunidad no perdida y no exenta de m¨¦rito, pero que podr¨ªa haber sido m¨¢s.