Pasen y vean al prodigioso payaso con alas
Pere Hosta mezcla ave y clown en 'P¨¤jaru', con audiovisual de Isaki Lacuesta
Un payaso con alas, he ah¨ª una imagen poderosa y llena de resonancias on¨ªricas y simb¨®licas, un portento, vaya. El clown catal¨¢n Pere Hosta decidi¨® un d¨ªa acercarse al mundo de los p¨¢jaros y el resultado ha sido P¨¤jaru, un espect¨¢culo teatral que junta a los seres alados con el terrestre payaso creando un simp¨¢tico y gamberro h¨ªbrido, un personaje hilarante que se muestra al p¨²blico para explicar su historia y ofrecer de paso, entre risas, algunas curiosidades ornitol¨®gicas, como que las ocas son capaces de volar a 8.500 metros de altura.
El p¨¢jaro en el que ha encontrado inspiraci¨®n el payaso Hosta no es un ave cualquiera, qu¨¦ va, sino el extraordinario pergolero (bowerbird) de las ant¨ªpodas, cuyo m¨¦todo de cortejo es de lo m¨¢s extravagante. Los machos de dicha especie de ave, un paseriforme de la familia ptilonorhynchidae, construyen con palitos una elaborada estructura a modo de pasillo, glorieta, cenador o choza a la entrada de la cual depositan con devoci¨®n de coleccionista un variado conjunto de objetos ¡ªcaracolas, piedrecitas, frutas, semillas, plumas e incluso trocitos de pl¨¢stico o cristal¡ª como parte de su rebuscada estrategia para atraer a las hembras. Estas van de construcci¨®n en construcci¨®n inspeccionando el trabajo arquitect¨®nico de los esforzados machos y valorando sus muestrarios, que estos exhiben, entre danzas y cantos, en el curso de su ritual de apareamiento. Es dif¨ªcil decir sin ser una hembra de pergolero ¡ªo David Attenborough¡ª qu¨¦ hace mejor a una estructura u otra o preferible una decoraci¨®n que la del vecino. Pero ellas parecen tenerlo muy claro. En su indispensable 1001 questions answered about birds (Nueva York, 1968), Allan y Helen Cruickshank explican que durante la II Guerra Mundial en el Pac¨ªfico, los pergoleros decoraban sus emparrados con objetos descartados o perdidos por los soldados.
El comportamiento de estas singulares aves lo resume a su particular manera el payaso Hosta con el subt¨ªtulo de su espect¨¢culo: "P¨¢jaro busca p¨¢jara para echar un vuelo o lo que convenga". El montaje llega por fin a Barcelona tras su estreno original en Temporada Alta de Girona y una larga gira por Catalu?a. Puede verse en La Seca Espai Brossa hasta el 1 de febrero. P¨¤jaru cuenta con un equipo de lujo acompa?ando a su protagonista: direcci¨®n y escenograf¨ªa de Manel Trias, de Zotal Teatre, y audiovisuales del cineasta Isaki Lacuesta y dramaturgia de Jordi Palet.
¡°Nos interes¨® mucho el comportamiento de los p¨¢jaros en el terreno de la seducci¨®n¡±, explica Hosta, que recalca que, bromas aparte, ha habido un profundo trabajo de investigaci¨®n sobre el movimiento y el gesto para la composici¨®n del payaso-ave, un personaje que muestra los puntos de contacto entre el clown y el p¨¢jaro. El int¨¦rprete se?ala que inicialmente se plantearon buscar modelos en aves m¨¢s cercanas, palomas y gorriones. Pero entonces se toparon con el bowerbird "y nos sedujo". Con su "p¨¢jaro desplumado" tratan de seducir a su vez al p¨²blico.
¡°Nos interesa el comportamiento de las aves en el ritual de seducci¨®n¡±
El trabajo no consiste en imitar al ave, "sino buscar su esencia¡±. El movimiento del payaso pajaril no es entonces exactamente el del pergolero satinado de las monta?as Arfak de Pap¨²a sino "m¨¢s gallin¨¢ceo". ?Es f¨¢cil para el payaso ser ave? "El payaso puede ser cualquier cosa, aqu¨ª en realidad quiere, aspira a ser p¨¢jaro, piensa que haciendo lo que el bowerbird encontrar¨¢ pareja. 'Si le funciona a ¨¦l eso a m¨ª tambi¨¦n', se dice. Es la l¨®gica del payaso".
Al espect¨¢culo, Isaki Lacuesta aporta, dice Hosta, todo un universo visual. ¡°Pone im¨¢genes de archivo de pioneros del vuelo, hombres con alas que tratan de volar, y filmaciones de bosque muy peculiares, pasadas por el cedazo Isaki". Pese a que hay im¨¢genes de esos intentos inocentes y descerebrados de volar y que entronca en algunos momentos con ellos, P¨¤jaru no es un espect¨¢culo sobre el vuelo y la aviaci¨®n.
La primera idea era ofrecer algo similar a un documental de La 2, pero se transform¨® naturalmente (y valga la palabra) en algo m¨¢s festivo, m¨¢s enfocado en la cosa de la seducci¨®n, aunque hay un power point y "todo lo que explico es real". Se nota que le ha impactado la historia del pergolero. "Es que es muy bonito eso de cojan cosas y las exhiban, se ve que les gustan especialmente las que son azules".Hosta reconoce que el espect¨¢culo le ha desarrollado un mayor inter¨¦s por los p¨¢jaros. "Es todo un mundo", dice, con tono de estar atrapado ya irremediablemente por la birdmania. De momento su habilidad de observador es francamente mejorable: "Reconozco bien el pato y la gallina, ?el pergolero?, no hay problema, porque viven en Australia".
Ponerle alas al payaso es fuerte. "Se ha hecho. Monty ten¨ªa un n¨²mero en el que luc¨ªa alas de mariposa; muchos payasos han querido volar, aunque suelen ser criaturas muy terrestres". ?Se podr¨ªa ver al payaso con alas como un trasunto del cham¨¢n, un intermediario entre la tierra y el cielo? Hosta medita la cuesti¨®n y uno casi puede o¨ªr como a su espalda las plumas se agitan tr¨¦mulas.
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Babelia
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