La colecta

?En los matrimonios suced¨ªa a menudo una costumbre de ligar o desligar al hijo de tu margen de influencia en funci¨®n de su virtud. As¨ª, el padre dec¨ªa: ¡°Nuestro hijo toca el piano de maravilla¡±, pero, en cambio, prefer¨ªa este modo: ¡°Tu hijo ha vuelto a suspender matem¨¢ticas¡±, si las tornas se giraban en contra.

Este s¨ªndrome del distanciamiento subconsciente le sucede al Partido Popular con su excontable Luis B¨¢rcenas. Tras su encarcelamiento, los m¨¢ximos dirigentes se han referido a ¨¦l como ¡°ese se?or¡±, ¡°ya no est¨¢ en el partido¡± y ¡°esta persona¡±. Suena como si en un proceso de nefrolitiasis, el paciente que expulsa un c¨¢lculo del ri?¨®n se preguntara cu¨¢ndo ha podido tragarse una piedra tan ajena a su organismo, sin querer comprender que esa presencia mineral la ha formado su propio cuerpo en un proceso natural de dieta y eliminaci¨®n. Pero la dieta y los principios org¨¢nicos son lo que el partido de B¨¢rcenas trata de negarse a s¨ª mismo y de negarlo a los dem¨¢s.

Esa impostura, esparcida en los medios como el marido esparc¨ªa la distancia subconsciente con su hijo fracasado en reuniones sociales, ha cobrado relevancia con la salida de B¨¢rcenas de prisi¨®n. Y ha venido a sumarse a otras simulaciones diferidas. La m¨¢s notable, la de su abogado, que el d¨ªa antes de que se fijara la fianza que le permitir¨ªa eludir la prisi¨®n preventiva, se deslig¨® del excontable aduciendo que hab¨ªa perdido la confianza en su cliente. Perdida esa confianza, al d¨ªa siguiente ejerci¨® de portavoz orgulloso, cercano y c¨¢lido, que ante los micr¨®fonos de los telediarios aseguraba que B¨¢rcenas saldr¨ªa de la c¨¢rcel con el mismo peso, el mismo pelo y mejor ¨¢nimo del que entr¨®. Era casi una l¨ªrica del encierro sin los facilones dramatismos de Espronceda.

La otra gran impostura de estos d¨ªas fue la de la colecta para reunir los 200.000 euros de la fianza. El bloqueo de las cuentas en Suiza del esmerado extesorero obliga a un ejercicio de fe a todos los espa?oles, que tienen que tragarse que no tiene acceso a fondos y observan que el partido que se dice robado y enga?ado por ¨¦l no le reclama nada m¨¢s que silencio. Sigan insistiendo, que estamos deseando creer.