La queja contra la vida de T. S. Eliot
Una nueva traducci¨®n reivindica ¡®La tierra bald¨ªa¡¯ como el libro m¨¢s influyente de la poes¨ªa moderna
La literatura es una bomba de efecto retardado y en 1922, cuatro a?os despu¨¦s del fin de la Primera Guerra Mundial, estall¨® un pu?ado de libros que hizo saltar en pedazos la novela, la filosof¨ªa y la poes¨ªa occidentales. Si se piensa que ese a?o vieron la luz el Ulises, de Joyce; el Tractatus logico-philosophicus, de Wittgenstein, y La tierra bald¨ªa, de T. S. Eliot ¡ªcabr¨ªa a?adir Trilce, de C¨¦sar Vallejo, y las Eleg¨ªas de Duino, de Rilke, escritas ese a?o y publicadas el siguiente¡ª se entiende la magnitud del estallido.
Desde que vieron la luz en el n¨²mero inaugural de la revista The Criterion, fundada y dirigida por el propio Eliot, los 434 versos de La tierra bald¨ªa no han dejado de generar versiones e interpretaciones. La ¨²ltima corre a cargo del cr¨ªtico y editor Andreu Jaume, que acaba de publicar en Lumen una edici¨®n biling¨¹e del poema m¨¢s influyente del siglo XX. Como p¨®rtico, ha colocado Prufrock y otras observaciones, un poemario de 1917 que, indica el traductor, le sirve de ¡°cantera¡±.
El mismo a?o que Eliot se estren¨® como poeta con Prufrock se estren¨® tambi¨¦n como empleado del Lloyd¡¯s Bank de Londres, la ciudad a la que hab¨ªa llegado tres a?os antes. Atr¨¢s hab¨ªan quedado Saint Louis (Missouri), donde naci¨® en 1888, y Harvard, donde se hab¨ªa doctorado en filosof¨ªa.
El hombre que trabajaba de 9.30 a 16.30 y almorzaba en el Baker¡¯s Chops House lidiaba a tiempo completo con la mala salud mental de su esposa, Vivienne Haigh-Wood, y con su propia fragilidad nerviosa. En 1920, comenz¨® a componer un largo poema titulado provisionalmente He Do the Police in Different Voices (¡°Hace de polic¨ªa con distintas voces¡±). Pronto cambiar¨ªa los ecos dickensianos por los del mito celta de la hambruna y la devastaci¨®n y pasar¨ªa a ser La tierra bald¨ªa.
La tierra bald¨ªa (sus traducciones)
April is the cruellest month, breeding / Lilacs out of the dead land, mixing / Memory and desire, stirring / Dull roots with spring rain. (T. S. Eliot, 1922).
Abril es el mes m¨¢s cruel: engendra / lilas de la tierra muerta, mezcla / recuerdos y anhelos, despierta / inertes ra¨ªces con lluvias primaverales. (Agust¨ªn Bartra, 1977).
Abril es el mes m¨¢s cruel, hace brotar / lilas en tierra muerta, mezcla / memoria y deseo, remueve / lentas ra¨ªces con lluvia primaveral. (Juan Malpartida, 2001).
Abril es el m¨¢s cruel de los meses, pues engendra / lilas en el campo muerto, confunde / memoria y deseo, revive / yertas ra¨ªces con lluvia de primavera. (Andreu Jaume, 2015).
Culminada en Suiza durante una cura de reposo y reelaborada despu¨¦s de que Ezra Pound ¡ªmentor con 37 a?os de un Eliot de 34¡ª la podase dr¨¢sticamente de elementos confesionales y pirotecnia vanguardista, la obra se convirti¨® en el gran fresco de una ¨¦poca acelerada en que la naturaleza dio paso definitivamente a la ¡°basura p¨¦trea¡± de la ciudad moderna. ¡°Toda la gran poes¨ªa urbana del siglo XX tiene una ra¨ªz inevitablemente eliotiana¡±, apunta Andreu Jaume, que recuerda un comentario del poeta: ¡°Varios cr¨ªticos me han hecho el honor de interpretar el poema en t¨¦rminos de una cr¨ªtica al mundo contempor¨¢neo; de hecho lo han considerado como una importante muestra de cr¨ªtica social. Para m¨ª supuso solo el alivio de una personal y totalmente insignificante queja contra la vida; no es m¨¢s que un trozo de r¨ªtmico lamento¡±.
R¨¦quiem por un mundo destripado en el campo de batalla y a la vez testimonio de un matrimonio tormentoso, La tierra bald¨ªa se edita tradicionalmente acompa?ada de las notas con las que el propio autor aclara las muchas referencias eruditas que contiene: del Grial a Baudelaire, de Dante al tarot. Lo que empez¨® siendo una sugerencia del primer editor estadounidense del libro para engordar su volumen termin¨® convirti¨¦ndose en un lastre. Andreu Jaume habla incluso de ¡°pistas falsas¡±: ¡°El mismo Eliot se arrepinti¨® de haber orientado as¨ª la lectura. Cuando acepta incluir esas notas est¨¢ aceptando que el poema no puede entenderse sin ellas. Eso es una revoluci¨®n brutal. porque nunca antes se hab¨ªa admitido que un poema no pudiera leerse de forma aut¨®noma. Y es falso. La tierra bald¨ªa puede disfrutarse por su propia intensidad est¨¦tica. Ha sido interpretado como un poema mist¨¦rico, pero lo puede entender cualquier lector moderno porque habla de un ser que ha perdido su relaci¨®n con la divinidad¡±.
A esa lectura aut¨®noma ha querido contribuir Jaume con su traducci¨®n, m¨¢s pendiente, dice, del ¡°control de los acentos¡± que del ¡°contoneo de las s¨ªlabas, que no produce, en s¨ª mismo, ning¨²n efecto¡±. De ah¨ª que frente al popular arranque ¡°Abril es el mes m¨¢s cruel¡±, Andreu Jaume haya optado por: ¡°Abril es el m¨¢s cruel de los meses, pues engendra / lilas en el campo muerto, confunde / memoria y deseo, revive / yertas ra¨ªces con lluvia de primavera¡±.
Otro asunto es el t¨ªtulo. La soluci¨®n empleada por Joan Ferrat¨¦ en catal¨¢n ¡ªLa tierra gastada¡ª le parece quiz¨¢ la m¨¢s acertada porque acerca ¡°el original waste a su fuente etimol¨®gica del franc¨¦s antiguo, donde the waste land es le gaste pays de Chr¨¦tien¡±. Pero ¡°gastada¡±, se resigna, ha perdido en castellano la ¡°pristinidad¡± que conserva el ¡°waste¡± ingl¨¦s.
Antes de convertirla en libro en 1977, Ferrat¨¦ desgran¨® su Lectura de ¡®La terra gastada¡¯ en un seminario al que asisti¨® Antoni Mar¨ª. ¡°La tesis de Ferrat¨¦ es que ese poema retrata una cultura decadente, gastada, cuyo sedimento ha quedado envenenado por los gases de la Gran Guerra¡±, recuerda el poeta y fil¨®sofo ibicenco, quien hace tres a?os rastre¨® en el volumen Matem¨¢tica tiniebla (Galaxia Gutenberg) la genealog¨ªa de la poes¨ªa moderna que surge con Poe y culmina en Eliot tras pasar por Baudelaire, Mallarm¨¦ y Val¨¦ry. ¡°Eliot sintetiza la tradici¨®n rom¨¢ntica y la simbolista ¡ªde la mano de Laforgue¡ª para abrirla a lo imposible de pensar en poes¨ªa¡±, explica Mar¨ª. ¡°Ning¨²n otro poeta ha tenido tanta influencia¡±.
F¨¦lix de Az¨²a, tambi¨¦n fil¨®sofo, aunque ¡°expoeta¡±, abunda en la importancia de La tierra bald¨ªa: ¡°Lo sigo teniendo como uno de los m¨¢s grandes poemas del siglo XX y solo cercano a algunas de las Eleg¨ªas de Rilke. Debemos leerlo cada a?o para averiguar si ha cambiado el Tiempo porque nos proporciona una herramienta c¨®smica de juicio¡±. Jaime Gil de Biedma, devoto de Eliot, divid¨ªa a los escritores entre aquellos que prefer¨ªan La tierra bald¨ªa y los que optaban por los Cuatro cuartetos, otra obra cumbre, publicada en 1943, en medio de una nueva guerra y con el poeta convertido ya en ciudadano brit¨¢nico. Se nacionaliz¨® a la vez que ingresaba en la Iglesia anglicana.
Suele decirse que la generaci¨®n del 50 ¡ªla de Gil de Biedma¡ª prefer¨ªa los Cuartetos y la de los nov¨ªsimos, La tierra bald¨ªa. Az¨²a, incluido por Castellet en su famosa antolog¨ªa, explica que en su caso es cierto: ¡°Sin duda. Los Cuartetos son un gran conjunto de momentos deslumbrantes, pero no forman unidad. Son desiguales y extremadamente intelectuales. Son poemas filos¨®ficos, como los de la baja latinidad. La tierra, en cambio, es un poema tan s¨®lido, coherente y articulado como las Coplas de Manrique y adem¨¢s de una emoci¨®n inmediata; es un poema carnal. A m¨ª me gusta particularmente su atm¨®sfera de fresco medieval. Como si Giotto pintara calles con autobuses y se?ores tomando aperitivos¡±. Por eso celebra la versi¨®n de Andreu Jaume: ¡°Por fin tenemos la traducci¨®n al espa?ol exacta, elegante y profunda que exige este poema¡±.
Vertido al castellano por ilustres como Le¨®n Felipe, Vicente Gaos, Jos¨¦ Mar¨ªa Valverde, el mismo Gil de Biedma, Claudio Rodr¨ªguez, Jos¨¦ Emilio Pacheco, Juan Malpartida o Jordi Doce, T. S. Eliot atraviesa la literatura occidental como poeta, pero tambi¨¦n como cr¨ªtico y editor. Andreu Jaume, que tambi¨¦n se ocup¨® de sus ensayos en el volumen La aventura sin fin (Lumen, 2011), subraya su importancia al frente de la colecci¨®n de poes¨ªa de Faber & Faber, la editorial en la que recal¨® tras abandonar el Lloyd¡¯s Bank: ¡°El primer poeta que descubre es, en 1927, nada menos que Auden; el ¨²ltimo, en 1957, Ted Hughes, cuyas Cartas de cumplea?os [dirigidas a su esposa, Sylvia Plath] fueron en 1998 el ¨²ltimo best seller po¨¦tico de Europa¡±.
Consagrado por el Nobel en 1948, Eliot lleg¨® a recitar en EE?UU ante 15.000 personas. Ni su muerte en enero de 1965, hace ahora medio siglo, apag¨® su influencia. Faber & Faber, donde trabaj¨® hasta el final, se salv¨® en 1980 de la quiebra cuando su segunda esposa accedi¨® a una petici¨®n del compositor Andrew Lloyd Webber: convertir en opereta los poemas infantiles de su marido. Fue as¨ª como El libro de los gatos habilidosos del viejo Possum, escrito para los hijos del due?o de la editorial, termin¨® convertido en un musical llamado Cats.
Babelia
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