Dos d¨¦cadas en la cadena de montaje cultural
La F¨¢brica celebra su 20? aniversario como empresa de gesti¨®n creativa
En el principio fue una revista, una publicaci¨®n anual con fecha de extinci¨®n: 26 n¨²meros que recorrer¨ªan el alfabeto latino. Lo que escapaba a esa cuidadosa planificaci¨®n, lo que no cab¨ªa imaginar en 1995, tras esas letras futuras de Matador que el periodista Alberto Anaut vislumbr¨®, era la fren¨¦tica actividad cultural que aquel proyecto ha desatado.
La F¨¢brica celebra este a?o su vig¨¦simo aniversario, y el n¨²mero Q de Matador, presentado el martes y definido como un ¡°elogio a la fotograf¨ªa¡±, tiene algo de homenaje a la empresa de gesti¨®n cultural que se alumbr¨® en sus m¨¢rgenes. Solo en 2014, en el saldo de actividades de La F¨¢brica figuran desde la publicaci¨®n de m¨¢s de una decena de t¨ªtulos (grandes vol¨²menes de fotograf¨ªa como Barcelona, que recoge las im¨¢genes de la ciudad de la agencia Magnum, o la revista de creaci¨®n literaria en castellano E?e), hasta la puesta en marcha de una escuela de profesiones art¨ªsticas en el C¨ªrculo de Bellas Artes de Madrid, Sur, pasando por itinerancias de m¨¢s de una docena de exposiciones por Espa?a y Latinoam¨¦rica; festivales literarios (E?e), de cine (Notodofilmfest) y fotograf¨ªa (PhotoEspa?a). Y encuentros para profesionales del sector de la cultura (P¨²blica). Seg¨²n el vicepresidente de La F¨¢brica, Alberto Fesser, la facturaci¨®n ascendi¨® a 6,9 millones de euros, una subida de un 15% respecto del curso anterior, tras varios a?os de descenso fruto de la crisis.
¡°Hemos puesto tantas cosas en marcha que si lo tenemos que contar, no acabamos¡±, explicaba el pasado diciembre, Anaut en la c¨¢lida cafeter¨ªa que La F¨¢brica abri¨® en la calle Alameda de Madrid, junto a su galer¨ªa, hoy convertida en tienda y librer¨ªa con exposiciones que tratan de animar a j¨®venes coleccionistas. ¡°Al principio, la idea era hacer una revista de cultura y de ideas contempor¨¢neas, la mejor que supi¨¦ramos hacer para una generaci¨®n, porque en Espa?a la generaci¨®n que llega con la democracia se abre a la cultura, se hace cosmopolita¡±.
Hemos puesto tantas cosas en marcha que si lo tenemos que contar, no acabamos Alberto Anaut
En el ADN siempre estuvo la fotograf¨ªa, un campo por el que apenas tres a?os despu¨¦s, en 1998, apostaron con fuerza lanzando el festival PhotoEspa?a, un ¨¦xito de cr¨ªtica y p¨²blico que en sus sucesivas ediciones ha logrado consolidarse, como una de las citas imprescindibles en el panorama internacional y que se ha expandido a otras ciudades y pa¨ªses. A las ediciones de PhotoEspa?a se fueron sumando talleres, visionados y encuentros; al premio que concede a maestros reconocidos se a?ad¨ªa otro para j¨®venes descubrimientos. ¡°Naci¨® en un momento en el que hab¨ªa mucha necesidad y ha sabido construirse. Hab¨ªa poca difusi¨®n de la fotograf¨ªa y el festival naci¨® en ese contexto, pero hoy no es as¨ª, y de lo que se trata es de crear un sentimiento de circuito por las exposiciones, no una feria¡±, explica Claude Bussac, directora del ¨¢rea de exposiciones y festivales de La F¨¢brica. Photogallery en Londres o el Est¨²dio Madalena en S?o Paulo, podr¨ªan asemejarse al proyecto madrile?o, afirma Bussac, pero eso deja fuera la ¡°fuerte personalidad¡±, el papel de ¡°productor cultural¡± que implica el proyecto. Un ejemplo de ello es PIC.A, Escuela Internacional Alcobendas PhotoEspa?a, un centro que ya imparte cursos y cuya sede definitiva abrir¨¢ en febrero.
¡°La formaci¨®n es el ¨¢rea en el que hemos entrado m¨¢s a fondo en los ¨²ltimos tiempos¡±, explica el director del ¨¢rea editorial, de proyectos y de comunicaci¨®n, ?lvaro Mat¨ªas. Y cita tanto el curso de director de proyectos culturales ¡ªcuyo lema es ¡°te ense?amos como lo hacemos¡±¡ª, como Sur, una escuela que propone un enfoque multidisciplinar con asignaturas transversales que traten temas como el color o la composici¨®n, desde distintos frentes. Mat¨ªas se incorpor¨® al equipo de La F¨¢brica en el a?o 2000, cuando las ramas que se abr¨ªan desde calle Alameda se expand¨ªan hacia la consultor¨ªa para instituciones en materia cultural. Al gran proyecto de La Casa Encendida en Madrid, se fueron sumando el espacio KREA de Caja Vital en Vitoria o la T¨¦rmica de M¨¢laga. Arrancaron con la Noche de los Libros en Madrid. Se sumaron revistas corporativas. Y el motor de la F¨¢brica avanzaba tambi¨¦n en el frente digital, por ejemplo con un festival de cine en la web, que lleg¨® antes que YouTube y en el que se estrenaron como ganadores j¨®venes directores como Nacho Vigalondo, Daniel S¨¢nchez Ar¨¦valo o Carlos Vermut.
Por el camino en estas dos d¨¦cadas quedaron algunas ideas que no acabaron de cuajar. La sede que abrieron en Barcelona tard¨® demasiado en arrancar y hubo que cambiar el foco de la ambiciosa galer¨ªa de Madrid. Fesser sonr¨ªe al recordar una revista de corta vida sobre boxeo y cultura. ¡°Su actividad genera que pasen cosas. Pero la diversificaci¨®n tambi¨¦n puede tener contrapartidas¡±, dice Antoni Muntadas. ¡°Frente a la inmovilidad, ellos han demostrado capacidad para actuar en muchos frentes culturales¡±.
Para el fot¨®grafo Chema Madoz, estrecho colaborador de La F¨¢brica, han logrado poner Espa?a en el mapa: ¡°No sabr¨ªa equipararlo con otro proyecto porque ellos se han sabido diversificar, han acercado la cultura y se han convertido en un motor¡±. Al referirse a la elecci¨®n del nombre, Anaut apunta con algo de misterio que se trat¨® de una decisi¨®n y no de una ocurrencia y elude hablar de Warhol, pero no del car¨¢cter industrial de su empresa. ¡°Se trataba de construir cultura para masas, no para ¨¦lites¡±. Su lema favorito lo toma prestado de Taschen: ¡°Lo hice porque no sab¨ªa que no se pod¨ªa¡± Y a?ade otro de cosecha propia: ¡°Nada da igual¡±.
El enfoque ¡®Matador¡¯
Fotograf¨ªa documental. Esa fue la idea que desde el primer momento gui¨® al veterano editor Robert Pledge, fundador de Contact Press Images, cuando le propusieron la pasada primavera que se ocupara del n¨²mero Q de Matador, un especial dedicado a la foto. El resultado lo present¨® en la noche del pasado martes en el Club Matador de Madrid. Suma del trabajo de 12 fot¨®grafos de 11 pa¨ªses y tres generaciones.
Junto a nombres muy conocidos para el gran p¨²blico como Annie Leibovitz o Sebasti?o Salgado, el editor ha reunido las im¨¢genes de congol¨¦s Sammy Bloji y las de Taslima Akhter, de Banglad¨¦s. Todas las instant¨¢neas ¡ªexcepto una serie de Catherine Leroy sobre la guerra de Vietnam¡ª han sido captadas en este siglo. ¡°Este n¨²mero trata del espacio geogr¨¢fico y f¨ªsico, el espacio emocional, la soledad, lo que ha sido devastado por el hombre y lo que permanece intacto¡±, explic¨® Pledge tras la presentaci¨®n. ¡°Desde Banglad¨¦s a Congo, pasando por Australia o por EE?UU, se trataba de cerrar el c¨ªrculo, de unir los temas. Vivimos en un mundo lleno de tensi¨®n e incertidumbre, por causas econ¨®micas o por el terrorismo. Estamos inundados de informaci¨®n y de forma parad¨®jica esto a veces nos impide ver el mundo¡±, a?adi¨®.
Esc¨¦ptico ante la idea de que se est¨¦ viviendo una edad dorada para la fotograf¨ªa documental, Pledge se inclina m¨¢s por pensar en la profunda contradicci¨®n que inunda un mundo lleno de c¨¢maras que acaban por endurecer la vista del p¨²blico. ¡°El compromiso, la gente que realmente se entrega, eso es a lo que he querido rendir tributo¡±, concluy¨®.
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