Desilusi¨®n primera
Los novilleros Mart¨ªn Escudero y Borja Jimenez cortaron sendas orejas en un decepcionante festejo inaugural.
No ser¨ªa bueno, -ni justo, quiz¨¢- hacer un an¨¢lisis severo de la primera novillada del a?o. Hac¨ªa mucho fr¨ªo en la localidad madrile?a, los cuerpos de los toreros a¨²n no han entrado en caja, y parece razonable esperar que ruede la temporada y cada cual d¨¦ de s¨ª lo que dice llevar dentro.
Pero tampoco ser¨¢ bueno -ni justo, sin duda- correr un tupido velo sobre la realidad, y contar una pel¨ªcula con final feliz, pues eso ser¨ªa enga?ar a los que se vistieron de luces y, sobre todo, a los que pasaron por taquilla o vieron el espect¨¢culo por Canal Plus.
El primer festejo de la feria de Valdemorillo debiera ser un motivo de reflexi¨®n para los taurinos, si es que ellos pretenden que este espect¨¢culo perdure en el tiempo.
Primero: a dos pasos de Madrid, en una zona en la que se presume de afici¨®n exigente y torista, y con las c¨¢maras como testigo, no se puede lidiar una novillada de seis gatitos impresentables, de esos que desde el tendido producen m¨¢s l¨¢stima que respeto. Error capital de la empresa y de los mentores de los chavales. Esos animalitos son un ant¨ªdoto contra la emoci¨®n.
Albarreal, Domecq/Jim¨¦nez, Escudero, Jim¨¦nez
Cuatro novillos de Albarreal, mansos, blandos y nobles, y dos de Juan Pedro Domecq, encastado y noble el tercero, y soso el quinto. Todos los novillos estuvieron muy mal presentados.
?ngel Jim¨¦nez: estocada ca¨ªda (silencio); estocada baja _aviso_ (silencio).
Mart¨ªn Escudero: estocada contraria _aviso_ y dos descabellos (ovaci¨®n); estocada _aviso_ (oreja).
Borja Jim¨¦nez: estocada ladeada (oreja); media delantera (silencio).
Plaza de Valdemorillo. 6 de febrero. Primer festejo de feria. Tres cuartos de entrada.
Segundo: novillitos blanditos, pero nobil¨ªsimos, de repetidora y almibarada embestida. Entre ellos, destac¨® el tercero, de Juan Pedro Domecq, un aut¨¦ntico bomb¨®n para un torero ilusionado. Y menos el primero, muy manso y soso, y el sexto, inv¨¢lido, todos embistieron hasta la saciedad.
Tercero: solo se cortaron dos orejas.
Cuarto: no hubo un solo momento de aut¨¦ntica vibraci¨®n torera. Brill¨® por su ausencia el buen toreo de capote, y solo Mart¨ªn Escudero traz¨® con empaque algunos naturales de calidad ante su segundo.
Quinto: el p¨²blico pas¨® fr¨ªo, y no solo por culpa del term¨®metro.
Y sexto: se impone una seria reflexi¨®n.
Dicho queda que los cuerpos de los toreros a¨²n no han entrado en caja. Mala suerte tuvo con su lote ?ngel Jim¨¦nez, muy insulso su primero y corto de embestida el otro. Torea poco y se le nota, pero derrocha ganas e ilusi¨®n. No tuvo eco su aseada faena al primero, y arriesg¨® poco ante el cuarto. Esboz¨® un buen concepto, pero no rubric¨®.
Torea bien Mart¨ªn Escudero, muy despegado siempre, eso s¨ª, pero valiente y t¨¦cnico. No le acompa?a la alegr¨ªa en el semblante, y no acab¨® de entenderse con ninguno de sus dos buenos novillos.
La otra cara de la moneda es Borja Jim¨¦nez, poderoso, bullanguero, dominador, suelto, f¨¢cil, experimentado,¡ pero a su toreo le falta reposo, hondura, calidad¡ Es como el bullidor Espartaco -que estaba en el callej¨®n como mentor suyo que es- de sus primeros a?os de matador: cortaba muchas orejas, pero no dejaba poso alguno.
En fin, la primera, en la frente: una desilusi¨®n.
Babelia
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