La doble vida de Brian
Las mentiras que han hundido a la estrella de la televisi¨®n solo han encontrado explicaci¨®n entre los cient¨ªficos: Mr. Hyde devor¨® al Dr. Jekyll
Finalmente, Mr. Hyde ha devorado al Dr. Jekyll. El astro insaciable, el actor frustrado, el c¨®mico en potencia, el h¨¦roe insatisfecho que se escond¨ªa dentro de Brian Williams ha destrozado al periodista veraz, al anchorman m¨¢s cre¨ªble, al reportero mejor pagado. Los neur¨®logos, los ¨²nicos que han salido en su defensa y han intentado dar una explicaci¨®n de lo sucedido, atribuyen a una patolog¨ªa de la mente muy com¨²n, los recuerdos falsos, los motivos por los que el presentador n¨²mero uno ha echado por la borda su carrera con un gesto innecesario: maquillar durante a?os un incidente menor ocurrido en Irak en 2003.
Para muchos, el vertiginoso hundimiento de la estrella del informativo m¨¢s visto de la televisi¨®n de Estados Unidos, suspendido sin sueldo durante seis meses desde este martes, es s¨®lo el justo castigo a un pobre fabulador ah¨ªto de vanidad. Para otros, los que le compadecen, es la primera v¨ªctima por mentir en una guerra, la que se libr¨® contra Sadam Husein, justificada con falsedades. De lo que nadie duda es de que el esc¨¢ndalo deparar¨¢ nuevas emociones.
Pocas veces se ha visto un linchamiento p¨²blico tan descarnado de una persona tan adorada, respetada y envidiada hasta hace apenas unos d¨ªas. La nota que emiti¨® la NBC el martes para informar de la sanci¨®n ocultaba una dureza extrema pese a su aparente tono conciliador. El texto era m¨¢s una condena en toda regla que un aplazamiento del veredicto. ¡°Brian ha puesto en peligro la confianza que millones de estadounidenses han depositado en NBC News¡±, se?al¨® Steve Burke, director ejecutivo de NBC Universal. ¡°Sus acciones son inexcusables e inapropiadas, y esta suspensi¨®n es severa y apropiada. Como director y presentador de Nightly News, Brian tiene la responsabilidad de ser veraz y mantener los m¨¢s altos est¨¢ndares informativos de forma permanente¡±.
Pese a tan graves pecados, la empresa ofreci¨® al periodista ¡°una segunda oportunidad¡±. Pero las razones sonaron huecas, endebles, falsas: ¡°La vida de Brian es contar noticias. Quiere a su pa¨ªs, a la NBC y a sus colegas. Ha compartido su profundo remordimiento conmigo y est¨¢ comprometido en ganarse de nuevo la confianza de todos¡±, a?adi¨® Burke.
El drama de Williams es que cada d¨ªa surgen nuevas revelaciones sobre sus debilidades y tropiezos, en un escrutinio retrospectivo de toda una carrera que augura que la sanci¨®n de seis meses sin sueldo no es el ¨²ltimo de sus problemas. La investigaci¨®n que la cadena ha encargado al periodista Richard Esposito, hasta hace poco a las ¨®rdenes de Williams, seguir¨¢ su curso en busca de nuevos y vergonzantes bulos. Por si esto fuera poco, la NBC ha puesto a trabajar a sus abogados en el caso e incluso alg¨²n medio asegura que se est¨¢n revisando las cuentas de gastos del presentador.
El pasado martes, cuando el director ejecutivo de NBC Universal comunic¨® a su anchorman y al agente de este la sanci¨®n de seis meses, el principal argumento que utiliz¨® fue un amplio dossier con las presuntas mentiras y exageraciones de Williams. Adem¨¢s del suceso de Irak y las cr¨®nicas del hurac¨¢n Katrina, tambi¨¦n puestas ahora en cuarentena, el informe inclu¨ªa m¨¢s material.
En 2006, Williams viaj¨® a Israel para cubrir la campa?a del ej¨¦rcito hebreo contra Hezbol¨¢. En una de sus cr¨®nicas, el periodista narr¨® c¨®mo hab¨ªa presenciado a bordo de un helic¨®ptero Black Hawk lanzamientos de misiles Katyusha por parte de la milicia siria desde una distancia de seis millas. Un a?o despu¨¦s, en una entrevista en la Fairfield University, esa distancia se hab¨ªa reducido dram¨¢ticamente y los misiles hab¨ªan pasado justo debajo del helic¨®ptero. Esta misma versi¨®n fue la que cont¨®, para entusiasmo del p¨²blico, en una comparecencia en The Daily Show de Jon Stewart el mismo a?o del viaje a Israel.
Para decorar las veleidades de c¨®mico de Williams se ha conocido estos d¨ªas, seg¨²n fuentes de la NBC consultadas por varios medios, que el periodista presion¨® a los ejecutivos de la cadena para sustituir a Jay Leno cuando este dej¨® en febrero de 2014 el Tonight Show, poniendo fin as¨ª a 22 a?os de carrera en televisi¨®n. Las mismas fuentes afirman que los ejecutivos le hicieron desistir, le comentaron que no era buena idea, que se dedicara mejor a las noticias y olvidar¨¢ sus anhelos de caricato.
Williams acept¨®, pero nunca renunci¨® a sus ratos de esparcimiento. Acudi¨® al programa Saturday Night Live y realiz¨® cameos en la comedia de NBC 30 Rock, entre otras excursiones lejos de su papel de periodista sobrio en el informativo m¨¢s visto del pa¨ªs. De hecho, fue una aparici¨®n en el programa nocturno de David Letterman en 2013, durante la que volvi¨® a exagerar su incidente durante la guerra de Irak, lo que ha contribuido a su hundimiento.
Son estos saltos entre el periodismo riguroso y el espect¨¢culo mordaz lo que apoya la hip¨®tesis de que hay dos versiones de un mismo personaje: el respetado hombre ancla que cuenta la actualidad a los estadounidenses, por un lado, y el famoso chistoso que compite por acaparar minutos de celebridad. Si durante un tiempo esta faceta contribuy¨® a aumentar su popularidad y cercan¨ªa, al tiempo que la de presentador abonaba su presencia en espacios de humor, todo eso se ha convertido en un lastre que tira de su desgracia.
Las apuestas oscilan entre los que creen que Williams no volver¨¢ tras su sanci¨®n de seis meses, tiempo que la cadena emplear¨ªa para buscar un sustituto (Lester Holt, que se ha hecho cargo del programa temporalmente, no parece el elegido), y los que creen que resucitar¨¢ en una de esas rehabilitaciones desde el lado oscuro que este pa¨ªs adora. Aqu¨ª, dicen los comentaristas de televisi¨®n, caben dos hip¨®tesis: que lo haga tras un expiaci¨®n p¨²blica de todos sus pecados o, simplemente, porque la cadena no ve otra manera de mantener la audiencia y los ingresos publicitarios.
Nadie se atreve a descartar algo semejante porque el da?o que para la NBC supone la p¨¦rdida de su presentador estrella es tremendo. El informativo de Williams gener¨® 200 millones de d¨®lares en publicidad en 2014, 30 y 50 millones m¨¢s, respectivamente, que sus competidores de la ABC y la CBS. Esta es la raz¨®n por la que la cadena renov¨® por cinco a?os su contrato a raz¨®n de diez millones por temporada, un acuerdo que ahora se antoja excesivo e inflacionado.
Sustituir a Williams no ser¨¢ sencillo. Nadie garantiza sus cifras de audiencia e ingresos y el da?o comienza a ser visible. El presentador, seg¨²n Nielsen, ten¨ªa una media de 9,3 televidentes cada tarde. Sin embargo, a finales de la semana pasada, cuando pidi¨® disculpas por sus exageraciones, el informativo de la ABC le sac¨® casi 500.000 espectadores de ventaja (8,46 millones contra 8).
El p¨²blico estadounidense no perdona determinados comportamientos, en particular la mentira o la exageraci¨®n en cuestiones relativas a las fuerzas armadas y las guerras en el exterior, que son temas sagrados. Engordar la imagen a costa de un conflicto que cost¨® vidas y devolvi¨® a muchos lisiados tiene sus riesgos, como se ha visto. El resultado inmediato es que Williams ha pasado del puesto 23 al 835 en el ¨ªndice de personas p¨²blicas m¨¢s confiables que elabora la empresa Marketing Arm, muy seguido por anunciantes y empresas de mercadotecnia. Dan Rather, el ex presentador de la CBS, ha salido en apoyo p¨²blico de Williams, pero lo cierto es que nadie da un n¨ªquel por la estrella ca¨ªda. Los ¨²nicos, los cient¨ªficos.
Son numerosos los estudios que muestran fascinantes experimentos de c¨®mo los recuerdos pueden distorsionarse con el paso del tiempo o c¨®mo situaciones no vividas pueden ser incorporadas a la memoria como si realmente hubi¨¦ramos formado parte de ellas. Para muchos, Williams es un mentiroso. Para los neur¨®logos, es una v¨ªctima de libro de lo que denominan falsos recuerdos. Los expertos recuerdan casos como el Hillary Clinton (dijo en 2008 haber sido acosada muchos a?os antes por francotiradores serbios durante una visita a Bosnia como primera dama, algo que nunca sucedi¨®) o el de Mitt Romney, ex candidato presidencial republicano, que record¨® un determinado acontecimiento en Detroit que tuvo lugar nueve meses antes de que ¨¦l naciera.
¡°Nuestras intuiciones nos enga?an¡±, declar¨® a The New York Times Christopher Chabris, autor del libro El gorila invisible. ¡°La gente no es consciente de hasta qu¨¦ punto incorpora recuerdos falsos, sobre todo aquellos que conf¨ªan plenamente en su memoria. Es como si juegas el juego del tel¨¦fono. Uno susurra un mensaje que llega completamente transformado al ¨²ltimo ni?o de la cadena¡±.
Babelia
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