La s¨¢tira pol¨ªtica de John Oliver
El c¨®mico brit¨¢nico es uno de los presentadores del momento en Estados Unidos
Si John Oliver (Birmingham, Reino Unido, 1977) sab¨ªa que Jon Stewart anunciar¨ªa pocas horas despu¨¦s de que tuviera lugar esta charla que a final de a?o dejar¨¢ The Daily Show, lo disimul¨® muy bien. El comediante brit¨¢nico se lo debe todo. Es mucho m¨¢s que su mentor, hasta el punto de que dice que es su ADN. No hay nada que no le haya ense?ado y por eso es el bar¨®metro que usa para juzgarse. Con ¨¦l empez¨® haciendo s¨¢tira pol¨ªtica y hasta le sustituy¨® durante la pausa que se tom¨® para trabajar en una pel¨ªcula.
Tampoco sabe exactamente c¨®mo lleg¨® al Daily Show. Fue todo tan r¨¢pido que, como comenta, sus cosas personales siguen amontonadas en un almac¨¦n al otro lado del Atl¨¢ntico. ¡°Alg¨²n d¨ªa tendr¨¦ que recogerlas¡±, a?ade, sobre todo porque ahora tiene los papeles en regla para quedarse en EE UU, despu¨¦s de casarse con una veterana de guerra estadounidense que conoci¨® en la Convenci¨®n Republicana de 2008.
La cadena HBO ha renovado su programa por dos temporadas m¨¢s
Oliver acaba de estrenar en HBO la segunda temporada de Last Week Tonight, que en Espa?a se puede ver cada viernes a las 22.00 en Canal?+ Xtra. La cadena estadounidense ya ha anunciado la renovaci¨®n de su contrato por otros dos a?os m¨¢s.?Lo curioso es que el show empez¨® hace un a?o, solo unas semanas despu¨¦s de que David Letterman ¡ªen la CBS¡ª y Stephen Colbert ¡ªen Comedy Central¡ª anunciaran que dejaban sus respectivos programas. Es como si pareciera que todo est¨¢ tranquilo y, de golpe, llega el terremoto, comenta.
Ni ¨¦l mismo se atreve a describir su programa porque sobre papel suena horrible como comedia. En esencia, cada semana toma un tema de referencia que lo convierte en un segmento de un cuarto de hora y sobre el que hace rotar el resto de componentes del programa.
El proceso de elaboraci¨®n es lento y complejo, hasta el punto de que podr¨ªa parecer m¨¢s un programa de investigaci¨®n. Con su equipo eligen un par de temas en los que ven algo extra?o y se ponen a indagar durante tres d¨ªas. ¡°Durante mucho tiempo, el guion se parece a cualquier cosa menos a un chiste¡±. Eso se deja para el final. ¡°Es como un acto de fe¡±, a?ade.
Oliver deja claro, con voz muy seria, que nunca se ha sentido como un periodista. ¡°Como mucho me visto como uno¡±. Y a partir de ah¨ª insiste en que su programa es pura comedia, pese a la labor tenaz de investigaci¨®n que hay detr¨¢s. ¡°Es cierto que queremos asegurarnos de que los chistes se montan sobre hechos, de que la historia de la que nos re¨ªmos es correcta¡±.
Lo que est¨¢ consiguiendo su programa es dar luz a aspectos de la sociedad americana que otros en las noticias no miran. John Oliver no cree, sin embargo, que est¨¦ llenando un vac¨ªo en la cobertura diaria que hacen los medios generalistas. ¡°O al menos no ¨¦ramos lo suficientemente inteligentes como para pensar estrat¨¦gicamente que lo hab¨ªa. A¨²n pienso que esa brecha no existe¡±, afirma.
Pero el p¨²blico est¨¢ respondiendo con rotundidad. El segmento que dedic¨® al tema sobre c¨®mo regular el acceso a Internet recibi¨® millones de visitas en YouTube y la movilizaci¨®n forz¨® al regulador de las comunicaciones a cambiar de estrategia. ¡°La verdad, no entiendo el ¨¦xito viral. Jimmy Fallon jugando en una mesa de billar gigante con Hugh Jackman, esa es la receta para algo viral¡±.
Oliver dice que trata no pensar mucho en las repercusiones de las cosas que hace. Como c¨®mico, se?ala, no siente que tenga la responsabilidad de un periodista de ser enteramente cre¨ªble en todo momento. Lo que m¨¢s le interesa es el chiste final. Pero tampoco quiere que sus bromas est¨¦n escritas sobre arena. ¡°No funciona solo por el hecho de ser gracioso, adem¨¢s debe ser ver¨ªdico¡±.
Tambi¨¦n es plenamente consciente de que si dice a la gente lo que debe hacer, le van a seguir. Por eso se ve en la obligaci¨®n moral de ser riguroso. Comenta que la HBO le deja hacer todo lo que quiere con su programa. ¡°Es lo que te dice todo el mundo. Pero, la verdad, a veces pienso que los ejecutivos no ven el programa, porque nadie dice nada¡±.
John Oliver dice que su mejor chiste es contar que estudi¨® literatura inglesa. Igual que no se ve en este momento reemplazando a Stewart, tampoco se imagina hacer las maletas para volver a Reino Unido, aunque dice que cuando m¨¢s disfrut¨® fue cuando de joven hac¨ªa stand-up (comedia en vivo). ¡°Amo EE UU, lo veo como mi casa. He invertido mucho personalmente en este pa¨ªs¡±, insiste.
El humor del comediante hacia EE UU es agresivo en un pa¨ªs que de cara a la galer¨ªa pone la sonrisa y se muestra pasivo. Lo admite. Pero deja claro que sus chistes ¡°no surgen de una posici¨®n de desprecio sino de frustraci¨®n¡±. ¡°Te enfadas cuando realmente amas algo o alguien y te decepciona¡±.
Tambi¨¦n tiene clara una cosa. La s¨¢tira pol¨ªtica funciona tan bien en EEUU porque ¡°tienes acceso a la libertad de expresi¨®n plena¡±. ¡°Eso es incre¨ªble. Es como estar en un sitio lleno de juguetes, debes jugar con todos ellos el m¨¢ximo posible¡±. Y si alguien le odia por sus chiste, no se da por enterado. ¡°La comedia es tan subjetiva, que es lo normal¡±.
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